domingo, 29 de mayo de 2022

Parasha Bamidbar 5780 / Moed - Un tiempo designado




Moed - Un tiempo designado

Shalom Javerim: 

בס״ד - Bs”D – con la ayuda del cielo - estamos estudiando esta semana la parashá “BaMidbar” (En el desierto).  En esta oportunidad me gustaría que pudiésemos comentar el siguiente versículo de nuestra bendita Torá:

“Dios hablo a Moisés en el desierto de Sinaí, en la tienda del encuentro” (Bemidbar / Números 1:1) (Versión RV 1960)

וַיְדַבֵּ֨ר יְהוָ֧ה אֶל־מֹשֶׁ֛ה בְּמִדְבַּ֥ר סִינַ֖י בְּאֹ֣הֶל מֹועֵ֑ד

La porción de esta semana nos trae una palabra muy especial, la palabra hebrea “Moed” (מֹועֵ֑ד) que marcamos en amarillo en el versículo a comentar, a través de la cual podremos hacer una bonita reflexión.

Nos dice la Torá que HaShem le hablo a Moshé en el “Ohel Moed” (Tienda del encuentro) –. Pero la traducción de la palabra “Moed”, no es precisamente un “encuentro”. Ya que un encuentro, puede ser algo fortuito, lo que aleja del real sentido de la palabra מֹועֵ֑ד, que es una: CITA DESINGADA.

El comentarista Rashi dice que מֹועֵ֑ד corresponde a: fijar un lugar o un tiempo designado para un propósito especifico, y por lo mismo, “encuentro”, no es la traducción más cercana para nuestra palabra. El arca (aharon hakodesh), tenía la misión de servir de lugar designado para la cita entre HaShem y Moshé.

Cuando el eterno habla acerca de sus festividades, y lo digo porque son suyas, que dio a su pueblo Israel para guardarlas, en el libro de Levítico cap. 23:1. Para referirse a ellas, siempre usa la palabra “moed”.

דַּבֵּ֞ר אֶל־בְּנֵ֤י יִשְׂרָאֵל֙ וְאָמַרְתָּ֣ אֲלֵהֶ֔ם מֹועֲדֵ֣י יְהוָ֔ה אֲשֶׁר

Lo cual quiere decir, que las “moadim” – son las citaciones designadas de HaShem – tiempos precisos en el horario y calendario espiritual de la Torá, donde él se reúne con su pueblo de una forma especial, dejando todos sus otros asuntos de lado, para tener una cita con nosotros su pueblo. Esto nos revela que a través de las “moadim” de la Torá, HaShem tendrá una cita especial con nosotros ya sea en Shabat, cada semana, o en las demás festividades, a través de cada una logrará un trabajo particular en nosotros, en Israel, y en el mundo entero, llevándonos finalmente a la redención completa en aras del Mesías Yeshua, amen.

Lo mismo sucedía con Moshé. HaShem no hablaba con él en cualquier lugar del campamento de Israel, sino que solo lo hacia en un lugar designado particularmente, el aharon hakodesh (el arca santa).

Asimismo, no cualquier día del año se presentaba delante de él, en el lugar kodesh hakodashim (santo de los santos), el sumo sacerdote, sino que solo una vez al año, podía ingresar, ya que ese era el tiempo designado para hacerlo.

Todo esto nos revela algo del carácter de HaShem, y es que él es un Dios de orden y no de confusión, como dijera el Rab Shaul (1.Cor. 14:33), y un Dios ordenado, que tiene una cita designada para cada cosa y un tiempo establecido para la humanidad, por lo que no podemos subestimar el plan divino, todo está perfectamente controlado por él, y nada se le ha ido de las manos jamás. Y Si esto es así para la humanidad, lo es con mucha más fuerza para Israel, pues con nosotros, su pueblo, HaShem tiene tiempos designados específicos, de los cuales nosotros debemos sacar provecho. Como ya hemos dicho, shabat y todas las festividades descritas en la Torá.
Pero aún más allá, y aquí me quiero detener, también cada uno de nosotros tiene un tiempo designado por Dios, como lo tenía Moshé para hablar con él y que él hable con nosotros.

Si vamos al análisis general, cada persona tiene un día, y una hora, en la que debe oír el llamado de HaShem, como esta escrito: “Si oyeres hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”. Es decir, hay un “hoy” – y por lo tanto una época, en la cual HaShem llama a la persona a la teshuvá, a una vida de Torá y espiritualidad. Si la persona, no lo logra ver las alusiones de HaShem, y endurece su corazón en ese tiempo, que es el “moed” individual para su vida, ¿podrá acercase después a HaShem, cuando ya no sea su tiempo? Todo parece indicar, que siempre hay una oportunidad, pero nada asegura, que al rehusar creer en él, y no volverse a Dios, cuando HaShem mismo está gestionando la llamada, se produzca una segunda oportunidad. Pues HOY es el tiempo, es ahora cuando él sigue llamando, ¿Y quien tiene asegurado el mañana?

Veamos que es lo que paso con nuestro amado Mesías Yeshua, y su visitación a su pueblo Israel, que sin duda alguna, un tiempo designado por HaShem, como está escrito:

“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4)

Sobre este mismo tiempo de visitación que recibió Israel, por medio de Yeshua nuestro Mesías, él dijo lo siguiente:

“Y cuando llegó cerca y vio la ciudad, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh si tú hubieras conocido, siquiera en este día, lo conducente a la paz! Pero ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos levantarán torres de asedio contra ti, y te rodearán por todos lados, y te arrasarán con tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación. (Lucas 19:41-44)

¿Qué hubiese pasado si Israel hubiese entendido su “moed”, el tiempo designado para su visitación? Sin duda la redención final hubiese llegado, y no estaríamos aún en el exilio. Si hubiesen conocido “su día”, su tiempo designado, la historia de la humanidad sería otra.

De hecho, este es un LAMENTO del Mesías respecto de nosotros su pueblo. Y ese lamento, tiene como argumento principal, que no supimos discernir el “moed” de HaShem, en visita de nuestro santo Mesías Yeshua.  

Actualmente estamos viviendo también un “tiempo designado” por HaShem, para tratar con toda la humanidad, pero: ¿Lo estamos entendiendo realmente cómo debemos?. El coronavirus, no es solo una enfermedad pandémica, sino que es un tiempo designado por el tribunal celestial para que el pueblo de HaShem despierte espiritualmente, y reflexione sobre sus caminos y conducta. Para que toda la humanidad se detenga y comprenda realmente lo que somos: seres humanos, que no somos dueños de nada. Lo único que nos pertenece es el tiempo ahora, el hoy, que se nos ha dado, para buscar a HaShem, y es sobre esto que debemos reflexionar, como está escrito:

“Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado. Ciertamente en la inundación de muchas aguas, Éstas no llegarán a él” (Tehilim 32:6)

“porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido: ¡He aquí ahora el tiempo aceptable! ¡He aquí ahora el día de salvación!” (2Co 6:2)

¿Cuál es este tiempo del que hablan estos versículos? Este tiempo es ahora, es hoy, pues mientras se pueda oír, y mientras la persona pueda buscar a HaShem, será el tiempo propicio para hacerlo. Pero la persona no puede confiarse, diciendo: “mañana lo haré”, porque incluso el verdadero arrepentimiento, solo es concedido al hombre desde el cielo, por lo que nada esta totalmente en nuestras manos. Aún así, la persona debe hoy y ahora, desear con su alma completa retornar a su creador, mejorar como individuo, y desear andar en la senda del bien, pues no sabe cuando llegara “su tiempo designado, solo para él”, en el que se presentara a travesando las puertas de la muerte delante del Creador.

Hoy es tiempo de buscar a HaShem, y no dejarse endurecer por el engaño del pecado:

“Antes bien, exhortaos los unos a los otros cada día, en tanto se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado” (Hebreos 3:13)

Como vemos, la mayoría de los tópicos de esta vida están supeditados a un moed, una cita designada por HaShem, con alguien en particular: La humanidad, Israel, cada hijo de HaShem de forma individualmente hablando y cada persona del mundo, tendrá su momento frente al rey de toda la tierra.

“¡Buscad a YHVH mientras puede ser hallado! ¡Invocadlo, mientras está cerca! ¡Deje el malo su camino, Y el inicuo sus pensamientos, Y conviértase a YHVH, que se apiadará de él; A nuestro Dios, que es grande en perdonar! (Isaías 55:7)
אברהם בן יעקב

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