lunes, 20 de diciembre de 2021

Parashat Shemot: Venciendo al "nuevo" Rey.



Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a Yosef” (Éxodo/Shemot 1:8)

Existe un debate entre los comentaristas de la Torá respecto de si este nuevo rey, era realmente un “rey nuevo”, es decir un nuevo régimen, o bien el mismo rey, que había decidido olvidar todo lo que Yosef había hecho por Egipto. Como haya sido, la enseñanza que podemos extraer de este versículo ambas situaciones es la misma: No importa si es un rey nuevo o es el mismo, el punto es que el Faraón siempre será el enemigo a vencer.

Todos sabemos que el Faraón representa al Ego, y que él gobierna en Mitzrarim (Egipto), y que Egipto es el simbolismo del exilio, el mundo, el sistema, aquello que no está gobernado por Di-os. Es ahí donde el Ego nos quiere mantener esclavos. 

Mitzraim está representado también por la palabra “Mitzraimá” que significa estrechez o angostura. De aquí aprendemos  que mientras el Ego sea el Faraón y rey de nuestras vidas, nos tendrá sometidos a la estrechez y exiliados de una verdadera libertad espiritual. 

Pero nuestro versículo nos dice algo más relevante aún: “un nuevo rey, que no conocía a Yosef”. Yosef es el modelo del justo, y porque no decirlo, es el tipo del Mesías Yeshúa, sufriente y obediente. 

Cuando la persona se deja gobernar por su Ego, primeramente se pone en una situación de estrechez espiritual, limita todo su crecimiento y desarrollo personal a una situación infructífera. Simplemente la persona no podrá salir adelante. Ya que su Ego le domina. Llámese a ello la falta de gratitud, la amargura, la falta de confianza en HaShem, la apatía, y todas esas actitudes egoístas, propias del ser humano.

Siempre hay un “nuevo rey” que se levanta para hacerle la desconocida al Yosef que debemos pulir dentro de nosotros. Este “nuevo rey” tiene muchas vestimentas, pero siempre es el mismo Ego que nos quiere hacer caer. Aunque el mismo Ego, es un siervo de HaShem, y un especie de software que todos llevamos dentro, que si somos capaces de descubrir cuando nos está jugando una de sus artimañas podremos sacar al Yosef que llevamos dentro, que no es otra cosa que revelar en nosotros al espíritu santo del Mesías Yeshúa en nuestras vidas.

El Rab Shaúl escribió en una oportunidad a su amigo y alumno Timoteo: “cuídate de ti mismo”. El consejo no fue: “cuídate del diablo”, ni “cuídate de los demás”, sino que de ti mismo. Ya que el gran enemigo está dentro de nosotros. Y en la medida de que nos conozcamos, revelemos y saquemos el mal que mora dentro nuestro podremos vencerlo. A pesar de que cada cierto tiempo: “un nuevo rey” se levante para ponernos a prueba. Debemos ser astutos y comprender, que es una nueva oportunidad para mejorarnos y llegar a la estatura de un varón perfecto, a la estatura del Mesías Yeshúa.

Las fuerzas del mal siempre quieren atrapar a la persona (esas fuerzas que moran en nosotros), pues somos luz y sombra. Así sea si Egipto tiene un nuevo rey o un rey viejo; Si es que son las excusas de siempre u otras nuevas circunstancias que nos trae el Ego, las que nos dan la pelea para impedirnos crecer y acercarnos a HaShem, debemos saber que se nos demanda del cielo un constante esfuerzo para cumplir nuestra misión en la vida. En la medida de que nos vamos entrenando en la piedad, vencemos el mal con el bien. Y vamos revelando lo que realmente somos: almas luminosas, libres, que ya no viven en la “estrechez”, pues nuevas criaturas somos en el Mesías Yeshúa. Amén.

Abraham ben Yaacov.

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