lunes, 6 de abril de 2020

PESAJ: Panes de verdad y sinceridad



Shalom Javerim:

La festividad de Pesaj y Jag Hamatzot, tienen un gran contenido de simbolismos, que nos transmiten enseñanzas de una gran profundidad y riqueza espiritual, cuyo objetivo es acércanos a la pureza y simpleza que HaShem requiere de nosotros.

¿Qué representa el jametz? 

En la carta a los corintos, el rabino Shaul de Tarso escribe: 

“No es buena vuestra jactancia, ¿no sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiad la vieja levadura, para que seáis masa nueva, como sois, sin levadura, porque el Mesías, nuestra pascua,° ya fue sacrificada. Así que sigamos celebrando la solemnidad, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con ázimos° de sinceridad y de verdad. (1Corintios 5:6-8) 

La levadura es aquello que infla la masa, y como resultado nos trae el concepto de “leudado” o de “jametz”, que durante los días de la festividad nos está prohibido tener en nuestras casas. Es decir, el jametz es la masa leudada, ya fermentada, sacada de su estado pureza original. 

La masa sin jametz, sin leudar, es el pan de la festividad de pesaj, como lo llamaron nuestros sabios: “el pan de la aflicción”, el cual debemos comer durante los 8 días de la fiesta, y a través del cual aprendemos, la importancia de la inocencia en contraposición de la malicia, que hay en el corazón del hombre. 

La persona que a sido lavada por la sangre del Mesías Yeshua, (que es según el rabino Shaul de Tarso, nuestro korban de pesaj, que fue ofrecido por nosotros), ha nacido de nuevo logrando un nivel espiritual de una pureza solo comparable al de la “matza” de la festividad de HaMatzot (panes azimos), como una masa nueva, sin jametz. Esto nos lleva al punto inicial de nuestra redención. 

La matza aparece por primera vez en el libro de Shemot cap. 12, cuando los Israelitas se preparaban para celebrar su primera festividad, a punto de ser sacados de la esclavitud, y presenciar el castigo en manos del malaj hamabet (ángel de la muerte), que mataría a todo primogénito de la nación de Egipto, que hubiese marcado los dinteles de sus puertas con un cordero apto para dicha función, como HaShem lo había ordenado. Y es que entonces la matza, está totalmente ligada a la redención y a la libertad. Y ahora, no hablo de la libertad física solamente, ni de la redención física tan solo, aunque eso significo para ellos. Sino que ahora hablo de que la matza, el pan nuevo y sin jametz, nos habla acerca de estos temas tan importantes de la vida espiritual, la redención y la libertad, se obtienen solo siendo verdaderas matzot (panes sin levadura).

Según lo escrito por el Rab Shaul: “una masa nueva”, es aquella persona que vive como: “sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad”. La clave está en quitar entonces: La mentirá que es lo contrario a la verdad, y la hipocresía, que es lo contrario a la sinceridad. Ese es el inicio del análisis personal que debemos hacer en esta festividad, para transformarnos en una “masa nueva, de verdad y sinceridad”, y no seguir siendo; “pan leudado de malicia, de mentira e hipocresía, como lo dijera textual el rab Shaul: “no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad”.

En cierta ocasión el Mesías Yeshua dijo: “cuidado con la levadura de los perushim (fariseos)”. El pasaje dice en el evangelio de Lucas: 

“Entretanto, se habían aglomerado miles y miles de la multitud, hasta el punto de que se pisoteaban unos a otros. Entonces comenzó a decir primero a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no será descubierto, ni oculto, que no será conocido (Lucas 12:1-2) Y el pasaje de Mateo dice: “Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos” (Mateo 16:12)

Y es que el Mesías no está aquí, invalidando las halajot de ellos, pues más adelante diría: “haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen”. Por lo que cuando se refiere a su doctrina, no se refiere a la Torá Oral, ni a las determinaciones o takanot rabínicas de la época. Pues Yeshúa no vino a anular dichas cuestiones legales, es más las cumplió y vivió y actuó dentro de los márgenes de la Torá y la halaja. 

¿Entonces a que se refería?

El pasaje de Lucas nos da la pista, pues dice: “se habían aglomerado miles y miles de la multitud, hasta el punto de que se pisoteaban unos a otros”, y justo después de ver esto dijo: “cuidado de la levadura (doctrina) de los Fariseos”. Es decir, Yeshua comprendió que el acto egoísta y malicioso de la multitud, que no lo buscaba con verdad y sinceridad (no como matzot nuevas), sino que solo por el alimento (como panes con la levadura vieja), era una herencia de la conducta/doctrina de los fariseos. Es decir, la multitud hacía, lo que los malos Perushim hacían, actuaban hipócritamente, y por eso Yeshua les enseñaba diciendo; “cuidado con la levadura de los Perushim”. 

Recuerdan aquella ocasión en que ellos dijeron: “Hijos de Abraham somos”, y Yeshua les respondió: “Si fueses hijos de Abraham, las obras de Abraham harías, pero ahora procuráis matarme”

Nota. Aclarar, que había un grupo de Perushim que llevaba esa conducta, los enemigos de Yeshua, que deseaban su muerte, y que muchos otros no. 

Como vemos, la levadura de malicia, mentira, hipocresía, es aquella de la cual necesitamos urgentemente limpiarnos. Si en este pesaj, insistimos en seguir haciendo el mal a otros, hablando mal de tu hermano/a, pretendiendo servir a Dios por el premio y no por amor, como si él no se diera cuenta de nuestra poca honestidad para servirle, buscando agradar a los hombres antes que a HaShem, entonces estaremos siendo igualmente hipócritas como lo fueron aquellos que siguieron la dotrina de los fariseos. 

En este Pesaj tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo, limpiando nuestros corazones, ¿Cómo? Con el jabón de la verdad y la sinceridad. Aun cuando hubiésemos pecado, es hora de ser honestos, de buscar el rostro de HaShem y ponernos a cuenta, limpiando nuestras conciencias de toda malicia. Y rogándole para que el haga de nosotros una masa limpia, como panes de verdad y sinceridad.

אברהם בן יעקב 
Año Hebreo 5780 

No hay comentarios:

Publicar un comentario