sábado, 14 de mayo de 2022

Parasha 32 Behar 5779 / A los pobres siempre los tendreis



Parashá 32 Behar 5779 
COMENTARIO DE LA PORCIÓN SEMANAL DE LA TORÁ 
Levítico 25:1 – 26:2

Shalom Javerim: 

בס״ד - Bs”D – con la ayuda del cielo estamos estudiando esta semana la parashá “BEHAR” (En el monte). Esta oportunidad me gustaría que pudiésemos comentar el siguiente versículo de nuestra bendita Torá:

“Y cuando tu hermano empobreciere y sus medios se tambalean cerca de ti, deberás sostenerlo – ya sea un prosélito o un residente – para que así pueda vivir contigo” (traducción del comentario de Rashí) (Vayikra / Levítico 25:35)

De este versículo aprendemos un principio fundamental de la Torá, que es la OBLIGACIÓN que todo miembro del pueblo de Dios tiene, la de sustentar al hermano, al “prosélito” (aquel que esta en el camino de la conversión), y al “residente” (al gentil temerosos de Dios que abandono la idolatría) - cuando cualquiera de estos empobreciere, tendremos la OBLIGACIÓN de ayudarlos. 

Veamos el versículo paso a paso.

“Cuando tu hermano empobreciere”

De esta frase aprendemos que, si él empobreció, su primer estado no era el de la pobreza. Por lo que esta “pobreza”, tiene que ver con una consecuencia de alguna acción suya que lo ha llevado al punto de tambalear económicamente hasta el punto de necesitar la ayuda de la mano de su hermano. 

Lo que la Torá nos está diciendo aquí, es que “tu hermano” empobreció por una razón que está ligada a la misma Torá y que, por lo tanto, la pobreza es “potencialmente posible” para cada ser humano, porque todos somos “potencialmente” posibles transgresores de la Torá, y que, con todo, tu y yo, tenemos la obligación de ayudarlo. 

Así que quizás la pobreza que vemos en el mundo no es más que la revelación física de la pobreza espiritual del ser humano.

Por ejemplo, tenemos los siguientes versículos:

“Y no habrá menesteroso entre vosotros, ya que el SEÑOR de cierto te bendecirá en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad para poseerla, si sólo escuchas fielmente la voz del SEÑOR tu Dios, para guardar cuidadosamente todo este mandamiento que te ordeno hoy” (Deuteronomio 15:4)

“No habrá menesteroso entre vosotros” Estas palabras no son una promesa divina para el pueblo de Dios, sino más bien una situación a crear por el pueblo, ya que es obligación de la Torá “sostener” y “no cerrar la mano” hacia tu hermano pobre. La pobreza existe porque es una cuestión del cumplir o no con la Torá. Acudir a la pobreza y hacerla desaparecer no es un tema “social”, es un tema “espiritual” y “religioso”. Los que no cumplen con la Torá de sostener a los pobres, hacemos que la pobreza crezca aún más y que, por lo tanto, siempre existan los pobres. 

Por un lado, los ricos, los que tienen hoy deben por mandamiento de HaShem ayudar a los que no tienen. Es decir, “no habrá pobre entre ustedes”, si ustedes cumplen con el mandamiento de “sostener a tu hermano” ¿Cómo podría existir la pobreza si todos los que tenemos ayudamos a los que no tienen?

La pobreza no solo nos revela la pobreza espiritual de los pobres, sino que además por el contrario parte nos revela la pobreza y el egoísmo de los acaudalados que cierran su mano. 

Veamos este último versículo:

“Con generosidad le darás, y no te dolerá el corazón cuando le des, ya que el SEÑOR tu Dios te bendecirá por esto en todo tu trabajo y en todo lo que emprendas. Porque nunca faltarán pobres en tu tierra; por eso te ordeno, diciendo: Con liberalidad abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre en tu tierra” (Devarim / Deuteronomio 15:10-11)

Por un lado, tenemos el versículo que nos dice: “no habrá menesterosos”, que es mas bien una orden de HaShem para que el pueblo a través de la ayuda haga erradicar la pobreza en medio del pueblo de Dios. Pero luego en el mismo capítulo tenemos este versículo que nos dice: “Porque nunca faltaran pobres en tu tierra”. 

De esto aprendemos que la razón por la que siempre habrá pobres en la tierra es porque siempre habrá transgresores de la Torá que atraerán la pobreza a sus vidas. Ya que la pobreza viene como un castigo a una infracción de la Torá. Por eso el versículo de nuestra parashá comienza diciendo: “si tu hermano empobreciere”, es condicional, “si”. Es decir, si llego a tal punto espiritual donde sus bienes y su estabilidad económica decayó, entonces de seguro habrás de ayudarlo.

Nuestro Mesías Yeshua también cito estas palabras de la Torá que hemos leído: “a los pobres siempre los tendréis con vosotros” (Marcos 14:7) ¿y cuál fue el contexto de sus palabras?, una mujer pecadora (el sinónimo de la pobreza espiritual) se presento delante de él arrepentida, derramando un caro perfume sobre sus pies. “A los pobres siempre los tendréis”, significa entonces que siempre habrá personas que violen la Torá y que arrastren la maldición de la pobreza a sus familias, incluso hasta por generaciones, pero también nos muestra que, así como esta mujer “pobre espiritualmente” pudo ofrecer lo más costoso que tenía, así también, la pobreza espiritual se puede detener, cuando damos lo mejor de nosotros, cuando entregamos el corazón a Dios. ¡Cuánto más la pobreza material, podrá desaparecer de nuestras comunidades!, sinos volvemos consientes de la necesidad de nuestro hermano y sostenemos las vidas de los que están pasando por los flagelos de la pobreza. 

Shabat Shalom v”Shabua tov.
אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5779

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