YESHÚA NO VIOLO SHABAT
Uno de los mayores argumentos contra la vigencia del Shabát
usado en círculos cristianos, es aquel que señala al Mashiaj Yeshúa como un
quebrantador del día de reposo. Los que enseñan esto, pasan por alto un
principio fundamental de la fe Mesiánica, ese que nos indica que, para ser el Mesías
de Israel, primero se debe calificar para ello. Es decir; la vida de ese hombre
que es proclamado como él Mesías, debe estar de acuerdo con todas las
exigencias proféticas y legales para ser él Mesías prometido.
La pregunta que deben hacerse entonces aquellos que
señalan a Yeshúa como Mesías, pero al mismo tiempo como un quebrantador del
Shabát es:
¿Califico Yeshúa como Mashiaj en Israel? Si realmente
como dicen ellos; Yeshúa quebranto y no guardo el Shabát, entonces que se
enteren de algo, Yeshúa (Jesús) no es el Mesías de Israel, pues no
califica para ello. ¿Qué debía hacer Yeshúa para calificar como Mashiaj?
Yeshúa, para calificar como Mesías debió haber cumplido los mandamientos y
ordenanzas de la Torá, por lo cual, si Yeshúa quebranto uno de sus mandamientos
(Como el Shabát) ya no puede ser la provisión humana de HaShem para Israel ni
para el mundo. Por lo cual, los que dicen que creen en Yeshúa (Jesús) como Mesías,
pero también creen que él quebranto el Shabát, teológicamente hablando se han
quedado sin Mesías, se han quedado sin provisión legal y sin salvador, pues no
califica para ello.
Ahora bien: ¿Qué realmente sucedió? ¿Enseño Yeshúa a
guardar el Shabát o nos mostró que si podíamos quebrantarlo?
Veamos cual es la respuesta que obtendremos luego de este
comentario.
Antes de todo debemos afirmar lo siguiente. Yeshúa si es
él Mesías, pues si califico para ello, debido a que, si enseño y guardo todos
los mandamientos de la Torá, sin hallarse en él culpa ni pecado, como está
escrito en la carta de Hebreos.
Bajo este principio que señala a un Mesías calificado,
que no hizo pecado, es que Yeshúa si enseño a guardar el Shabát, pues el Shabát
es un mandamiento de la Torá la cual él dijo no venir a dejar sin vigencia:
“No piensen que yo vine para
anular la Torá o los Profetas. No he venido a anular, sino a cumplir. En verdad les
digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una yod ni una
tilde pasará de la Torá hasta que toda se hayan cumplido” (Matiyahu/Mt.
5:17-18)
Cuando le preguntaron a Yeshúa
sobre la manera de entrar en el mundo venidero, (vida eterna) él
respondió; “guardando los mandamientos”, para esto él menciona
algunos de los 10 mandamientos (o 10 palabras) de Shemot (Éxodo) cap. 20. La
mención de solo algunos mandamientos, en la cultura hebrea, es un hebraísmo, un
modo de enseñanza de un Rabí Judío, el cual al señalar solo algunos
mandamientos está dando a entender que está haciendo referencia a todos los
mandamientos del decálogo (Ex 20). Lo cual significa que está incluyendo dentro
de esta mención al mandamiento del Shabát, que es el cuarto de los 10 mandamientos.
“Él le dijo: ¿Por qué me
llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Di.s Más si quieres entrar en la
vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y
Yeshúa dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso
testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo” (Matiyahu/Mt. 19-17-19)
Si alguien dijera, esta referencia
de Yeshua no es al Shabat, por el hecho de que no se menciona. También debería indicar
que no se menciona la prohibición de tener “otros dioses”, por lo que se debería
concluir (Dios no lo permita nunca) que si se puede tener otros dioses.
Como podemos ver, el Mesías está
haciendo referencia a los populares 10 Mandamientos, (aunque sabemos que dentro
de los 10 se desprenden otros más), donde el cuarto mandamiento es guardar el
Shabát. Esto no necesitaba mayor explicación pues un Joven Judío ya sabía estas
cosas y debían ser parte de su vida natural. De hecho el joven los venía
practicando, pero había olvidado el sentido de guardarlos, el mayor móvil para
practicarlos, el amor. De hecho, también es un mandamiento de la Torá para todo
hijo de Israel, que compartamos ayudemos a nuestro hermano pobre. Debarim/Dt.15.10-11),
así que el joven no estaba guardando, “aunque él dijera que sí”, todos los
mandamientos de la Torá. Porque su corazón estaba en las riquezas, mas que en
la Torá.
Como podemos ver que Yeshúa
enseño a guardar el Shabát, y eso lo comprobamos con la simple y sencilla
referencia que poseemos de él, donde nos señala no venir a dejar sin vigencia
la Torá (donde se encuentra el Shabát). También nos vuelve a confirmar la
vigencia del día de reposo, mediante la enseñanza que le da al Joven rico, pues
lo invita a guardar los mandamientos de Shemot (Éxodo) cap. 20, entre los
cuales está el Shabát.
¿Los que señalan al Shabát
como un mandamiento al cual el gentil no está obligado, como explicaran que el Mesías
si lo enseño y ordeno a guardar? ¿Cómo dicen querer anda como él anduvo si no
consideran algo que él enseño?
Ahora bien, nos han querido
hacer creer que el Mesías quebranto el Shabát y que por lo tanto nosotros ya no
debemos guardarlo, pero veamos que realmente sucedió.
El Mesías Yeshúa dijo:
“También les dijo: El
día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por
causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del
día de reposo” (Mordejai/Mr. 2:27-28)
“Porque el Hijo del Hombre
es Señor del día de reposo” (Matityahu/Mt. 12:8)
El Mesías nos está enseñando
varias cosas de suma importancia con las expresiones; “El Shabát fue
hecho por causa del hombre” y; “el Hijo del Hombre es
Señor aun del día de reposo”. Enumerémoslas
para una mejor comprensión:
1.- Nos enseña la estrecha
relación que hay entre el Shabbát y la Creación. El reposo fue creado para la
creación y no al revés. En este día la creación debe reposar y vivir a pleno la
dicha de estar íntimamente relacionado con el Creador de todo. Shabát es la
mejor instancia para que la Creación y él Creador cohabiten juntos. Al decir
que el Shabát es para el “hombre”, está hablando de la
Creación suya, pues al hombre (que también es su creación) le dio la autoridad,
el dominio y el poder sobre todo lo creado, por lo cual, cuando el hombre
reposa, al mismo tiempo permite que la creación repose, pues no hay más
injerencia del poder humano sobre ella.
2.- También nos da a entender
que el hijo del hombre, el humano, es dueño del Shabát. Es decir; Cuando la
vida del hombre este en peligro, en términos judíos se conoce como “pikuaj
nefesh”, deberá buscar la seguridad de su vida, aun cuando esa decisión provoque
que el hombre viole el shabat.
Aquí es donde se aplica el
principio enseñado por Yeshua; “el Shabát no es para el hombre”, es
decir no puede adueñarse el mandamiento del Shabát del hombre, al extremo de
superar el principio de “pikuaj nefesh”, la seguridad de la vida. Cuando
lo amerite, la interpretación mesiánica de Yeshua, el hombre podrá hacer lo que
sea necesario en el día de Shabat, aun violar el día, en casos de hambre,
enfermedad, socorros, necesidades, etc., a fin de que la persona no pierda la
vida. De esta manera el hombre es dueño de sus acciones incluso en Shabát
cuando la vida está en juego.
No solo el Mesías es “Señor”
(Soberano) sobre el Shabát, sino que también el Hombre. No olvidemos que Yeshúa
es un hombre, y él hombre por excelencia, donde no solo se incluye él como
Soberano (Señor) sobre el Shabát, sino que, a todos los hombres, quienes son el
motivo por el cual HaShem hizo el Shabát, según las mismas palabras del Mesías:
“el shabat fue creado a causa del hombre”
¿Pero cómo explicamos que el
hombre también sea dueño sobre el shabát?
Muchos de los que leen esa
expresión mesiánica, por tener un desconocimiento de la perspectiva hebrea,
piensan que solo Dios (por extensión el Mesías) es el Señor del Shabát. Y que
por lo tanto el Mesías podía quebrantarlo cuando quisiera y cuantas veces
quisiera. Pero eso no puede ser, el Mesías no violo los mandamientos, y siempre
actuó bajo los márgenes que la Torá le da al hombre para guardar
los mandamientos. Por lo cual la aparente transgresión y quebranto del Shabát
por parte del Mesías y sus discípulos, fue una actitud que estaba dentro del
marco legal de la Torá y del judaísmo de la época.
“Aconteció en un día de reposo, que pasando Yeshúa por
los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con
las manos. Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es
lícito hacer en los días de reposo? Respondiendo Yeshúa, les dijo: ¿Ni aun esto
habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él
estaban; cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de
los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, ¿y dio
también a los que estaban con él? Y les decía: El Hijo del Hombre es
Señor aun del día de reposo. Aconteció también en otro día de reposo, que
él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la
mano derecha Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el
día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle. Mas él conocía los
pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y
ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie. Entonces Yeshúa les dijo:
Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer
mal? ¿Salvar la vida, o quitarla? Y mirándolos a todos alrededor, dijo
al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada” (Lukas
6:1-10)
Veamos algunas cosas
importantes de este pasaje para explicar lo que sucedió:
Primero que todo aquí es donde
hacemos valer el principio; “Una Vida es más importante que el Shabát”.
¿Por qué el Rey David comió de los panes de la proposición de alimentos que por
la Torá no les era permitido comer? Los comió no para
violar el mandamiento que les prohibía comer, sino que para saciar su hambre y el
de las personas que con él estaban, la vida de él y de los que
estaban con él corría peligro. Por lo cual aplicaron este principio hebreo: “La
vida de alguien siempre es mayor a cualquier mandamiento”. El rey David fue
dueño de la “mitzva” (mandamiento) ya que había un valor más importante que el mandamiento
de no comer los alimentos de los sacerdotes. David actuó en función de cuidar
su vida y la de sus amigos.
Asimismo, el hombre es Señor
del Shabát, porque siempre que la vida, este en riesgo, la propia, la de la
familia, la de los amigos, la de un desconocido, la de un animal, podremos
dentro de ese margen legal hacer algo que habitualmente no haríamos en Shabát.
De esta manera y bajo ese principio
de interpretación hebrea es que el Mesías permite que sus discípulos que TENÍAN
HAMBRE saquen espigas en un día de Shabát, debido a que la VIDA de sus
discípulos es más importante que el Shabát. El hombre debe vivir para seguir
guardando el Shabát, no debe morir de hambre por guardar el Shabát. ¿Lo
comprende?, eso es lo que el Mesías quiso decir, cuando les dijo; “El Shabát
fue hecho para el hombre y no el hombre para el Shabát”
Asimismo, para enseñar con su
ejemplo, de cómo si se podía hacer el bien en un día de Shabát, Yeshúa sano la
mano del varón que estaba en la sinagoga, ¿Por qué lo hizo? Porque en Shabát no
es permitido hacer el bien, sanar a una persona e incluso, salvarle la vida.
De esta manera comprendemos el
porqué de las palabras del Mesías; “El Shabát fue creado para la humanidad y
no la humanidad para el Shabát” y luego; “El hijo del hombre, (no solo
él, sino que la humanidad toda) es SEÑOR del día de Shabát”.
אברהם בן יעקב
Año Hebreo 5779
No hay comentarios:
Publicar un comentario