viernes, 10 de diciembre de 2021

Parasha 11 Vaigash 5774 - Todo tiene un propósito


COMENTARIO DE LA PORCIÓN SEMANAL DE LA TORÁ
Parashá 11º VaYigash 5774
Génesis 44:18 – 47:27

TODO TIENE UN PROPÓSITO

Cuando leí esta semana la porción Vaigash, me paso lo mismo que me había ocurrido hace un año atrás: llore y me emocione con todo el desenlace de la vida de Yosef y el reencuentro con sus hermanos. Aún no sé porque, pero algo hay en esta porción que está conectado con mi alma, y quizás con mi vida, mi historia, y mi propósito en este mundo. Y es que justamente, esta porción, nos habla del propósito que Hashem tiene para cada persona en este mundo. Y no tiene que interpretarse como si fuéramos egocéntricos, por creer que Dios tiene un propósito con uno, sino que simplemente esa es la verdad individual de cada ser humano. Dios tiene un propósito que cumplir, o mejor dicho, Dios quiere que cada ser humano descubra y cumpla ese propósito que Dios le preparo a él, y solo para él, antes de la fundación del mundo.

No es casualidad que en la literatura cristiana, el libro más vendido después de la Biblia es: "Una vida con propósito" de Rick Warren. Muy buen libro. El cual se resume en una sola palabra: “FE”. Y es que en realidad, cualquier ser humano a través del poder de la fe, puede descubrir para que Dios lo hiciera venir a esta vida. Muchos creen que Dios nos trajo a juntar papelitos (dinero), otros hacen riquezas, acumulan y acumulan para luego morir y esperar que vengan otros que no hicieron nada por la fortuna reunida, disfruten en aquello que no sembraron ningún esfuerzo. Otros no saben ni si quiera para que son buenos, no tienen un propósito, ni bueno, ni malo, pero toda vida tiene un propósito, y solo a través de la fe genuina en el Creador, la persona podrá entender que el primer y gran propósito de cada ser humano es conocer al Creador, del cual nos desligamos cuando decidimos no vivir una vida de fe en él.

Así comenzamos a ver que en la vida de Yosef según la bendita Torá, se cumple el propósito por el cual Hashem lo había traído al mundo. Los sufrimientos que tuvo que experimentar a casusa de las envidias de sus hermanos, la cárcel, las falsas acusaciones, estar lejos de su Padre y de su tierra por tantos años, todo aquello tuvo un propósito que él finalmente pudo entender. Nos dice la bendita Torá:

“Yosef les dijo a sus hermanos: “Yo soy Yosef, ¿está bien mi padre todavía?” Pero sus hermanos no podían contestarle de tan pasmados que se quedaron a causa de él. Entonces Yosef les dijo a sus hermanos: “Vengan acá”. Y cuando se acercaron, les dijo: “Yo soy su hermano Yosef, el que ustedes vendieron a Mitsráyim. Ahora, no se angustien ni se reprochen por haberme vendido aquí; fue para salvar vidas que Elohim me envió antes de ustedes. Ya hace dos años que hay hambre en la tierra, y todavía vienen cinco años en los que no habrá ningún producto de la siembra. Elohim me ha enviado antes que ustedes para asegurar su supervivencia en la tierra, y para salvar sus vidas en una liberación extraordinaria. Así que no fueron ustedes quienes me enviaron aquí, sino ha'Elohim; y él me ha hecho un padre para el Paroh, amo de toda su casa, y gobernante sobre toda la tierra de Mitsráyim”. (Génesis - Bereshit 45:3-8 versión VIN)

Yosef termina diciendo una frase que puede marcar nuestras existencias: “No fueron ustedes los que me enviaron aquí, sino Dios” estas palabras de Yosef, son la consecuencia de años de sufrimiento, que fueron sobrepasados por él, a través de una sola herramienta, que se llama emunah (Fe en el creador).


Quizás, usted estará pensando en que su vida, en nada se parece a la vida de Yosef. Quizás usted piense, en que usted no salvara al mundo de una gran catástrofe, y tiene razón, quizás con usted Dios no haga algo así, pero de seguro que lo que usted hoy vive, o lo que ha vivido es por un propósito especial que Dios tiene con usted, y solo con usted.


Rabi Baal Shem Tov enseñaba que en el divino proyecto del universo, NADA esta librado a la suerte al azar. No hay ningún detalle que no esté bajo la supervisión divina, ninguno solo. Todos los acontecimientos en este mundo, y en la vida de cada persona, por más irrelevantes que sean, tienen un profundo significado, una especial enseñanza que Hashem procura que entendamos.

(Los enigmas de la vida) La vida tiene cosas muy raras ¿No lo ha visto usted? ¿Cómo es posible que un futbolista gane 30 millones de pesos diarios, y un obrero de la construcción que con esmero trabaja de sol a sol, gane mensualmente el uno por ciento del sueldo diario del futbolista? Un hombre tiene una vida fácil, mientras el vecino tiene una vida muy difícil, una persona nace fuerte y sana y otra con una terrible enfermedad. Una persona que fue “buena” como se dice, “no mataba ninguna mosca” fallece joven de una terrible enfermedad o en un fatal accidente, mientras que un impío vive largos años, y fallece de edad, ¿Por qué?

De seguro usted vive algo en su vida que lo lleva a preguntarse ¿Por qué a mí, porque no a otro? Habitualmente quien más se pregunta esto, es el que vive carente de algo, y respecto de aquello se pregunta ¿Por qué yo, por que no otro?

La vida de Yosef estaba llena de enigmas, es muy probable que tuviera que haber tenido momentos donde su fe quiso claudicar, donde le entro la duda y se preguntaba ¿Qué hice para estar preso aquí? ¿Por qué yo y ninguno de mis hermanos esta en este lugar? Y es que en realidad, aunque no sabemos si Yosef perdió la fe, solo la falta de fe, trae consigo los temores y las dudas. Cuando hay fe, no hay preguntas, cuando no hay fe, no hay respuestas.

(Tiempos cambiantes) Suele suceder que una persona gano el sustento diario o mensual muy fácil, y luego de la noche a la mañana todo se torna imposible y difícil. Una persona tuvo alegrías con su familia, y al día siguiente tuvo luchas, problemas. Una persona Padre o Madre de niños, se sintieron orgullosos del comportamiento de sus hijos, pero al mes siguiente solo tuvieron desprecio de sus pares a causa de las vergüenzas que estos hijos les hicieron pasar. Los tiempos cambiantes, suelen traer consigo dudas, preguntas. ¿Por qué ahora si todo iba tan bien?

En la vida Yosef vemos ciertos tipos de cambios:

“Estaba en la casa de su Padre, vestido de una túnica de colores, disfrutando de los privilegios que le otorgaba la predilección de su Padre sobre sus hermanos, cuando de pronto un cambio: sus hermanos lo intentan hacer desaparecer, lo venden, y pierde todo lo que tenía” ¿Qué necesitaba Yosef para dar respuesta a lo que le estaba sucediendo? Solo Fe.

“Luego de llegar a Egipto es puesto como sirviente de Potifar, tenía la confianza y el respeto de un líder influyente en el reino de Egipto, una buena casa, un buen trabajo, tranquilidad y oportunidades de crecer en la nación más poderosa del mundo, hasta que la esposa de Potifar lo intenta seducir, le tiende una trapa y lo acusa injustamente. Yosef es echado en la cárcel, donde estará por 12 años” ¿Qué preguntas tenia Yosef en esta prueba? ¿Qué respuesta podría dar a todas sus interrogantes? Solo Fe.

(La respuesta a todas las preguntas) La llave maestra que abre de todas las puertas de la vida es solo la fe. Sí, solo la FE en el santo bendito es, puede hacernos vivir cuando lo único que nos rodea es la muerte. Lo que debemos aprender es que el UNIVERSO, posee un amo que gobierna sobre cada cosa creada de la cual él es el único dueño y que el cuida a toda su creación y solo es él quien determina todas las condiciones en las cuales vamos a vivir, y por las cuales vamos a pasar. A esa llamamos: “La supervisión del Creador” Como está escrito:

“El es el Eterno nuestro Dios, sus juicios están en toda la tierra” (Salmos 105:7)

Este texto muestra que todo, pero todo, lo que sucede a diario en el universo es parte de su voluntad. Los fracasos, las alegrías, la salvación de unos, en contraste de la desgracia de otros, la vida, la muerte, la desgracia y la dicha, la salud y la enfermedad. Todo esto lo hace uno solo, el Creador, a través de sus juicios, en los cuales son juzgadas sus criaturas a cada día y a cada hora, en general y en particular. Cuando el hombre está pasando por una situación, buena, o mala, necesitara la fe genuina en el Supremo para saber que lo que le sucede, es permitido por el cielo, por lo cual, no puede quejarse, ni renegar con el Creador, ya que el propósito que hay tras esa experiencia, le es desconocido, y solo lo comprenderá (si es que les permitido comprenderlo) hasta que pase el sufrimiento.

El creyente debe repetir: “NO ENTIENDO NADA, NADA, PERO ALGO SE, QUE TODO ES PARA BIEN”.

(Que quiere el Creador de mí) Todas las criaturas de la creación tienen un solo propósito en común: “Conocer al Creador”. Dicho propósito solo se lograra a través de las diferentes situaciones que Hashem le pondrá a cada ser humano en su vida, pues sin esas circunstancias particulares, ninguna persona podría acercarse a él. Ya que él nos conoce, sabe que es bueno y malo para nosotros. Dios ha creado todo un mundo lleno de posibilidades y sucesos para cada uno de nosotros, sin la necesidad de interferir con el propósito colectivo de una familia, nación o pueblo, por lo cual, cada cosa que nos suceda, tiene solo un objetivo, cumplir con lo que Hashem quiere de mi: “Conocer al creador”.

(Por entendimiento o por fuerza) Como el objetivo de la creación es conocer al Creador, Hashem hará que su creación lo conozca a través del buen camino de la compresión, la aceptación de la realidad espiritual, el conocimiento de su Palabra. Pero muchas veces, el hombre no quiere prestar atención a las alusiones directas del creador, entonces él le coloca circunstancias difíciles, más y más problemas para que él pueda acercarse a su Creador, pedir su ayuda, y este darse a conocer. Y si todavía este no toma conciencia de su vida, y su necesidad de acercarse al creador, él le envía circunstancias que no tienen una cura o solución natural, para que la única alternativa que le queda en el mundo sea la Fe en él, y así lo busque.

(Las emboscadas de Hashem) Está escrito en la bendita Tora:

“Si no lo hizo con premeditación, sino que sucedió como un acto de Dios, yo le asignaré un lugar adonde pueda él escapar” (Shemot – Ex 21:13 VIN)

Este pasaje habla de un hombre que mato a otra persona sin intención, la expresión: “Si no lo hizo con premeditación”, nos muestran que en realidad este hombre no quería matar al fallecido, sino que fue un accidente, para lo cual le es dada una ciudad de refugio a causa de los vengadores del finado. Sin embargo, seguidamente leemos: “sino que sucedió como un acto de Dios”, lo cual nos revela que no había ningún error. Para el que mato accidentalmente, fue un accidente, claro está lo acabamos de leer, pero para Dios no fue un accidente. Fue el mismo Hashem, quien puso al muerto en ese momento preciso momento, hora y lugar para darle fin a su vida y realizar sus juicios.

Un comentario de los sabios de Israel, nos explican de la siguiente forma este pasaje:

Habían dos personas, una mato involuntariamente, y la otra mato voluntariamente, en ambas situaciones no hubo testigos que atestiguasen contra los que mataron. El que mato premeditadamente no fue castigado como debería ser castigado un asesino (con la muerte), y el que mato involuntariamente, no fue castigado al exilio, a una ciudad de refugio como se debería. Pero Dios les hace Justicia ¿Cómo? – dispone que se reúnan en la misma posada bajo una escalera, y el que mato premeditadamente se sienta bajo una escalera y el que mato involuntariamente sube por ella, de pronto, este cae sobre el que mato premeditadamente – y lo mata. Hay testigos que declaran que el hombre mato involuntariamente, y es obligado entonces al destierro. El resultado es que el que mato involuntariamente es desterrado y el que mato premeditadamente, murió. Por lo cual aprendemos que la supervisión divina actúa sobre todos, e incluso detrás de cada accidente que ocurren. A los ojos de una persona natural, lo que sucedió anteriormente relatado es una injusticia, un hombre inocente muere aplastado por un negligente. Pero Dios que todo lo sabe y lo ve, hace todas sus obras con justicia.

Los sabios cuentan que Moshé le pidió al Creador conocer sus caminos de la supervisión celestial. Moshé le pidió (Ex. 33:13) “Hazme conocer tus caminos”. La respuesta del Eterno fue: (Deut. 10:1) “Sube hacia a mí, a la montaña”.

“En el camino, subiendo a la montaña, vio Moshé un caso muy extraño. Un hombre se acerco a beber agua del manantial, y al inclinarse para hacerlo, sin darse cuenta se le cayó una cartera repleta de dinero, y se fue. Al irse, llego un segundo hombre también a beber agua del manantial, encontró la cartera del primero y la recogió. Cuando este se fue, llego un tercero para beber del manantial. Mientras este bebía, llego el primero a buscar la cartera y por supuesto ya no estaba. Le pregunto el primer hombre al tercero: ¡Tú encontraste la cartera!, le contesto el otro: “Yo no encontré nada” Se enojo el primero, se acerco y lo mato.

Cuando Moshé vio esto, quedo sorprendido. Le dijo al Creador: “Señor del Universo, te pido, dame tus caminos. Esto es lo que he visto y me sorprendió: ¿Por qué el segundo hombre que encontró la cartera perdida gano, mientras el tercero que nada encontró, murió asesinado?”

Le dijo el Creador: “Todo lo que viste es recto y justo”. El primer hombre, quien perdió la cartera, la robo del segundo hombre que la encontró; simplemente llego el verdadero dueño y encontró lo que le fue robado. El tercer hombre que fue asesinado, mato al Padre del primer hombre, sin que este lo supiese. Por lo tanto, yo dispuse la mano del primer hombre, contra el tercero, para que lo mate y vengare la vida de su Padre”.

(En el mundo tendréis aflicción) Quien crea que este mundo es un mundo sin aflicciones, está equivocado. La vida está constituida de pruebas que producirán alegrías si las pasamos con Fe. Yeshuá nuestro amado Mesías nos enseño diciendo, que en el mundo habrían tribulaciones, aflicciones. Es natural, es normal, y es VOLUNTAD del Creador que pasemos estas aflicciones a fin de que lo conozcamos.

El apóstol Shaul, también escribió que era necesario que por muchas tribulaciones entremos al reino de Dios.

Debemos aprender de la vida de Yosef, solo después de sufrir lo que sufrió, logro entender el propósito que Hashem tenía para su vida. No eran sus hermanos, no era ni siquiera él, el responsable de haber llegado a Egipto. Era Dios quien lo había llevado hasta ahí para la preservación de toda la humanidad. Todo el trabajo que el hombre debe hacer es tener fe en el Creador, y saber que cada cosa que le ocurre es para bien. A veces puede parecer una privación, una pena, un castigo, y quizás lo sea, pero el fin es darnos una lección que nos provea de las armas espirituales que no disponemos para acercarnos al origen de todas las cosas, de donde proviene nuestra esencia y vida, del santo bendito es, amen.

(Shavua Tov - Buena Semana)

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