martes, 22 de febrero de 2022

Parasha 22 VaYakel 5774 - ¿Cuanto importa la Kahal de Yeshuá?



COMENTARIO DE LA PORCIÓN SEMANAL DE LA TORÁ

Parashá 22 VaYakhel 
Éxodo 35:1 – 38:20

Esta semana estamos estudiando la parashá vayekel, la cual nos habla acerca de las ofrendas que los hijos de Israel recolectaron para la construcción del Mishkan. La palabra “vayekel” quiere decir “e hizo que se reuniera” lo cual nos da pie para nuestro comentario. Solo un líder como Moshe o con la sabiduría y el espíritu santo que había en Moshé puede lograr hacer reunir a una kahal (congregación) devastada por el pecado. La Torá viene a mostrarnos que después del grave pecado del becerro de oro, Moshe pudo a través del poder que Hashem había puesto en sus labios conseguir la voluntad de todo un pueblo, que con mucha intención se unieron en pos de la petición de su líder. Moshe les hizo tener fe en Hashem, tal fe, que pudiesen entender que Hashem les había perdonado y por lo cual no podían seguir divididos, sino que debían unirse en pos de esta nueva oportunidad que Hashem les daba. Moshé y sus plegarias a Hashem, consiguieron que Él se moviera a misericordia y finalmente perdonara a Israel de sus pecados.

Todo esto nos abre un abanico de enseñanzas respecto de la importancia de una Kahal para las personas y familias como grupos individuales que deben sin embargo buscar la unidad y la fraternidad formando parte de la kahal de Yeshua. Veamos que podemos aprender:

Leemos en la bendita Torá:

“Moshé convocó a toda la comunidad israelita. Les dijo: “Estas son las cosas que Hashem ordenó hacer” (Ex. – Shemot 35:1)

Este relato es la continuación de Ex. 34:29, el día después de Iom Kipur (día del perdón). Cuando Moshe había descendido con las nuevas tablas del pacto de la Torá. Bajo esas circunstancias Moshé consiguió tener un pueblo unido, solo después de que Hashem había perdonado su pecado, como ya dijimos el líder pudo inspirar en ellos fe en el perdón del cielo. El pecado dentro de las congregaciones rompe toda unidad y evita por lo tanto que la presencia del santo bendito se manifieste, pues él hace descender su oleo donde los hermanos habitan juntos y en armonía. Sin embargo cuando una comunidad hace teshuva (retorno a él) entonces del cielo es ayudada y la unidad surge como un verdadero milagro. Ahora bien, respecto del funcionamiento de la Kahal de Yeshúa, de su importancia, de su misión en este mundo, son muchas los puntos que se pueden tocar, pero solo señalaremos algunos respecto de cada punto para poder generalizar más y lograr el objetivo del comentario de esta semana, que es que usted pueda comprender la gran importancia de la congregación de Yeshúa.

El Líder:

Lo primero que debemos decir es que la Kahal de Yeshúa en el mundo espiritual, y terrenal tiene una cabeza, y esa mayor autoridad es Yeshúa HaMashiaj, como bien lo enseña el Rab Shaúl de Tarso: “él es la cabeza de su cuerpo que es la kahal” “La cabeza del Mesías es Di.s y la cabeza del hombre es el Mesías” No obstante aquello, todas las congregaciones de Yeshúa tienen y deben tener un líder que les dirija. El modelo de la Torá, nos revela que los líderes son “dones” es decir; son regalos de Hashem para su kahal, dados a la comunidad a fin de perfeccionar a los santos, para prepararlos a que se capaciten y sean aptos de participar en la construcción de este edificio espiritual que es la kahal de Yeshua. Esta escrito por el Rab Shaul de Tarso: “y subió al cielo y repartió dones a los hombres” lo cual nos muestra que estos hombres que poseen los dones se transforman es un regalo de Hashem para la humanidad.

Está escrito:

“Y constituyeron ancianos en cada kahal (congregación), y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído” (Hechos 14:23)

“Y a unos puso Dios en la kahal, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros” (1 Corintios 12:28)

Una congregación necesita un líder, que tenga las características de Moshe. La Parasha de esta semana comienza diciendo: “Moshé reunió” Es decir el líder es esa persona con la capacidad de conducir, dirigir, administrar a un grupo de personas, y que finalmente a pesar de las pruebas, pecados, logra reunirlos en pos de Hashem, y la kahal oye la voz de ellos y los sigue. Como bien diría nuestro santo maestro Yeshua; “Las ovejas conocen la voz de su pastor y lo siguen” No todos son líderes, y no todos saben liderar. Los líderes son personas con una capacidad espiritual delegada del cielo, por lo cual ellos no adquirieron la virtud de llevar a un pueblo de forma humana, por lo que cualquier persona que pretenda liderar debe pedir y rogar al cielo que lo revista de esos dones a fin de que sea útil al cuerpo del Mesías y no un problema más dentro del cuerpo.

La sujeción:

En esta parashá vemos como la congregación de Israel logro OBEDECER a su líder Moshé. Nos cuenta la Torá, no solo que se reunieron a oír lo que Moshe les mandaría, sino que hicieron lo que Moshe les pidió, las ofrendas para la construcción del Mishkan y trajeron tanto que les sobro. La congregación de Yeshua, no puede no estar sujeta a un líder y entre sí.

“Someteos unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:21)

Por otra parte el líder no está puesto en esa posición para beneficiarse de la congregación egoístamente, como para lograr objetivos económicos, o manejar la vida de las personas de forma tirana. Un líder no debe ser un dictador del pulpito, ante todo debe amar a sus ovejas, enseñarles con amor y respeto, y servirles, pues como dijo nuestro amado Mesías Yeshúa: “el que quiera ser el mayor entre vosotros, que sea vuestro servidor” También está escrito: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el espíritu santo os ha puesto por obispos, para apacentar la Kahal del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” (Hechos 20:28)

Ahora bien, lo anterior no le resta autoridad al Líder, mientras más amor demuestre el líder por su congragación, mientras más servicio y trabajo haga el líder hacia su comunidad, más autoridad del cielo tendrá en la comunidad y por lo tanto más sujeción la congragación tendrá hacia él. En la Torá no existe eso de “yo voy por libre”, o sea, las personas que no quieren sujetarse a nada y a nadie, en la fe Judía es un principio básico hacerse de un Rabino, sino tienes un Rabino hazte de un Moré, de un Roe (Pastor), de un hermano o amigo que sepa más que tú si no tienes aún la posibilidad de reunirte en alguna comunidad más establecida. Es decir, no está aprobado en la Torá, ser “llaneros solitarios”, (por internet no se vive en verdadera comunidad). Según nuestro amado Mesías Yeshúa: “donde hay dos o tres en su nombre ahí él está en medio de ellos”, por lo cual, el que está “solo” debe buscar un amigo, y ya estará cumpliendo con la halaja del Mesías, y se estará sujetando a alguien y comenzando a vivir en una kahal, pues para que exista una kahal, solo se necesitan dos personas. Basta con 1 familia dispuesta a reunirse para orar, estudiar la bendita Torá, y dar a gracias al Eterno y ya se estará formando una kahal. Bien dijo el Rab Shaul: “Someteos los unos a los otros” Esto nos muestra que el objetivo de formar parte de una kahal o comunidad es aprender a tolerarnos, respetar nuestras diferencias, aprender amarnos a pesar de nuestras personalidades diferentes y opiniones distintas, solo a través de estas experiencias se crece en la fe de los santos. Quien crea que la comunidad de Yeshúa es una comunidad virtual y que con eso basta, está muy equivocado, solo en la comunidad PRESENCIAL, es donde el alma del creyente es nutrida, es probada, y finalmente crece y madura, de aquí la verdadera importancia de una kahal.

Como está escrito:

“Saludad también a la kahal (congregación) de su casa” (Romanos 16:5)

“Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la Kahal que está en su casa”. (Colosenes 4:15)

Si no tienes un lugar donde reunirte, de seguro tienes tu casa, tu pieza, y a tu esposa e hijos, o a un hermano o amigo al cual invitar.

El concepto de Kahal:

Ahora bien el concepto de kahal es variado en las escrituras, pero uno de ellos es el más importante. Primero como vimos “Kahal” puede entenderse como el lugar donde se reúnen los redimidos a servir a Hashem mediante las suplicas, alabanzas y la instrucción de las sagradas escrituras hebreas (Romanos 16:5) (Colosenses 4:15). Sin embargo, en realidad Shaul no se refiere al lugar como Kahal, sino que a las personas que se reúnen en él.

Por otra parte, Kahal también alude las “Kehilot” (congregaciones en plural) que están dispersas en distintas partes del mundo, todas estas forman la “congregación de Yeshua” en el mundo. (Efesios 5:32). Lo cual tampoco alude a los templos, sino que los “grupos de personas” que conforman la congregaciones de Yeshúa en el mundo, todas unidas son la Kahal de Di.s.

Está escrito:

“No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios” (1Corintios 10:32) 

La Kahal de Di,s es la composición celestial, la unión de judíos y gentiles, hombres y mujeres, creyentes en Yeshua que han nacido de nuevo, en el plano celestial a través del Mesías Yeshua, en quien según Shaúl: “ya no hay Judío ni Griego, hombre ni mujer”. Se está refiriendo al mundo celestial, donde existe tal “ejad” (unidad) a causa del Mashiaj Yeshua, que no aplican ciertos conceptos que en este mundo podrían diferenciarnos lógicamente, pues aquí, y también allá cuando Shaúl escribía esa enseñanza, aún existían; Judíos y Griegos, Mujeres y Hombres. Por lo cual, el concepto de Kahal si bien Torácicamente hablando alude a la congregación de Israel terrenal, también ahora alude al concepto del ISRAEL DE ELOHIM celestial, compuesto por Judíos y no Judíos (hombres y mujeres) a través de Yeshúa el Mesías.

Lo que quiero decir, más allá de la explicación teológica, es que nosotros “no vamos a la kahal”, nosotros constituimos esa kahal, nosotros somos la kahal de Yeshua en el mundo celestial que opera con base en el mundo terrenal. Ahora bien, esto tiene tanta importancia que es necesario detallarlo con de forma más extensa.

Por ejemplo, muchos de nosotros hemos visto como nuestras familias de sangre luego de que nosotros comenzamos a profesar la fe Judía en Yeshua como Mashiaj de Israel, nos ha dejado de lado, por considerar que nuestra visión de las escrituras es herética por el solo hecho de no tener una fe Católica o Protestante, sino que una fe que huele muy Judía. Esto es evidencia real y concreta de quien es realmente nuestra familia, por lo cual nos preguntamos, ¿Quién es nuestra familia?

Está escrito:

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19)

Dios tiene una Kahal, Dios tiene una familia, de la cual ahora somos parte y asombrosamente sucede que en muchos casos, esa familia no es nuestra familia sanguínea. Esto nos muestra que en realidad la congregación de Yeshua es una comunidad de hermanos que llegan a quererse tanto como una familia sanguínea. Donde los varones se ven todos como hermanos, a las hermanas jóvenes, como a hermanas pequeñas con toda pureza, a las hermanas mayores como a Madres con todo respeto, a los ancianos como a Padres y Abuelos de quien aprendemos todas sus lecciones y experiencias. La kahal es muchas veces más familia que nuestras propias familias. Y con esto no quiero decir que no amemos a nuestras familias sanguíneas, todo lo contrario debemos rogar a Hashem por nuestras familias para que pronto lo conozcan y también pasen a formar parte integra de la familia de Dios. Aun así, nuestros hermanos de la comunidad son las únicas personas en el mundo que hablan nuestro lenguaje, son a quien podemos pedirle un consejo espiritual. El Rabino y sus consejos han llegado a ser más poderosos que las enseñanzas de un Padre inconverso. Es esa la comparación que quiero que usted vea. Solo de ese modo sabremos cual es la importancia de la kahal de Yeshua.

Todo esto no nos debe sorprender, pues bien nos dijo nuestro amado Mesías:

"Cualquiera que me confiese delante de la presencia de otros, Yo también le confesaré en presencia de mi Padre en el cielo. Pero cualquiera que me niegue delante de otros, Yo le negaré delante de mi Padre en el cielo. No supongan que Yo he venido a traer paz a la tierra. ¡No es paz lo que he venido a traer, sino espada! Porque he venido a poner al hombre en contra de su padre, a la hija en contra de su madre, a la nuera en contra de su suegra; por tanto, los enemigos del hombre serán los miembros de su propia casa" Cualquiera que ame a su padre o madre más de lo que me ama a mí, no es digno de mí; cualquiera que ame a su hijo o hija más de lo que me ama a mí, no es digno de mí. (Mateo 10:32-37)

Es normal que habiendo nacido de nuevo, que habiendo conocido al Mesías Judío, nuestros propios familiares nos rachasen ¿Qué debemos hacer? Nuestro amado Mesías nos enseñó: “Orad por quienes os persiguen”, la clave de todo está en la oración, cuando una persona ruega a Hashem por otra, la persona que ora se llena de amor hacia su enemigo, y permite que Hashem actué en favor del enemigo con tal de cambiarlo. Esa es la única manera, veras como un amor sobrenatural desciende sobre ti por esa persona y veras como Hashem actuará cambiando el corazón de esa persona volviéndolo hacia ti y hacia a él.

Con todo lo que hemos dicho, la Kahal está compuesta de familias, y sin las familias no habría Kahal. Es decir todo comienza por casa, si quieres vivir todo el tiempo con la familia de Dios y tienes familia propia, primero es tu familia, luego a causa del esfuerzo que das hacia tu familia, Dios te recompensará y hará que tu familia sea parte de la familia de Dios al igual que tú.

Un claro ejemplo para poder graficar este gran detalle, es lo que el emisario Shaul le escribe a los que pretender ser ancianos o pastores de una kahal:

“Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la kahal de Dios?) (1 Timoteo 3:4-5)

Ahora bien todo esto es reciproco ¿Dónde puede el hombre aprender a ser un buen pastor de su casa primero? Solamente en la kahal a través de la instrucción de la palabra de Hashem. Ahí puede aprender para luego hacer todo lo aprendido en su casa. ¿Cómo saber si lo está haciendo bien o mal? Hashem le ha dado una vara de medir al hombre, y esta es su mujer, ella será el instrumento que Dios usara para revelarte a ti de qué manera estas procediendo, si estas poniendo en práctica o no lo que has aprendido en la Kahal. Por esta razón es tan necesario, asistir a la kahal, como está escrito:

“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. (Hebreos 10:25)

“Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo (Hechos 15:21)

El ultimo verso que ponemos, es maravillo, pues representa todo aquello que es la kahal de Yeshua, nos revela cuán importante es formar parte de una comunidad, pues solo la kahal es el baluarte de verdad. La expresión del verso “a Moshe tienen”, es igual a decir: “TIENEN TORÁ” o mejor aún “TIENEN VERDAD” - es decir las personas que van en Shabat a sus kehilot, asisten a ellas para que se les enseñe la VERDAD de la Torá que reside en esas kehilot. De ese modo, cada Shabat, aprenden como conducirse en sus vidas propias, en sus matrimonios, en sus relaciones interpersonales, en sus trabajos, en sus negocios y mucho más. Por esta razón la Kahal de Yeshua es tan importante, solo esa familia es llamada en la tierra “la familia de Dios”, “el pueblo de Hashem”, “Casa de Dios” “Columna y baluarte de la verdad”, y ¿qué es la verdad? Torá es verdad, su palabra es verdad.

Como está escrito:

“Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la kahal del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. (1Timoteo 3:15)

Shavua Tov- Buena Semana

Parasha n° 22 Vayekel 5780 - El coronavirus y el Shabat


COMENTARIO DE LA PORCIÓN SEMANAL DE LA TORÁ

Parashá n°22 VaYakhel 5780
Éxodo 35:1 – 38:20

EL CORONA-VIRUS Y EL SHABAT


Shabat Shalom Javerim: 

בס״ד - Bs”D – con la ayuda del cielo - estamos estudiando esta semana la parashá Vayakel (Y congrego).  En esta oportunidad me gustaría que pudiésemos comentar el siguiente versículo de nuestra bendita Torá:

“Seis días se trabajará, pero el día séptimo será para vosotros santo, shabat solemne para HaShem; todo el que haga en él alguna obra, ha de morir” (Ex/Shemot 35:2)

La parashá de esta semana nos trae maravilloso regalo del mandamiento del shabat, y nos trae la obligación que recae sobre todo el pueblo de Israel, en guardar el shabat, pues dice: “será para vosotros santo, solemne para HaShem”. Esta expresión pudiese ser excluyente y lo es respecto de las demás naciones, la Torá establece que el shabat es una señal entre Israel y el Eterno, y no una señal para las naciones. Somos nosotros el remanente en el mundo, responsables de cuidar el shabat, recordarlo y observarlo.

Sin embargo, una de las cosas que más nos llama la atención hoy en el contexto mundial en el cual nos estamos desarrollando, es que el mundo entero, este sábado, estará en sus casas, de una u otra forma, obligados por esta pandemia que azota el mundo, “cuidando shabat”. Está bien, muchos en el mundo, no estarán conectados con HaShem, ni con su torá. Lo más probable es que muchos estén en sus casas viendo televisión o haciendo otras cosas y que sean los menos, quienes aprovechen este día para conectarse con HaShem. No obstante, esto, este shabat va a ser uno muy especial, pues será el primer shabat en 70 años, desde la declaración del estado de Israel, en que no habrá abiertos cines, malls, restaurantes, estadios deportivos, etc. El mundo casi entero, estará obligado a guardar el shabat, por lo cual debemos hacer hincapié en todos los beneficios que hay en el shabat, en relación a lo que vemos que está sucediendo hoy en todas las naciones de la tierra.

¿Qué enseñanzas podemos sacar del Shabat, en relación con lo que el mundo enfrenta hoy, con esta pandemia llamada coronavirus?

1.- El shabat nos muestra que HaShem es el dueño y creador del planeta.

Nuestro amado Mesías Yeshua enseño diciendo: “el shabat se hizo para el hombre, y no el hombre para el shabat”.

Esto significa que el shabat es un regalo del creador para la humanidad. Cuando dice “para el hombre” se refiere al género humano, y no solo a Israel. Esto a pesar de que la Torá establece que el shabat es una señal entre Israel y HaShem, y que Israel es el pueblo obligado a guardarlo. Las naciones también en un futuro guardaran el shabat: Y vaya forma de comenzar!

Así está escrito: “Y sucederá que de luna nueva en luna nueva y de día de reposo en día de reposo, todo mortal vendrá a postrarse delante de mí--dice HaShem” (Yeshayahu/Isaías 66:23)

HaShem quiere que a través del regalo del shabat, las personas puedan entender y reflexionar, sobre sus vidas y hacia donde las dirigen. Es el shabat, desde el principio de la humanidad, ha sido un día “santo”, separado por HaShem, y un catalizador espiritual para la humanidad. Y es por esta razón, que hoy, teniendo una pandemia sobre todo el mundo, nos vemos obligados a decir, que este es un shabat muy especial. Por fin, después de muchos años, desde la creación del estado de Israel, el planeta descansara de tanta intervención espiritual y material en este día sagrado. Esto traerá consigo una aproximación de mucha provisión espiritual para toda la humanidad.

No en vano escribieron los jajamim: “Si el pueblo de Israel guarda dos shabat seguidos, vendrá el Mesías”. Y aunque esto es una “lashon habait”, una forma exagerada de los rabinos, para mostrarnos el poder de observar el shabat. Debemos considerar no en menos el poder que tiene el cuidado del shabat y el beneficio que puede traerle a la humanidad.

La mayoría de las personas del mundo tiene un sentimiento temor, que se llama “no perder el control”. Pero el shabat nos trae a memoria que, en realidad, la tierra y el ser humano, tienen un origen en el Creador de todo, HaShem bendito es ÉL, y que en realidad, todo lo que pasa hoy en el mundo está controlado por ÉL. Por lo cual, nosotros su pueblo no debemos temer. El shabat nos invita a perder el control de forma positiva, es decir, entregándole el mando al dueño del mundo, confiando en HaShem. Eso hacemos en Shabat. Dejamos de trabajar, para que él trabaje en nosotros y por nosotros. Confiamos en que tal como él cuida el mundo y lo crea, traerá para nosotros la semana entrante, sustento, cuidado, y salud espiritual y material. ¡Qué bueno es HaShem!

Estamos muy acostumbrados a esta ilusión de “tener el control” de todo. Pero NO existe tal cosa. Nunca lo hemos controlado todo y nunca lo haremos. Salimos de nuestras casas, “seguros” de que volveremos a ellas, e ignoramos que es un ángel de HaShem que va con nosotros cuidándonos todo el tiempo, y que, asimismo, es un ángel de HaShem quien se queda en el hogar cuidando a los niños, o va con ellos a la escuela. Pensamos que todo está controlado por nuestras manos y sistemas, hasta que nos damos cuenta, que, por un accidente de la noche a la mañana, o por una enfermedad, Dios no lo permita, no volvamos nunca más a “tener el control”. ¡Por eso es tan bueno confiar todo el tiempo solo en HaShem!

El Shabat nos muestra a Di-s como el dueño del mundo, y como el único que interviene en él y en su destino. Así nos dice el Tehilim/ Salmos 24:1: “De HaShem es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan”

Por lo que nuestra forma de ver la vida, de entender cada asunto debe cambiar. Debemos comenzar a tener verdadera emuna en HaShem, y saber que todo lo que pasa en el mundo es para nuestro bien. ¡Incluso una pandemia tan devastadora, como el coronavirus! HaShem está al tanto de todo, y él controla e interviene su mundo con total justicia, acercándonos a todo el genero humano al destino final de nuestra completa redención.

2.- El Shabat potencia la familia.

El shabat nos permite reunirnos en torno a una mesa. Cada viernes por la tarde cantamos salmos, damos gracias, recitamos el “kidush” (santificación) del shabat, y compartimos la porción semanal de la Torá con la familia, y obtenemos un verdadero descanso familiar. HaShem nos da este regalo semana tras semana. Tenemos 6 días donde corremos, y vamos de un lado a otro, de domingo a viernes nos agitamos en distintos asuntos, pero en shabat, estamos invitados y obligados a dejar todo ese ir y venir, para sentarnos en una mesa y compartir la Torá de HaShem en familia.

Cada vez el padre de familia pone sus manos sobre la cabeza de sus hijos diciendo: “Que el Eterno te haga tal cual le hizo a Efraim y Menashe” en el caso de los varoncitos, o “Que el Eterno te haga tal cual le hizo a Sara, Rivka, Rajel y Lea”. Estanos sellando sus destinos para que las familias que vengan a través de ellos obtengan las bendiciones dadas a nuestros patriarcas, como está escrito: “en ti serán benditas todas las familias de la tierra”.

Hoy muchas familias tendrán que sentarse alrededor de una mesa, para compartir los alimentos. Es muy posible que, en el mundo, las personas vivan esta realidad de forma incomoda, ya que, lo que para nosotros es normal, sentarnos y participar de una buena cena en torno al shabat, para otras personas es algo “anormal”, ya que cada uno corre a su lado a diario, sin tener una mayor relación familiar.  Por lo cual sentarse en una mesa, para muchos será algo muy difícil. El mundo está al revés, ¿Qué es normal para el mundo? Lo que para la torá es anormal. Que no podamos compartir en familia, es algo totalmente anormal para la Torá. Pero para el mundo, vivir en sus empresas, trabajos y estudios, es “normal”, aun cuando se sacrifique el tiempo de la familia, y se caiga en desastres aún peores como las rupturas de los matrimonios y el desvió sin retorno de los hijos, que HaShem no lo permita nunca.

La torá nos dice que Bilaam vio las tiendas de Israel y dijo: “Ma Tovú Ohaléja Iaakov mishkenotéija Israel” – “CUAN HERMOSAS SON TIENDAS, YAACOV, TUS MORADAS ISRAEL”. Se refiere al hecho de que las familias de Israel son hermosas, y sus moradas son una verdadera bendición, y ser parte de ellas es un regalo divino. ¿No te sientes así, cada vez que tienes que partir la jala con tus hijos cada shabat? Pues así es, ¡que privilegiado somos!
Estanos a unas semanas de participar del seder de Pesaj. El cual también será un shabat, el que debamos descansar. Ese día, los hijos de Israel se cuidaron de la “plaga” de la mortandad encerrados en sus casas. Nosotros siempre nos hemos cuidado así, guardados por HaShem en nuestros hogares, en torno a una mesa, partiendo el pan de Shabat, o recitando el seder de pesaj, recordando como fue que HaShem nos sacó de Egipto a la libertad de la Torá. Somos un pueblo experto, en cuidarnos desde adentro hacia fuera. Desde el hogar, desde la familia, así sentamos la base para nuestro éxito, no puede ser al revés.

Que HaShem bendito es él, nos permita tener momentos de autoanálisis, y de reflexión, para que el coronavirus no nos mate, con miedos y desesperanzas, más bien, el hecho de estar en casa nos traiga vida, fe, esperanza, y mucha reflexión espiritual para el crecimiento espiritual de todo su pueblo, disperso en todas las naciones de la tierra.

Shabat Shalom, Yeshua viene pronto.

אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5780

lunes, 21 de febrero de 2022

Parasha 22 Vayakel - año 5777 / Encender fuego en Shabat




COMENTARIO DE LA PORCIÓN SEMANAL DE LA TORÁ

Parashá 22 VaYakhel Éxodo 35:1 – 38:20

Esta semana estudiamos la parasha vayakel "y congrego", y en el versículo 3 del capítulo 35 del libro shemot, hallamos uno de los versículos más intrigantes de toda la tora que concierne a la observancia del Shabat, la prohibición de "no encender fuego":

"No encenderás fuego en todas sus moradas el día del Shabat" (Shemot-Ex 35.3)

Nuestros sabios se han limitado como corresponde a enseñarnos que dicha prohibición es literal. No debemos encender fuego en nuestras moradas en el día  sagrado del Shabat. Esto implica que no podemos cocinar, encender una estufa, o crear una llama dentro de nuestras moradas (casas o sinagogas) dentro del día del shabat. Lo cual aplica al día sagrado del shabat semanal y todos los shabatot de los días festivos. (Luego si la prohibición es crear una llama en el día de Shabat, se podría crear una llama antes de que comience el Shabat - como se hace en el caso del encendido de las luminarias del shabat).

Pero a pesar de ser una prohibición tan clara, siempre debemos tener una explicación para nuestros razonamientos, (es lo que pensamos), al no hallar una  razón clara a la existencia de esta prohibición en la Torá.

Primero debemos aceptar la Torá del Eterno, de forma simple y sencilla, como enseñaron nuestros sabios: "hacer y después entender", no al revés. Si la Torá prohíbe encender fuego en nuestras moradas, en el nivel peshat (literal), la prohibición es simple: "No encenderás fuego en todas tus moradas el día del Shabat", entonces no busquemos resquicios "legales" para no cumplir el mandamiento, sino que ideemos formas para cumplir con la mitzva.

Ante todo, busquemos agradar el corazón de nuestro Creador, quien nos dio la mitzva, y a quien servimos con amor, sin cuestionar ninguna de sus instrucciones.

De esto aprendemos que no podemos cocinar en shabat, y que si de calentar comida se trata, debemos gestionar para cada una de nuestras familias, antes del comienzo del shabat,  un sistema que no utilice el fuego, para que la familia pueda tener acceso a la comida caliente. Lo cual, también es un placer en el día del shabat. Pero ante todo, debemos darle simplicidad a la observancia de este precepto. Hacer que nuestras comidas, no dependan de si hay o no hay fuego, y que el sistema de calefacción de nuestras comidas este aprobado por las autoridades de nuestra comunidad, conforme a la halaja de nuestro pueblo.

En un contexto de vida judía normal, esto es: vivir en comunidad, vivir cerca de la sinagoga, para ir a ella caminando y prescindir de todo tipo de movilización en shabat, etc. Es lógicamente una obligación NO encender fuego en shabat. Ahora bien, ¿que harían los judíos de países donde las temperaturas son 30 grados bajos cero? ¿cómo se calentarían en un día de shabat?

Los mandamientos fueron dados para vivir, no para morir, como está escrito en Levítico 18:5:

“Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis leyes, por los cuales el hombre vivirá si los cumple; yo soy HaShem.” (LBLA revisada)

Lo cual nos muestra, que no se puede morir por la observancia de un mandamiento, pues ellos fueron dados para darnos vida, luego si la observancia de un mandamiento, como el de no encender fuego en el día del shabat, pone en riesgo real nuestra vida, debemos abandonar su observancia, hasta estar a salvos.

De aquí volvemos a las palabras de nuestro amado Mesías Yeshuá quien nos enseño:

"no fue el hombre creado para el shabat, sino que el shabat fue creado es para el hombre"

En otras palabras, si la vida del hombre está en juego, entonces se puede encender fuego en Shabat. Ahora bien, como enseña nuestro rabino en la colectividad, si alguien dice: "¡me muero si no caliento al fuego la comida!", eso no es, estar a punto de perder la vida. Es decir seamos personas con un criterio desarrollado y honestos en nuestra observancia. Procuremos, como alumnos del Mesías Yeshúa, ser observantes, responsables, rigurosos, y cuidadosos del shabat, anteponiéndonos siempre a cualquier circunstancia de los usos cotidianos del hogar, con tal de no necesitar crear una llama de fuego en Shabat.

La gran mayoría de la recompensa por la observancia de la Torá y sus mandamientos, como este de no encender fuego en shabat, no la sabemos, ni la veremos en este mundo, pero si en el olam haba (mundo venidero). Ahí sabremos cuanta importancia tenía haber cumplido con este mandamiento, y podremos entender la consecuencia espiritual y el beneficio que nos produjo en esta vida llevarlo a cabo, como también veremos, la consecuencia, el castigo, los azotes, que nos trajo en esta vida, no haber tomado en serio, mandamientos como este, que a simple vista, parecieran no tener algún beneficio, que el cielo no lo permita.

Shalom en el Mesías.

sábado, 19 de febrero de 2022

Parasha 21 Ki Tisa 5774 - El Shabat nos ha cuidado más a nosotros, de lo que nosotros hemos cuidado el Shabat


Comentario de la porción semanal de la Tora
Parashá 21 Ki Tisa
Éxodo 30:11 – 34:35

Esta semana nos corresponde estudiar la porción Ki Tisa (Cuando hagas un Censo). En dicha porción Hashem reitera como lo haría en otras porciones de la Torá, la importancia de cuidar del mandamiento del “Shabat”, el día de reposo, el séptimo día de la creación que Di.s aparto y bendijo sobre los otros días de la semana. Y es que en realidad, como versa la tradición “El shabat nos ha cuidado más a nosotros que nosotros al Shabat” Las preguntas son: ¿Por qué Hashem está tan interesado en que cuidemos el mandamiento del Shabat? ¿Qué hay en el Shabat que pudiese ser tan relevante, como para bendecirnos tanto, o como para maldecirnos tanto, al punto de “cortar el alma” de un israelita que quebranta el mandamiento? Veamos lo que nos dice la porción de esta semana:


“Y YHVH le dijo a Moshé: Háblale al pueblo Israelita y dile: Sin embargo, ustedes deben cuidar mis Shabatot, porque esto es una señal entre ustedes y yo a través de los siglos, para que sepan que yo YHVH los he consagrado. Observarán el Shabat, porque es santo para ustedes. Al que lo profane se le dará muerte: cualquiera que haga trabajo en él, esa persona será cortada de su pueblo. Seis días se podrá trabajar, pero en el séptimo día habrá un Shabat de completo reposo, consagrado a YHVH; a cualquiera que haga trabajo en el Shabat se le dará muerte. El pueblo israelita guardará el Shabat, observando el Shabat a través de los siglos como una alianza perpetua: será una señal perpetua entre el pueblo de Israel y yo. Porque en seis días hizo YHVH el cielo y la tierra, y en el séptimo día cesó de trabajar y reposó” (Shemot – Ex. 31:12-17)

Para poder profundizar un poco más en el pasaje que acabamos de citar, debemos aclarar algunas puntos que nos servirán de base para lo que terminaremos diciendo.

Si observamos cuidadosamente la palabra hebrea “SHABAT” podremos aprender varias cosas, veamos: תבש Si analizamos cuidadosamente la palabra hebrea “SHABAT” podremos aprender varias cosas:

ש letra “shin” = 300.


ב Letra “Bet” = 2


ת Letra “Tav” = 400

Si súmanos los valores de las letras hebreas de la palabra “Shabat” nos da 702. Esto nos muestra lo siguiente:

El numero 7 alude a los días de la creación – alude a las 70 naciones originales que Hashem creó y que existirán en el mundo venidero – alude al séptimo día de la creación, el shabat – alude a los siete milenios que aparenten mente debe existir el mundo –el 7 es símbolo de perfección, etc. Por otra parte, el numero 2 alude a la primera letra de la Torá, la letra bet ( ב), cuyo valor numérico es 2, la “bet” da el inicio a la creación, mostrándonos que el propósito de la creación es que todo sea “dual”, con tal de llevarnos a la “unidad” (ejad – representada en la primera letra del alefato la alef) a través del shabat.

Por lo cual, si bien el Shabat es una señal del pacto de la Torá entre Israel y Hashem, las naciones al ser también “creación de Hashem” están involucradas con el Shabat. Aprendemos por lo tanto que TODOS están invitados a cuidar del Shabat, y yo diría que los que han nacido de nuevo y se han convertido en nuevas criaturas, siendo no-judíos, están casi obligados a la observancia del Shabat, teniendo en cuenta que siguen las enseñanzas de un Rabí Judío como Yeshua de Nazaret. No hay excusa por lo tanto, el shabat debe ser cuidado, la no observancia de las naciones no Judías, y de los Judíos, ha sido sin duda una de las grandes razones por las que el mundo se ha corrompido, y ha tenido que vivir terribles y grandes consecuencias a lo largo de la historia de la humanidad. Tal como el Shabat cuida a los Judíos que lo guardan, así el Shabat cuidaría a los no Judíos que lo cuidan.

Y es que en realidad el Shabat (perdónenme la expresión) es una carta de éxito para la semana, “es el comodín celestial”. Cada vez que una familia Judía o no-Judía se dispone a recibir y guardar el shabat como corresponde, estará trascendiendo en el futuro asegurándose las más ricas bendiciones celestiales para su familia durante toda la próxima semana. Cada vez que una semana familia Judía o no-Judía abandona la observancia del Shabat, estará activando en el cielo todos aquellos designios que le serán contrarios en la semana, en todo ámbito de cosas, familia, matrimonio, negocios, trabajo, estudios, relaciones personales, etc – La semana estará desprovista de la luz, por haber dejado la fuente de la luz semanal, que es el Shabat. Sin embargo, tal es el poder de la observancia del shabat en relación a la no observancia, que cuando las familias de la tierra cuidan él, no solo se ayudan a sí mismas, sino que apuran la redención de la humanidad, por colaborar con la rectificación de la humanidad.

Cada vez que celebramos el Shabat en nuestras casas, cada vez que asistimos a nuestras kehilot (congregaciones) en shabat, cada vez que cuidamos la observancia del shabat, estamos anunciando proféticamente lo que sucederá en el mundo cuando llegue la redención final a través del reinado del mesías, como está escrito:

“Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo YHWH” (Isaías – Ieshaya 66:23)

“Por tanto, que nadie los juzgue en asuntos de comida o de bebida, o en cuanto a días de fiesta, lunas nuevas o días de reposo. Estas cosas son una representación de los bienes que vendrán, pero la realidad pertenece al Mashíaj” (Colosenses 2:16-17)

Pero continuemos con nuestro comentario: El Mesías Yeshua, la paz de su reino sea sobre nosotros, nos enseño en una oportunidad:

“Entonces, dijo a ellos: "El Shabát fue hecho para la humanidad, no la humanidad para el Shabát” (Meir/Mr. 2:27)

¿Cómo podemos entender esta enseñanza de Yeshuá Rabenu?

Primero – La humanidad debe saber que el Shabat ha sido creado para ella – Según Rambam y sobre todo según nuestro amado Mesías Yeshua, está permitido quebrantar el Shabat a causa de la vida del ser humano. Si en Shabat un judío debe encender su vehículo (encender fuego lo cual está prohibido para él) para llevar a su hijo enfermo al Hospital entonces está permitido quebrantar el shabat, a causa de un bien superior. En ese sentido el Shabat es para la humanidad, pues no se puede perder la vida a causa del shabat.

Sin embargo, el shabat debe ser cuidado meticulosamente, como leímos en el principio de nuestro comentario: “Cuidaran mis Shabat” y luego: “Observarán el Shabat, porque es santo para ustedes. Al que lo profane se le dará muerte: cualquiera que haga trabajo en él, esa persona será cortada de su pueblo. Seis días se podrá trabajar, pero en el séptimo día habrá un Shabat de completo reposo, consagrado a YHVH; a cualquiera que haga trabajo en el Shabat se le dará muerte”

La Torá nos muestra que existen un sin número de mandamientos que al incumplirlos son causas de la pena de muerte: “Acostarse con animales, acostarse con parientes, acostarse con personas del mismo sexo, depravaciones e inmoralidades sexuales, etc” Todas estas exigencias de la Torá y más merecen el castigo de la pena de muerte. Mientras más severa es la consecuencia, aprendemos que más importante es el mandamiento. Por lo que si violar el shabat es causal de la pena de muerte ¿Cuán importante es el mandamiento del Shabat?

El pueblo de Israel aprende de estas porciones que toda “obra”, en hebreo “melaja” relacionada con la construcción del Mishkan, está prohibida realizarla en shabat. En la Mishna está escrito que existen 39 prohibiciones base de distintas “Melajot” que no pueden realizarse en shabat, están son:

“Sembrar, arar, segar, engavillar, majar, bieldar, limpiar, moler, cribar, amasar, cocer, esquilar, lavar la lana, mullirla, teñirla; hilar, tejer, hacer dos cordoncillos, tejer dos hilos, separar dos hilos; hacer nudos, soltarlos, hacer dos costuras, desgarrar algo con objeto de hacer dos costuras, cazar un ciervo, matarlo o despellejarlo, ensalarlo, curar la piel, pulirla, cortarla; escribir dos letras, borrar con el fin de escribir dos letras; edificar, demoler, apagar (fuego), encender (fuego); golpear con martillo, transportar de un ámbito a otro”

Sin embargo si alguien piensa que el Shabat es una carga que no se puede cumplir, debe pensar que la creación del Shabat se hizo para él, para que el mismo termine afirmando que el shabat es una delicia, el shabat no es una carga pesada, el shabat es el regalo de Hashem para el beneficio de la humanidad. Como está escrito en el profeta Isaías. “Cuando llames al shabat delicia”. Y esto significa que el shabat debe transformarse en algo tan grato al alma del hombre, al punto que el disponga “CUDAR EL SHABAT”. Como está escrito:

“Si por causa del Shabat apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al Shabat delicia, al día santo de HaShem, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de tus propios asuntos, entonces te deleitarás en HaShem, y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob; porque la boca de HaShem ha hablado.” (Ieshayá -Isaías 58:13-14)

¿Cómo cuidar el Shabat entonces? Ya lo hemos dicho, si cuidamos del shabat, el sha bat cuidara de nosotros:

1.- El matrimonio: Para alcanzar tal grado de observancia es muy necesario que el matrimonio este totalmente convencido de que el Shabat es una delicia y que para lograr saborear y gustar los beneficios del santo día, ambos deben trabajar en equipo en pos de la observancia del shabat. Deben distribuir las tareas que anteceden al Shabat y a su recepción:

El hombre: Debe comenzar el día viernes pensando en si en el hogar hay suficientes alimentos, principalmente vino y pan, y si no lo hay debe proveer para que exista antes d e la llegada del shabat.

Debe estar preocupado de realizar su trabajo secular a tiempo con tal de acudir a la recepción del shabat dentro de los horarios que corresponden. Puede revisar en internet, los horarios halajicos para moverse dentro de esos parámetros y así no sobrepasar los límites de recepción del shabat establecidos en la Torá y por los sabios de nuestro pueblo.

También debe ocuparse del sidur que usaran para la recepción del shabat, e instruir a su esposa en las distintas bendiciones que debe realizar, como las correspondientes al encendido de las velas. El hombre es el sacerdote del hogar y debe diseñar el ambiente espiritual del shabat, para que sus hijos y su esposa puedan percibir las delicias que emanan del Shabat. Por lo tanto debe instruirse en el orden del servicio de Shabat, debe además aprender que momentos puede dejar para que la presencia del Eterno se manifieste en medio de la familia, en medio de una oración, o en medio de los canticos o quizás, hasta en medio de las plásticas que se realizaran en la mesa de shabat.

El hombre tiene la responsabilidad de cuidar que hablamos en la mesa del Shabat - No podemos hablar nuestros propios asuntos, como negocios, como que tenemos pensado realizar en la semana en nuestro trabajo, tenemos que evitar estas conversaciones, y a cambio poner temas como la fe el Eterno, hablar de sus maravillas, los milagros que hemos vistos, y acciones de gracias por todo lo que él viene realizando.

El hombre debe además de pensar bien, si quiere hacer la recepción del shabat en casa ajena de amigos o familiares. El hogar que visiten debe ser digno del Shabat en el sentido de que sus dueños deben ser personas respetuosas y que estén enteradas de lo santo que es el shabat, idealmente deben ser personas observantes de la Torá, y si son principiantes de la fe Judía se les debe guiar con amor y ejemplos. De esta manera se estará enseñando a cuidar del shabat.

La mujer: La mujer es sumamente importante en la mesa del Shabat, y en su recepción. De hecho, ella es la que le da comienzo a través del encendido de las velas. Como mínimo ella debe conocer la bendición en hebreo del encendido.

Durante la semana la mujer debería mantener limpio el hogar para que el día del Shabat la casa este limpia y ordenada. No se puede recibir el shabat si las camas aún no están ordenadas. 

También debe ocuparse de los niños, los cuales deben estar bañados, y con la mejor ropa que tengan, para esperar la llegada del Padre de familia y la cena del shabat.

La mujer debe preparar el mejor alimento para shabat ¿Qué es lo que más les gusta comer a la familia? Si el plato de comida que más disfrutan son “frijoles con salsa”, pues entonces, que esa sea la comida del shabat. Es decir, lo mejor de lo mejor debe ser reservado para el Shabat.

Algunas mujeres Judías llegan al punto de tener una vajilla separada solo para el shabat. La mejor bandeja de la casa para las “jalot”, el mejor jarrón para el vino, el mantel más bonito debe ser para Shabat.

Son muchas las maneras en las que podemos cuidar del Shabat. Y cada semana puede ser mejor, por lo cual, es de responsabilidad del hombre y de la mujer estudiar las leyes concernientes al shabat, consultar a sus morim y rabinos, o a sus pastores observantes como debe hacer tal o cual cosa en shabat, y así cuidar de él como él cuida de nosotros.

Shabat no es una instancia para tener vida de holgazanes, ver partidos de futbol, jugar videos juegos. Si alguien piensa que en shabat se puede dormir y rascarse la pansa todo el día está muy equivocado. Shabat no es una excusa para la flojera. Es lógico que pueden existir instancias de disfrute, como una hora de siesta o incluso tener relaciones maritales, pero en sí mismo el shabat se ha creado para que el hombre se beneficie de él sirviendo al Creador - El Shabat es para el hombre, PORQUE GUARDAR Y CUIDAR DEL SHABAT ES UN BENEFICIO PARA EL HOMBRE.

Nos enseña un Misdrah que Hashem dijo a Moshe tengo un regalo fabuloso entre mis tesoros, su nombre es shabat y quiero entregárselos a los israelitas, ve y diles. Dijo Hashem: Si han de cuidar el shabat, se los considerare como si hubiesen cumplido todos mis mandamientos de la Torá. Pero si han de profanarlo, se los consideraré como si hubiesen violado todos mis mandamientos de la Torá, eso alude el versículo del profeta Isaías:

“Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal” (Ieshayá/Is. 56:2)

¿Quieres las bendiciones del Shabat, quieres que el Shabat cuide de ti? Ve, anda, cuida del shabat.

Shavua Tov – Buena Semana