jueves, 12 de septiembre de 2019

TESHUVA: El poder de la teshuva (6)


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El retorno a Dios.

El poder de la teshuvá (6).

Hay una “GRAN CLAUSULA” en toda la Torá que le permite al hombre alcanzar la vida eterna, es sin duda la teshuvá. Yeshúa nuestro amado Mesías dijo: “Por tanto os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres” (Mateos 12:31) Lo cual nos asegura que ante una verdadera teshuvá podemos ser perdonados y recibidos por HaShem. Pero todo esto que suena tan maravilloso, requiere ante todo de una cualidad muy importante: la llave de todas las cosas, como veremos: LA HUMILDAD.

Para lograr la teshuvá completa se requiere que la persona no sea idolatra. ¿Pero qué es esto que estoy diciendo? ¿pues que tiene que ver la humildad con la idolatría? Hay una conexión entre la idolatría y la falta de humildad muy grande, que se ve a lo largo de toda la historia bíblica. Pues, aunque la persona no se prosterne ante ídolos, ni confiese a otros dioses para servirlos, y tiene sin embargo arrogancia y orgullo dentro de él, tan grande que su ídolo es él mismo, es considerado un idolatra.

Y este es el paso más difícil de todos: que la persona reconozca, no es tan elevada como creía, ni tan buena como pensaba, sino que, en realidad, es una persona con muchas debilidades y un gran orgullo, que de plano, lo transforma, según enseñan nuestros sabios, en un idolatra y sobre el cual debe urgentemente trabajar.

¿De donde aprendemos que el ego, el orgullo y la soberbia son idolatría?

Del famoso caso del “satán” y de “Koraj”.

En la Parasha Koraj, cuando HaShem castigó el orgullo de Koraj y su sequito, nos dice el relato, que Moshé rogo a HaShem, pidiéndole que se determinara con quien estaba ÉL, cuando cayere el castigo que consistía en ser tragados vivos por el Seol. Y así nos dice la Torá que sucedió con Koraj y su sequito de orgullosos: “Y ellos, con todo lo que poseían, descendieron vivos al Seol” (Bemidbar/Números 16:33)

Ahora si buscamos una conexión de este versículo en toda la Torá, y en todo el Tanak (A.T.), no encontramos un pasaje similar. Sin embargo, si buscamos en los escritos mesiánicos (N.T.), leeremos lo siguiente:

“Y el diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre” (Apocalipsis 20:10)

Esto nos enseña, que hay una conexión entre el pecado de Koraj y el pecado de él Satan, pues ambos recibieron el mismo castigo, fueron lanzado vivos al fondo de la tierra. ¿Cuál es el pecado que el Satan y Koraj tienen en común? La soberbia, el antónimo de la humildad.

Por eso es que nuestro amado Mesías Yeshúa enseño: “Yo vi a Satanás caer del cielo como un rayo”, y en los profetas está escrito: “causa de tu hermosura se enalteció tu corazón; A causa de tu esplendor corrompiste tu sabiduría” (Ezequiel 28:17). Y en los escritos mesiánicos se confirma la idea, del orgullo de aquel que peca desde el principio: “El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio(1Juan3:8) Pues la arrogancia del Satán lo lanzo a los bajos abismos de la tierra, humillado hasta lo sumo, y en el futuro como dice apocalipsis, sin ninguna posibilidad de teshuvá: “será lanzado vivo al lago de fuego”.

La persona puede saber todos los conocimientos de la Torá y de nada le sirve si tiene soberbia, la persona puede donar todos sus bienes y tener soberbia y de nada le aprovechara, la persona podría saber todos los rezos y canticos de alabanza al creador y de nada le ayudarían si en su corazón hay arrogancia al momento de cantarlos, por que el primer pecado de todos es la “gaaba” (arrogancia), y este pecado, nos expulsa del Edén, hace caer a la persona a lo más bajo, a la idolatría, como dijeran en la guemará, en el tratado de sotá: “los pecados sexuales nacen por la arrogancia”, y finalmente solo seriamos humillados hasta lo sumo, como si fuésemos “arrojados vivos a las profundidades de la tierra”.

Todo esto nos lo podríamos evitar, con la cláusula mas hermosa de todas, que se encuentra en las escrituras, cuando hacemos teshuvá, aquella que dice: “al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Tehilim/Salmos 51:17) La humildad es la llave para las puertas de la teshuvá, y si ellas están cerradas, es porque tiene los candados de la arrogancia, la cual debe ser eliminada. Para el Satán no hubo posibilidad de teshuvá, para nosotros sí, volvámonos a él, mientras él aún está cercano (ELUL).

אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5779

lunes, 9 de septiembre de 2019

TESHUVA: El poder de la teshuva (5)


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El retorno a Dios.


El poder de la teshuvá (5).

¿Puede arrepentirse la persona el ultimo día de su vida?
La respuesta a esta pregunta es sí. Sin embargo, esto depende del corazón, ya que HaShem no puede ser burlado.

Hay quienes piensan que se volverán al Eterno los últimos días de su vida y que mientras tanto, podrán disfrutar de los placeres sin márgenes y sin medir la consecuencia de sus malas acciones. Pero cuando una persona piensa así, HaShem, le priva de su teshuvá, y muere rápidamente sin tener la ocasión para el oportuno retorno.

¿Cuándo opera que el perdón de Dios, para los casos en que las personas hicieron teshuvá los últimos días de su vida e incluso el ultimo día de su vida?

El gran sabio Rambam, en hiljot teshuvá (leyes del arrepentimiento), enseña que la persona debe verse siempre asimismo como que está apunto de morir, y por lo tanto debe retornar a Dios a diario, reflexionando sobre sus malas acciones, comprometiéndose a cambiarlas decididamente e implorando el perdón de HaShem.

La persona que llega a los últimos días de su vida, y logra reflexionar sobre esto, pidiéndole perdón al Eterno por haber desperdiciado su tiempo en todo lo que no aprovecha, recibiría el perdón de Dios, sin lugar a duda, y moriría como una baal teshuvá (arrepentido), y sin duda alguna se hará acreedor de la vida en el mundo venidero. Sin embargo, no nos engañemos, la recompensa que obtuvo esa persona en esta vida fue muy deficiente. Pues si tuvo toda una vida para apegarse a HaShem, y solo pudo los últimos días de su vida, retornar a Dios, entonces todos los días de su vida en este mundo, son como un gran castigo. Por el gran hecho de no haber vuelto antes a su Dios y el tiempo que desperdicio.

La torá y los mandamientos garantizan a la persona una buena vida ahora. La torá no solo entrega una vida en el mundo venidero, sino que en el aquí y en el ahora, Dios quiere que la persona sea feliz, plena y tenga mucha bendición. Pero la persona que vuelve en teshuvá los últimos días de su vida, solo tendrá pocos días en este mundo, de la dicha del perdón de Dios y del regalo de la salvación. Y su recompensa en el mundo venidero, se vera mermada, por haber dedicado sus días en este mundo, la mayoría de ellos, a temas que no aprovecharon, ni acrecentaron su cuenta en los cielos. Como hubiera dicho Yeshua: “haced, tesoros en los cielos donde, ladrones no minan ni hurtan”. Aunque claro, finalmente hizo como debió hacerlo, volvió a HaShem que es lo más importante, y no murió como una persona perdida.

Si una persona fue malvada todos los días de su vida, y no por premeditación toma conciencia y regresa a Dios, y logra tener un rayo de luz y conciencia el último día de su vida, y se arrepiente, confesando sus faltas y prometiendo no volver a pecar, sino que vivir su vida para HaShem, aun cuando sean tan solo un instante de vida que quedase, esa persona, sin lugar a duda retornará y será perdonada. ¿Por qué razón? Porque se le concedió del cielo, el tiempo necesario para su teshuvá, ya que no premedito en su corazón regresar a Dios los últimos días de su vida, para primero vivir una vida de pecados, sino que simplemente al estar en una vida perdida no pudo regresar antes.

Un claro ejemplo de esto es el ladrón en el madero, junto a Yeshúa, quien dijo: “nosotros somos culpables, más este que ha hecho” y luego dijo: “acuérdate de mí, cuando vengas en tu reino”, todas estas palabras solo hablan de un corazón totalmente arrepentido, al cual Yeshúa no negó el perdón y el acceso al jardín del Edén, como esta escrito: “de seguro te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso”

אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5779

miércoles, 4 de septiembre de 2019

TESHUVA: El poder de la teshuva (4)

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El retorno a Dios.

El poder de la teshuvá (4).

El estado normal del alma y de la vida en todos sus aspectos, es vivir en linea con la voluntad de Dios, expresada en la Torá y en sus mandamientos. Esto quiere decir que el estado anormal del alma y de la vida en todos sus aspectos, es vivir desalineado de la voluntad de Dios, que se expresa en la Torá y en sus mandamientos. El pecado es justamente eso, salir del blanco, errar, desviarse, e incluso, siendo mas honestos aún, el pecado es un estado de "locura" y "enfermedad" espiritual.

¿Como sanarse?

La persona debe lograr un mínimo estado de conciencia espiritual, un segundo de luz, le bastaría, donde logre recapacitar respecto de su estado de locura y desviación. No se puede ir al medico, sin primero reconocer que se esta enfermo. Y esta es la gran problemática del pecado, que como es una "locura", la persona llega a pensar que su situación de pecado, es el estado normal de las cosas, y que en realidad todos los aspectos de su vida, que aunque están todos contaminados o desordenados, es "normal" que esto sea así, porque así es la vida y no hay otra manera de vivir. Dado que la persona lo ve de ese modo, el pecado es una "locura", es el estado más anormal de las cosas. Es como la persona necia que sabe que beber un trago de veneno todas las mañanas lo matará pero no puede dejar de beberlo porque le es sumamente placentero su sabor. Por el contrario, tiene la medicina para sanarse, pero le es sumamente desagradable su sabor y solo para evitar ese "mal gusto" no beberá la medicina que le haría tanto bien.

Así viajan la mayoría de las personas en esta vida, enfermos, locos, y sin ganas de sanarse. Y esto lo vio el Rey Shlomó, cuando escribió: "Además, el corazón de los hijos de los hombres está lleno de maldad y hay locura en su corazón toda su vida" (Kohelet/Ecle. 9:3).

Debiésemos preguntarnos: ¿Esta es la vida que queremos, sin sentido, enferma y sin esperanza?

Debemos aprender esto: El estado normal de la vida, es la alegría, la sanidad, la felicidad, la fe, el amor, (esto a pesar de la vida misma y sus pruebas) - ¿porque a este mundo estas cosas les son tan ajenas? El estado normal es la bendición y no la maldición.

En la historia del hijo prodigo se dice que: "Entonces, volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan" de sobra, pero yo aquí perezco de hambre! (Lucas 15:17)

Como leemos: "VOLVIENDO EN SÍ", Fue un instante de luz, un instante de conciencia espiritual, un instante donde recapacito sobre su real estado y situación lo que le abrió las puertas de la teshuvá. De esto aprendemos que no se puede hacer teshuvá, si la persona no reconoce su estado de enfermedad y locura.

Yeshúa enseño diciendo: "Al oír El esto, dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos" 

Para muchos el solo hecho de abrir la boca, y pedir ayuda al cielo, es la parte mas difícil de todas, pero, si ya haz pensado en tu corazón sobre tu estado espiritual, es porque estas volviendo en sí, y estas conectando con quien realmente eres. No un alma loca, enferma y sin control, sino que un alma que tiene una hermosa luz que entregar, a la cual solo hay que sanar.

El medico de médicos, Yeshúa nuestro Mesías puede sanar a esta humanidad enferma y loca. El tiene el remedio para todos los males.

אברהם בן יעקב

martes, 3 de septiembre de 2019

TESHUVA: El poder de la teshuva (3)

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El retorno a Dios.

El poder de la teshuvá (3)

Hay dos niveles de teshuva shelema (arrepentimiento completo):

El primero, es el que dice relación con la teshuva que se hace a causa del temor al castigo. La persona como tiene temor a que HaShem le castigue, por sus transgresiones decide regresar de su mal camino, y confiesa sus faltas, pide perdón, gira hacia a HaShem, y finalmente es perdonada cuando actúa sinceramente.

Este es un nivel básico de teshuva, y aunque es bajo, es bien recibido en los cielos. Sin embargo, la persona puede seguir siendo acusada por el acusador del pueblo de Israel, el Satán, debido al origen de su teshuva, que como dijimos fue; el "temor al castigo". Por lo cual sus meritos, son bajos, deberá desarrollar hacia el futuro una relación mas profunda con el santo bendito.

El segundo, es el que dice relación con el "Amor HaShem". La persona no solo teme al castigo, sino que se siente deudora del cielo, y nace dentro de la persona un inmenso deseo de servir y amar al Dios que le prodigo todo tipo de bienes perdonándole. Esta persona no siente que es una obligación por ejemplo guardar los mandamientos, sino que simplemente fluye en consecuencia a la obediencia, porque ama HaShem. No cree que sea una carga tener que abrazar la Torá, porque la verdad es que esta persona encontró el SENTIDO DE LA VIDA. Es decir, aprendió lo que dice el primer mandamiento: "Amaras a HaShem tu Elokim, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todos tus medios" (Debarim 5:4), por lo que su arrepentimiento, lo ha llevado a un amor profundo por HaShem. Tal como lo citara nuestro amado Mesías Yeshúa: "Porque al que tanto se le perdono, mucho amo".

Y lo grandioso de todo esto, es que este nivel elevado de teshuva, provoca algo tan grande en la persona, en su pasado, en su presente y en su futuro, que han enseñado nuestros sabios de bendita memoria, que todas sus transgresiones, todos sus pecados, con los cuales defraudo a HaShem durante mucho tiempo, ahora que su teshuva es por amor, le serán contadas para bien todas esas infracciones y transformadas en méritos. Porque solo una persona que estuvo tan separada de HaShem, llena de tinieblas, y que ahora está tan apegada a Dios y solo vive con el SENTIDO de que HaShem lo es todo para ella, tiene el merito de que sus infracciones le sean contadas como méritos. Incluso si viniera el Satán y le dijera HaShem, todos los pecados que esta persona hizo en su pasado, entonces HaShem, le diría al Satan, que siga trayendo acusaciones, ya que como hemos dicho, dichas acusaciones y transgresiones, ahora le son contadas como méritos y solo resultarían en beneficio de esa persona.

¡Que grande es el poder del amor! Por eso esta escrito en los escritos mesiánicos: "el amor cubrirá multitud de pecados", "el amor todo lo puede" y asimismo esta escrito: "de tal manera amo Dios al mundo, que nos envió a su hijo unigénito". Tres cosas sostienen el mundo y jamas se acabaran; "La fe, la esperanza y el amor, pero el mayor de estos es el amor"
¿Podríamos perder algo si invertimos tiempo y nuestras vidas, en hacer crecer nuestro amor hacia Dios? De ninguna manera. Amar a Dios, es el mejor negocio que un alma en esta vida puede hacer. Pues así estimo él también, amarnos profundamente a pesar de nuestra naturaleza desviada.

Romanos 5:8 "Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, el Mesías murió por nosotros"


אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5779

lunes, 2 de septiembre de 2019

TESHUVA: El poder de la teshuva (2)


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El retorno a Dios.

El poder de la teshuvá (2)

Uno de los principios más elementales para comenzar la teshuvá y terminarla de manera completa es lo que en términos hebreos se conoce como “vidui”, la “confesión”. Esta confesión debe indicar cual es el pecado o los pecados por los cuales la persona está pidiendo perdón a HaShem, y como dice en hiljot teshuvá (leyes del arrepentimiento), mientras más se explaye la persona en esto, es más loable. Pues está escrito: “deberá confesar la falta cometida” (Vaykra/Lev. 5:5).

En los escritos mesiánicos está escrito:

“Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón” (Romanos 9:8). Este verso dice que, para traer al Mesías a la vida de la persona, solo se necesita la confesión de los labios y la fuerza del corazón: “que si confesares con tu boca, que Yeshua es el señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos, serás salvo”. Esto nos muestra la importancia de la boca para la teshuva y la salvación. Todos los que desean el perdón de Dios, deben rogar al cielo, confesar con sus labios sus transgresiones, y decidir en sus corazones que no volverán a pecar como lo hicieron. Serán perdonados si la teshuvá es sincera y completa.

Es una enseñanza fundamental para la vida de la persona que sepa que puede creer en el perdón de Dios, y que puede lograr el cambio en su vida, partiendo por estos dos pasos:

Confesar a Dios los pecados y pedir perdón a Dios por lo pecados. Esto solo se logra con el poder de la boca.

Todas las personas pueden volver en teshuvá y obtener de Dios el perdón de sus pecados, sobre todo, si confían, dentro de su confesión de pecados y solicitud de perdón, en los méritos del Justo mas grande de Israel, Yeshua el Mesías. Si se confiesa con los labios que él es el señor, (el amo de su vida), como esta escrito: “el que me ama, guarda mis mandamientos”. Lo cual alude a que la persona que desea volver en teshuvá, debe asumir un retorno a los mandamientos, y la observancia de los mismo, pues no se le podría confesar como “señor”, al Mesías Yeshúa, y seguir en una posición de rebeldía ante la observancia de los mandamientos. Solo una vez, que la persona comprende este señorío del Mesías, que está ligado con los mandamientos, podrá corregir su vida, aun cuando no pueda de forma inmediata cumplir todos los mandamientos, dado que no los conoce, ni los ha estudiado.

Esta escrito en la tanaj: “el malvado no habrá de caer por si iniquidad el día que retorne (teshuvá) de su perversidad” (Iejezkel/Ez 33:12)

אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5779

martes, 20 de agosto de 2019

TESHUVA: El poder de la Teshuva (1)


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El retorno a Dios.

El poder de la teshuvá (1)

Uno de los episodios de los escritos mesiánicos que mas conocidos es el caso de la mujer que se postró a los pies de Yeshúa arrepentida por sus pecados. El pasaje de lucas usa la expresión: “una mujer pecadora”, para indicar que su vida había estado ligada a pecados de índole sexual. Y el Fariseo que estaba cenando con Yeshúa decía: “si este fuera profeta, sabría qué clase de mujer es esta que lo toca, que es una pecadora”, debido a que sus pecados pudiesen transmitir “impureza” con el solo contacto.

Sin embargo, para poder explicar lo que estaba sucediendo en ese momento, el maestro conto una hermosa historia:

(Lucas 7:41-50)

“Cierto acreedor tenía dos deudores: el uno debía quinientos denarios, y el otro cincuenta. No teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos ¿Cuál de ellos, pues, lo amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que a quien perdonó más. Él le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto hacia la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies, pero ésta ha regado mis pies con las lágrimas, y los ha secado con sus cabellos. No me diste beso, pero ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite, pero ésta ungió con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados han sido perdonados, porque mucho amó, pero al que poco le es perdonado, poco ama. Y a ella dijo: Tus pecados han sido perdonados. Y los que estaban reclinados con Él a la mesa comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? Pero Él dijo a la mujer: Ve en paz, tu fe te ha salvado”.

De este pasaje se desprenden algunos puntos que debemos considerar a la hora de la teshuvá.

1.- Todo hombre es deudor de HaShem. Hay quienes tienen menos transgresiones y otros que tienen muchas transgresiones. Pero ambos son deudores del rey. Como está escrito: “no hay uno bueno, no hay quien busque a Dios” y en los profetas: “vuestras justicias son como un trapo de inmundicia”- Desde el punto de vista de Dios, todos los hombres han pecado, y todos están destituidos de su gloria, y por lo tanto necesitan la teshuvá.

2.- La persona no debe pensar: “yo soy bueno”, y no necesito arrepentimiento, ni regresar a Dios, ya que no tengo porqué regresar. Pues si la persona analizara que solo es polvo de la tierra, y que volverá al polvo, y que nada tiene que no le haya sido dado de arriba, entonces aprendería que la sola presencia divina es tan alta y santa, que realmente él no es lo suficientemente “bueno”, como para pretender que no necesita la teshuvá o simplemente hacer crecer su amor por HaShem.

3.- La persona que recibió un perdonazo, por sus transgresiones, podrá tener un amor más grande por HaShem, pues la tiniebla que le rodeaba era tan grande que ahora la luz que lo acompaña es como la vida eterna en este mundo. Por lo que sentirá que siempre será un deudor de su Dios, y le dará su vida, con amor. Este es el camino de la teshuvá completa, aquella que se hace por amor.

4.- La persona que siente que HaShem le a perdonado poco, poco puede amar a HaShem. Esto no quiere decir que la persona deba pecar para amar más a Di.s – esto seria una distorsión de la voluntad de HaShem. Lo que esta persona debe aceptar, es que él también debe crecer en amor, desde el punto de vista quizás no de la carencia espiritual, pero si desde el punto de vista del reconocimiento de que, con todo, aunque su deuda no es grande, debe servir y amar a HaShem pues él ha sido bueno, y no solo por eso, si porque es su deber amarlo, como está escrito: “amaras HaShem tu Dios”. (Debarim 6.4).

5.- El nivel más grande de la teshuvá, es aquel que se logra por amor a ÉL. Es decir, quien decide en su corazón que HaShem es el amor mas grande de su vida, y que por lo tanto le debe su vida, su servicio, su dedicación, su tiempo, sus medios, su alma y su corazón. La persona que piensa así y trabaja en eso, aunque aún no lo logre, entonces está en el camino correcto y mas alto de la teshuvá. No debemos servir a HaShem solo por temor al castigo, sino que servirle por amor.

אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5779


lunes, 19 de agosto de 2019

Teshuva: ¿Que es?


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El retorno a Dios.
¿Qué es la teshuvá?

En simples palabras, el concepto de “teshuvá” es “retornar” a Dios, por medio del camino de la Torá.

No se puede retornar a Dios, sin tener presente, que se debe acatar los mandamientos que él revelo en su Torá. Y no se puede cumplir con estos mandamientos, si primero no se hace una teshuvá sincera a Dios.

En la primera carta de Iojanan (Juan) cap. 3 versículo 14, se nos dice claramente que el “pecado” es la infracción de la Torá:

“Todo el que practica el pecado, también practica la infracción de la ley, porque el pecado es infracción de la ley”

De este versículo aprendemos que, por el contrario, quien desea retornar a Dios, es decir hacer “teshuvá”, debe volver a cumplir los mandamientos de la Torá, para no ser un pecador. No se puede retornar a Dios, sin considerar cumplir los mandamientos.

Un bonito ejemplo de teshuvá y observancia de los mandamientos, lo tenemos en la historia de Bernabé el levita:

“Entonces Yosef, quien por los apóstoles era llamado Bernabé (que significa hijo de consolación), levita, natural de Chipre, vendió una hacienda que tenía y llevó el dinero y lo puso a los pies de los apóstoles” (Hechos 4:36-37)

El dato que nos arroja el relato, sobre que Yosef llamado “Bernabé” era levita, no es casualidad. Sino que quiere mostrarle al lector que este hombre había realizado una teshuvá completa.

Los levitas no podían según la Torá, ser dueños de alguna heredad en la tierra de Israel. Ya que como está escrito: “HaShem es su heredad”:

“Y HaShem dijo a Aarón: En tierra de ellos no heredarás, ni tendrás porción en medio de ellos. Yo soy tu porción y tu heredad en medio de los hijos de Israel” (Bemidbar/Números 18:20)

Como vemos había una prohibición para los descendientes de Levi, (representados en Aharón) de tener porción de tierra en medio de la tierra de Israel. Sin embargo, el levita Bernabé tenia una herencia, lo cual era contrario al mandamiento de la Torá.

¿Qué sucedió? Cuando el levita Bernabé, advirtió que estaba violando la Torá de HaShem, luego de oír el mensaje de la buena noticia, predicada por los emisarios de Yeshúa, decidió hacer Teshuvá; se deshizo de la propiedad, y puso el dinero de lo recaudado a los pies de los emisarios de Yeshúa. Como vemos, este levita hizo una teshuvá completa, no solo se arrepintió en el interior, contristando su corazón, sino que además cumplió con no ser dueño de ninguna porción o heredad en medio de Israel, cumpliendo así la mitzva (mandamiento) que él en su condición de levita debía cumplir.

Cuando hablamos de teshuvá, principalmente hablamos de regresar a Dios, por medio de la observancia de los mandamientos de la Torá. Por lo que cuando leemos en los evangelios la expresión: “arrepentíos y convertíos”, estamos ante un llamado a regresar a Dios, por medio de la observancia sincera de los mandamientos.

אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5779

domingo, 18 de agosto de 2019

Yeshúa no violo el Shabat



YESHÚA NO VIOLO SHABAT

Uno de los mayores argumentos contra la vigencia del Shabát usado en círculos cristianos, es aquel que señala al Mashiaj Yeshúa como un quebrantador del día de reposo. Los que enseñan esto, pasan por alto un principio fundamental de la fe Mesiánica, ese que nos indica que, para ser el Mesías de Israel, primero se debe calificar para ello. Es decir; la vida de ese hombre que es proclamado como él Mesías, debe estar de acuerdo con todas las exigencias proféticas y legales para ser él Mesías prometido.

La pregunta que deben hacerse entonces aquellos que señalan a Yeshúa como Mesías, pero al mismo tiempo como un quebrantador del Shabát es:

¿Califico Yeshúa como Mashiaj en Israel? Si realmente como dicen ellos; Yeshúa quebranto y no guardo el Shabát, entonces que se enteren de algo, Yeshúa (Jesús) no es el Mesías de Israel, pues no califica para ello. ¿Qué debía hacer Yeshúa para calificar como Mashiaj? Yeshúa, para calificar como Mesías debió haber cumplido los mandamientos y ordenanzas de la Torá, por lo cual, si Yeshúa quebranto uno de sus mandamientos (Como el Shabát) ya no puede ser la provisión humana de HaShem para Israel ni para el mundo. Por lo cual, los que dicen que creen en Yeshúa (Jesús) como Mesías, pero también creen que él quebranto el Shabát, teológicamente hablando se han quedado sin Mesías, se han quedado sin provisión legal y sin salvador, pues no califica para ello.

Ahora bien: ¿Qué realmente sucedió? ¿Enseño Yeshúa a guardar el Shabát o nos mostró que si podíamos quebrantarlo?

Veamos cual es la respuesta que obtendremos luego de este comentario.
Antes de todo debemos afirmar lo siguiente. Yeshúa si es él Mesías, pues si califico para ello, debido a que, si enseño y guardo todos los mandamientos de la Torá, sin hallarse en él culpa ni pecado, como está escrito en la carta de Hebreos.

Bajo este principio que señala a un Mesías calificado, que no hizo pecado, es que Yeshúa si enseño a guardar el Shabát, pues el Shabát es un mandamiento de la Torá la cual él dijo no venir a dejar sin vigencia:

“No piensen que yo vine para anular la Torá o los Profetas. No he venido a anular, sino a cumplir. En verdad les digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una yod ni una tilde pasará de la Torá hasta que toda se hayan cumplido” (Matiyahu/Mt. 5:17-18)

Cuando le preguntaron a Yeshúa sobre la manera de entrar en el mundo venidero, (vida eterna) él respondió; “guardando los mandamientos”, para esto él menciona algunos de los 10 mandamientos (o 10 palabras) de Shemot (Éxodo) cap. 20. La mención de solo algunos mandamientos, en la cultura hebrea, es un hebraísmo, un modo de enseñanza de un Rabí Judío, el cual al señalar solo algunos mandamientos está dando a entender que está haciendo referencia a todos los mandamientos del decálogo (Ex 20). Lo cual significa que está incluyendo dentro de esta mención al mandamiento del Shabát, que es el cuarto de los 10 mandamientos.

“Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Di.s Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Yeshúa dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Matiyahu/Mt. 19-17-19)

Si alguien dijera, esta referencia de Yeshua no es al Shabat, por el hecho de que no se menciona. También debería indicar que no se menciona la prohibición de tener “otros dioses”, por lo que se debería concluir (Dios no lo permita nunca) que si se puede tener otros dioses.

Como podemos ver, el Mesías está haciendo referencia a los populares 10 Mandamientos, (aunque sabemos que dentro de los 10 se desprenden otros más), donde el cuarto mandamiento es guardar el Shabát. Esto no necesitaba mayor explicación pues un Joven Judío ya sabía estas cosas y debían ser parte de su vida natural. De hecho el joven los venía practicando, pero había olvidado el sentido de guardarlos, el mayor móvil para practicarlos, el amor. De hecho, también es un mandamiento de la Torá para todo hijo de Israel, que compartamos ayudemos a nuestro hermano pobre. Debarim/Dt.15.10-11), así que el joven no estaba guardando, “aunque él dijera que sí”, todos los mandamientos de la Torá. Porque su corazón estaba en las riquezas, mas que en la Torá.

Como podemos ver que Yeshúa enseño a guardar el Shabát, y eso lo comprobamos con la simple y sencilla referencia que poseemos de él, donde nos señala no venir a dejar sin vigencia la Torá (donde se encuentra el Shabát). También nos vuelve a confirmar la vigencia del día de reposo, mediante la enseñanza que le da al Joven rico, pues lo invita a guardar los mandamientos de Shemot (Éxodo) cap. 20, entre los cuales está el Shabát.

¿Los que señalan al Shabát como un mandamiento al cual el gentil no está obligado, como explicaran que el Mesías si lo enseño y ordeno a guardar? ¿Cómo dicen querer anda como él anduvo si no consideran algo que él enseño?

Ahora bien, nos han querido hacer creer que el Mesías quebranto el Shabát y que por lo tanto nosotros ya no debemos guardarlo, pero veamos que realmente sucedió.
El Mesías Yeshúa dijo:

“También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo” (Mordejai/Mr. 2:27-28)
“Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo” (Matityahu/Mt. 12:8)

El Mesías nos está enseñando varias cosas de suma importancia con las expresiones; “El Shabát fue hecho por causa del hombre” y; “el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo”. Enumerémoslas para una mejor comprensión:

1.- Nos enseña la estrecha relación que hay entre el Shabbát y la Creación. El reposo fue creado para la creación y no al revés. En este día la creación debe reposar y vivir a pleno la dicha de estar íntimamente relacionado con el Creador de todo. Shabát es la mejor instancia para que la Creación y él Creador cohabiten juntos. Al decir que el Shabát es para el “hombre”, está hablando de la Creación suya, pues al hombre (que también es su creación) le dio la autoridad, el dominio y el poder sobre todo lo creado, por lo cual, cuando el hombre reposa, al mismo tiempo permite que la creación repose, pues no hay más injerencia del poder humano sobre ella.

2.- También nos da a entender que el hijo del hombre, el humano, es dueño del Shabát. Es decir; Cuando la vida del hombre este en peligro, en términos judíos se conoce como “pikuaj nefesh”, deberá buscar la seguridad de su vida, aun cuando esa decisión provoque que el hombre viole el shabat.

Aquí es donde se aplica el principio enseñado por Yeshua; “el Shabát no es para el hombre”, es decir no puede adueñarse el mandamiento del Shabát del hombre, al extremo de superar el principio de “pikuaj nefesh”, la seguridad de la vida. Cuando lo amerite, la interpretación mesiánica de Yeshua, el hombre podrá hacer lo que sea necesario en el día de Shabat, aun violar el día, en casos de hambre, enfermedad, socorros, necesidades, etc., a fin de que la persona no pierda la vida. De esta manera el hombre es dueño de sus acciones incluso en Shabát cuando la vida está en juego.
No solo el Mesías es “Señor” (Soberano) sobre el Shabát, sino que también el Hombre. No olvidemos que Yeshúa es un hombre, y él hombre por excelencia, donde no solo se incluye él como Soberano (Señor) sobre el Shabát, sino que, a todos los hombres, quienes son el motivo por el cual HaShem hizo el Shabát, según las mismas palabras del Mesías: “el shabat fue creado a causa del hombre”

¿Pero cómo explicamos que el hombre también sea dueño sobre el shabát?

Muchos de los que leen esa expresión mesiánica, por tener un desconocimiento de la perspectiva hebrea, piensan que solo Dios (por extensión el Mesías) es el Señor del Shabát. Y que por lo tanto el Mesías podía quebrantarlo cuando quisiera y cuantas veces quisiera. Pero eso no puede ser, el Mesías no violo los mandamientos, y siempre actuó bajo los márgenes que la Torá le da al hombre para guardar los mandamientos. Por lo cual la aparente transgresión y quebranto del Shabát por parte del Mesías y sus discípulos, fue una actitud que estaba dentro del marco legal de la Torá y del judaísmo de la época.

 “Aconteció en un día de reposo, que pasando Yeshúa por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos. Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo? Respondiendo Yeshúa, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, ¿y dio también a los que estaban con él? Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo. Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle. Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie. Entonces Yeshúa les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal? ¿Salvar la vida, o quitarla? Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada” (Lukas 6:1-10)

Veamos algunas cosas importantes de este pasaje para explicar lo que sucedió:

Primero que todo aquí es donde hacemos valer el principio; “Una Vida es más importante que el Shabát”. ¿Por qué el Rey David comió de los panes de la proposición de alimentos que por la Torá no les era permitido comer? Los comió no para violar el mandamiento que les prohibía comer, sino que para saciar su hambre y el de las personas que con él estaban, la vida de él y de los que estaban con él corría peligro. Por lo cual aplicaron este principio hebreo: “La vida de alguien siempre es mayor a cualquier mandamiento”. El rey David fue dueño de la “mitzva” (mandamiento) ya que había un valor más importante que el mandamiento de no comer los alimentos de los sacerdotes. David actuó en función de cuidar su vida y la de sus amigos.

Asimismo, el hombre es Señor del Shabát, porque siempre que la vida, este en riesgo, la propia, la de la familia, la de los amigos, la de un desconocido, la de un animal, podremos dentro de ese margen legal hacer algo que habitualmente no haríamos en Shabát.

De esta manera y bajo ese principio de interpretación hebrea es que el Mesías permite que sus discípulos que TENÍAN HAMBRE saquen espigas en un día de Shabát, debido a que la VIDA de sus discípulos es más importante que el Shabát. El hombre debe vivir para seguir guardando el Shabát, no debe morir de hambre por guardar el Shabát. ¿Lo comprende?, eso es lo que el Mesías quiso decir, cuando les dijo; “El Shabát fue hecho para el hombre y no el hombre para el Shabát”
Asimismo, para enseñar con su ejemplo, de cómo si se podía hacer el bien en un día de Shabát, Yeshúa sano la mano del varón que estaba en la sinagoga, ¿Por qué lo hizo? Porque en Shabát no es permitido hacer el bien, sanar a una persona e incluso, salvarle la vida.

De esta manera comprendemos el porqué de las palabras del Mesías; “El Shabát fue creado para la humanidad y no la humanidad para el Shabát” y luego; “El hijo del hombre, (no solo él, sino que la humanidad toda) es SEÑOR del día de Shabát”.

אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5779