sábado, 28 de mayo de 2022

Parasha 34 Bamidbar 5774 / El lenguaje de los numeros



Shalom amigos y hermanos esta semana nos corresponde estudiar la primera porción del libro de Bemidbar, conocido en español como el libro de Números. Nuestra parasha recibe el nombre de “bemidbar” “en el desierto”. Se trata del inicio de un complejo, pero profundo libro, lleno de sabiduría y misterios.


Nuestra porción comienza con la orden del Eterno a Moshé respecto de contar a los hijos de Israel, esto nos trae a la mente una pregunta que dará pie para el comentario de esta semana: ¿Que son los números en la mente de Dios?


El número de los salvos: 

Leemos en nuestra bendita Torá:

“Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas. De veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus ejércitos” (Bemidbar – Números 1:2-3)



Todo parece ser, que para Dios los números son un lenguaje, una forma de comunicar verdades Eternas, y no solo datos o información, al igual que las “palabras” los números son parte integral de la manera en que Hashem se comunica con sus siervos, de otro modo

¿Por qué a él le interesa que Moshé registre el conteo de los hijos de Israel? ¿Acaso no tiene Dios el número exacto de los hijos de Israel que necesita que alguien cuente por él? ¿Para qué registrar este suceso en la Torá, si él lo sabe todo? Entre las muchas respuestas que podríamos dar, casi todas serian verdaderas, y entre ellas la simple respuesta de que a él le ha placido hablarnos en el lenguaje de los números. Por lo que si estudiamos las palabras como si fueron números y los números como si fueran palabras, podremos llegar a una mejor compresión o más acabada revelación del mensaje de las sagradas escrituras.

Una extensión del conteo del libro de Bemidbar proféticamente hablando, podría ser lo que aparece en el libro de revelaciones, cuando Iojanan da testimonio de que oyó el número de lo sellados, ciento cuarenta y cuatro mil:



“Diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel” (Apocalipsis 7:3-4)

Y aunque no estamos seguros de lo que representa el número “144.000”, todo parece que es un número espiritual, que probablemente alude al número “que nadie puede contar” de los redimidos de entre todas las lenguas, naciones, tribus y pueblos, y de cómo Hashem ve espiritual y proféticamente a esas personas, pues está escrito justo después del detalle de los sellados de las tribus de Israel, que Iojanan vio:

“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos” (Apocalipsis 7:9)

Dentro de las posibilidades que manejo, la relación de estos dos pasajes que permanecen unidos dentro del mismo capítulo, tiene que ver con:


1.- Los 144.000, son la cabeza del gobierno de Hashem para las naciones, lenguas y pueblos redimidos. Es de Israel (representados en los 144.000) gobernando a través del Mashiaj a las naciones redimidas.


2.- El número 144.000 es un número espiritual que alude a otra cosa que hoy desconocemos por completo, pero que sin embargo nos muestra que en realidad los salvos y redimidos de entre las naciones son considerados “una unidad absoluta” el numero “que nadie puede contar”, más los 144.000, podrían ser una misma realidad, con distintas funciones.

3.- Los 144.000 son Israel, y los salvos de las naciones son Israel. Siendo el numero 144.000 un número espiritual, no estático, sino que totalmente amplio, que expresa la redención final de Hashem para su pueblo Israel y el éxodo definitivo de sus hijos de entre los pueblos del mundo.

No obstante esto, Hashem tiene “un número” de los redimidos que hoy ningún humano, ni ser celestial conoce, ni menos “puede contar”. Ese número solo es conocido de Él, y una vez que se complete, como nos dice la escritura, “cuando ingrese la plenitud de los gentiles, todo Israel será salvo”, lo cual nos ayuda en nuestra interpretación del punto 3. Pues todo pareciera a que en realidad la salvación del mundo depende de Israel y la salvación de Israel depende de la salvación de los que vienen de las naciones

El idioma sagrado y los números



En el sagrado idioma, el hebreo, las letras equivalen a un número. Nos cuenta nuestros sabios, y esto respaldado por los escritos del Brit Hadasha (Nuevo Pacto) que Hashem creó todo lo existente con las palabras de su boca: “Y dijo Dios, sea la luz”… Por lo cual, cada palabra o expresión que sirvió para crear contiene letras especificas que Hashem escogió poner en su Torá como el inicio de su plan creador, revelándonos que la Torá que nos dio contiene mucho más que datos históricos o informativos, sino que más bien contienen el ADN del universo y de de todo cuanto existe. Por lo que si Hashem creó todo en base a letras que luego forman palabras, del mismo modo a través de las letras que representan números creo todo un sistema matemático dentro de la creación. Un sistema exacto e infinito que contiene todas las ciencias y todas las sabidurías necesarias para la vida del hombre en la tierra.


Así los números en la Torá nos van mostrando un lenguaje superior que Hashem espera que descubramos mediante profundizamos en las sagradas escrituras.

Las letras hebreas del uno (1) al (5) cinco.

Veamos que podemos aprender de los números del 1 al 10 relacionado estos valores numéricos con las letras hebreas. No pretendemos hacer una exposición profunda, menos cabalística, pero si aportar una base “básica” para la compresión del lenguaje de los números.

א El numero 1.

La letra Alef א representa al número 1 y al número 26 (si sumamos las letras hebreas que construyen la a la alef: י yod, ו vav, י yod). Significado “amo” “maestro” “maravilla”, también representa a una cabeza de Toro. En cuanto a su significado más profundo, la alef nos revela el mundo celestial de la unidad “ejad”, pues la Torá comienza con la segunda letra del alefato hebreo, la letra bet ב y no con la primera letra, la alef. Para revelarnos que el objetivo de la creación es unirse con el plano celestial. Por el contrario la entrega de las 10 conversaciones (10 mandamientos) comienzan con la letra alef, para mostrarnos que el plano celestial de la Torá se une con los hombres a través de la observancia de los mandamientos que tienen como base a las 10 conversaciones. La alef también representa la diferencia entre la el exilio “yod” abajo, y la redención “yod” arriba, separados por una “vav”.

Nos dicen los sabios: “La persona debe verse siempre asimismo como si tuviera la mitad de meritos y la mitad de incorrecciones. Si realiza un precepto inclinara a su favor la balanza que mide sus acciones hacia el lado meritorio. En cambio si comete una falta, inclinara la balanza que mide sus acciones al lado de los desmerecimientos.


ב El numero 2.



La letra bet ב, es la segunda letra del alefato hebreo, y su valor numérico es el numero 2 y

412 si sumamos las letras hebreas de la palabra “Beit”. Como recién dijimos, la bet es la primera letra de la Torá y esto constituye una base para comprender el modelo de la creación. Como la bet equivale al número 2 entendemos que Hashem creó el mundo bajo una situación dual, ese es el plan original del Creador en esta tierra, y es el plan que debemos respetar. Dios nos hizo, Hombre y Mujer, creo el cielo y la tierra, las tinieblas y la luz, los días de la semana y el shabat, a Israel y las naciones, y mucho más, que está dominado por el concepto de la dualidad, sin embargo el propósito de esta dualidad es unirse en medio de la diversidad y lograr ser una unidad (ejad) celestial, como está escrito:

“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en el Mesías Yeshua” (Gálatas 3:28)

En el mundo celestial, donde está el Mesías Yeshuá, todo es una unidad y ese es el plan de la creación que viviendo bajo la dualidad, respetando esta dualidad, podamos hallar juntos el camino de la unidad en el nombre del Mashiaj Yeshuá.

La bet representa además una “casa” pues casa en hebreo es “bait”, el midrash se pregunta

¿Por qué creo Di.s el mundo? Nos dice que deseaba una casa ¿Y qué definimos por casa? Es el lugar al cual uno retorna luego de hacer los negocios terrenales, donde nos explayamos y somos realmente como somos. Así Hashem creó el mundo para retornar cada vez a su casa, y tener una relación verdadera con su pueblo y sus hijos.


Nos dicen los jajamim (sabios) de nuestro pueblo, que las tablas de la Torá estaban escritas por 2 lados. El talmud cita la siguiente enseñanza que lo relata: “Dijo Rab Jisda: “Las letras mem ם y samej ס que constaban en las tablas de la Torá entregadas en el Sinaí se mantenían en el aire dentro de las tablas milagrosamente, es decir el centro de las mismas estaba suspendido y no se caía.

ג El numero 3.

La guimel ג es la tercera letra del alefato hebreo, y equivale al número 3. Su diseño está compuesto por una ו vav, y una י yod, representa a un hombre rico corriendo, y a un camello. Otros de sus significados son: “nutrir, destetar, camello, puente”.



El talmud expresa que el numero 3 representa a la Torá que fue otorgada en el tercer (3) mes de sivan, a Moises, que fue el tercero (3) de tres niños de su familia, y además entregada el tercer (3) día de la separación conyugal que Dios exigió antes de entregarles la Torá al pueblo de Israel.


La Torá fue entregada a un pueblo formado por 3 grupos: Los Kohanim (Sacredotes), los levitas y los israelitas. Y finalmente tenemos que nuestras “Tanaj” está compuesta de tres grupos: El Jumash (los 5 libros de la Torá), Los Neviim (Los profetas) y los Ketuvim (Las sagradas escrituras).

Así las escrituras constituyen en sí mismas un trió de testigos para Israel y las naciones. Como lo establece la Torá que el máximo de testigos necesarios para un juicio ante el Beit din (casa del juicio) es el numero 3. Por lo que el numero 3 y la letra guimel representan también al testimonio, a los testigos fieles. Lo cual podemos relacionarlo perfectamente con el pasaje de la primera carta de Iojanan: “Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan” (1Juan 5:8) que revelan los tres testigos de la redención y justificación del alma de una persona. Y respecto de la “salvación”, podemos decir que Yeshua a Mashiaj es un tercero, entre la enemistad latente de la humanidad y Dios, a causa del pecado, siendo Yeshuá el medio de la reconciliación.

El sabio Shlomo (Salomón) dijo: “¿Acaso no te he escrito tríos, para que te sean de consejo y de sabiduría?” (Proverbios 22:20)

ד El numero 4

La ד dalet es la cuarta letra del alefato hebreo, y su valor numérico es 4. En su diseño está compuesta por una yod y una resh. Representa: “un pobre”, “puerta”, “alzar”, “jamba de la puerta y dintel”. Respecto de esta letra recordamos las palabras de nuestro amado Mashiaj Yeshuá, cuando dijo:

“Volvió, pues, Yeshuá a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta (dalet) de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos” (Iojanan – Juan 10:7-9)

En la mishna en el tratado de shekalim nos dice que en el templo sagrado había una habitación llamada “la cámara silenciosa”. Uno entraba en ella solo y cerraba la puerta tras de sí. En la habitación había una pequeña caja para dar dinero o para dejar dinero, cada uno tenía la opción de dar o sacar dinero. El rico entraba solo y dejaba dinero para el pobre que entraría a sacar dinero, todo se hacía de forma muy discreta.

En el rebaño de Yeshuá, hay ovejas de todas las clases sociales, ricos y pobres, y él es la puerta para entrar en la habitación de la bondad, donde llevamos a cabo el mandamiento de “amar al prójimo como a uno mismo” solo debemos vivir según su ejemplo.

Respecto del numero 4, nos dicen los jajamim (sabios) (Mishna, en el tratado de avot 5:10, Rashi) Existen cuatro tipos de individuos con cualidades dispares.

El individuo medio dice: “lo mío es mío y lo tuyo es tuyo”.

El individuo ignorante dice: “lo mío es tuyo y lo tuyo es mío”, es un ignorante que no sabe discernir entre lo suyo y lo de su prójimo.

El individuo generoso dice: “lo mío es tuyo, y lo tuyo es tuyo”. El individuo perverso dice: “lo mío es mío y lo tuyo es mío”

ה Número 5.

La hei ה es la quinta letra del alefato hebreo, y equivale al número 5. Su diseño corresponde al alto y ancho de la dalet ד, más una yod י equivalen a la espiritualidad. También representa el “pensamiento” “habla”, “la acción”.

La hei con su pequeña apertura hacia el cielo nos muestra el camino de la teshuva (retorno), esto nos lo dice el Talmud en el tratado de Shabat 104ª. Para poder apreciar el concepto de teshuva contenido en la letra hei es necesario compararla con la letra jet ח, octava letra del alefato hebreo. Ambas letras son muy parecidas: “ה ח” pero no son iguales, pues solo la hei contiene esa pequeña abertura hacia arriba. Un ejemplo para graficar esto, es lo que le sucedió a Caín, al cual, luego de haber odiado a su hermano, Hashem le dice: “El pecado llama a tu (jatat) puerta” (Génesis 4:7) La abertura (o puerta) en la parte inferior de ambas letras, hei y jet, representan al pecado. Con la jet no hay posibilidad alguna de eludir al pecado sin caer en la transgresión (es decir la única salida es la parte inferior, el pecado). Pero la hei tiene otra abertura, otro curso posible de acción, ese pequeño escape es la acción de retorno al Creador, llamada Teshuva.

Esta letra también está conectada con el Mashiaj, en el zohar (III, 153 b) se nos comenta que en los días del Mashiaj, él hará que todos hagan teshuva, hasta el recto. Cada persona llegara a darse cuenta de la necesidad de retornar al Creador, pues cualquiera sea su nivel podrán elevarse aún más.

6 comentarios: