domingo, 5 de junio de 2022

Parashá 35 Naso 5774 / El vidui en el Mashiaj Yeshua

COMENTARIO DE LA PARASHÁ SEMANAL
Números 4:21-7:89

El vidui en el Mashiaj Yeshua


Shalom amigos y hermanos, continuamos como lo hacemos semanalmente, con la ayuda de Hashem, con nuestros comentarios de la Parasha semanal de la Torá. Esta semana nos corresponde estudiar la segunda porción del libro de Bemidbar llamada “Naso” que se traduce como “levanta”. En esta porción hallamos los siguientes pasukim, que tratan de la confesión y restitución que debe hacer el hombre respecto del pecado o delito que cometió contra Hashem y su prójimo:

“Además habló Hashem a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere alguno de todos los pecados con que los hombres prevarican contra Hashem y delinquen, aquella persona confesará el pecado que cometió, y compensará enteramente el daño, y añadirá sobre ello la quinta parte, y lo dará a aquel contra quien pecó. Y si aquel hombre no tuviere pariente al cual sea resarcido el daño, se dará la indemnización del agravio a Hashem entregándola al sacerdote, además del carnero de las expiaciones, con el cual hará expiación por él” (Números 5:5)


Según este pasaje de la Torá, hay todo un procedimiento para que la persona pueda recibir el perdón de sus pecados:

1.- Lo primero es lo que llamamos “Vidui” que es la palabra hebrea para “confesión”. La persona debe “confesar” delante de Hashem y el mediador su pecado con el cual prevarico contra él Eterno y contra su prójimo.

2.- Seguidamente, como consecuencia de un “vidui” sincero y honesto, la persona debe “reparar” el daño ocasionado al prójimo. 

3.- Lo tercero es que no solo debe “restituir”, sino que además debe “añadir” un quinto, a la persona que daño con su transgresión. Esto nos muestra que cada daño causado tiene una consecuencia “económica”.

4.- En el caso de que la persona no tenga a quien restituir el daño ocasionado dará su restitución al “sacerdote”.

Ahora bien, me gustaría centrar el comentario básicamente en el inicio de este proceso de arrepentimiento, que como ya sabemos se llama “vidui” (confesión).

Muchos no lo saben, pero este es uno de los 613 preceptos de la Torá. Es un mandamiento “de hacer” y específicamente es el numero 364.

Para los que nacimos en el mundo cristiano evangelio, nos debe ser muy conocida la expresión: “acepta al Señor en tu corazón”. Dicha aceptación consistía básicamente en una “confesión” que la persona declaraba diciendo que Yeshuá había sido resucitado por Di.s al tercer día de entre los muertos. Donde además se le pedía a Dios que entrara en el corazón de la persona que estaba haciendo la confesión de fe. Muchos amigos y hermanos cristianos no lo saben, pero “la confesión de fe” es una extensión del “vidui” de la Torá. Es decir, el inicio del proceso de arrepentimiento y conversión que todo ser humano debe realizar.

La confesión va de la mano con la “restitución”, quien ejecuta estas dos acciones, tendrá una “teshuva” completa. ¿Recuerdan ustedes el ejemplo del pequeño Zaqueo” He ahí un verdadero ejemplo de confesión y restitución.

Lucas 19:8-9:

“Y Zakai, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado. Y Yeshuá le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Avraham”

Como vemos la salvación depende no solo de “la fe” sola sin obras, sino que de aquel que obra en fe. Zaqueo creyó en las palabras de Yeshuá y estoy seguro que lo acepto como su Mashiaj libertador, de otro modo no hubiera sido motivado para volverse a los preceptos de la Torá. Reconoció su pecado, confeso, y luego hizo restitución de todo lo que había robado. Por esta razón es que Yeshuá termina diciendo: “Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Avraham”.

Esto nos revela que no es suficiente para un recién converso o creyente en Yeshuá como Mashiaj, creer que todas las cosas son hechas nuevas (aunque en teoría espiritual lo son), pues tiene una obligación pendiente de restituir el daño causado a las personas en su vida pasada.

Si una persona transgredió un mandamiento negativo de la Torá (mitzvá lo taasé) o dejó de cumplir un mandamiento positivo (mitzvá asé) y lamenta su acción / omisión, es una mitzvá para él hacer teshuvá (arrepentimiento).

La teshuva puede pasar por varios pasos para que sea una teshuva completa, podríamos enumerar muchos de ellos, pero aquí algunos que son los principales:

• Reconocimiento de pecado, cf. 2 Samuel 12:13.

• Sentimiento de pesar, cf. Jeremías 8:6.

• Confesión abierta, a HaShem y a los hombres, cf. Josué 7:19; 1 Juan 1:9; Jacobo 5:16.

• Petición de perdón, a HaShem y a los hombres, cf. Salmo 25:11; Lucas 15:18.

• Determinación de cambio, cf. Proverbios 28:13.

• Restitución del daño, cf. Números 5:7; Éxodo 22:1-15; 2 Samuel 21:3.

• Ser fiel en las pruebas que HaShem envía para fortalecer al que se arrepiente, cf. Génesis 31:7; Números 14:22.

Una de más cosas que más me llama la atención en el proceso del vidui (confesión) es que para poder realizar dicha confesión era necesaria e imprescindible una expiación posterior a través de la muerte de un animalito. No había expiación sin la ofrenda correspondiente. En el tiempo del Beit Hamikdash (Segundo Templo de Jerusalén), el pecador tenía que enunciar el vidui previo al sacrificio del animal que él ofrecía como un korbán (ofrenda) expiatoria por el pecado.

El midrash nos dice:

¿Por qué la Torá nos ordena confesar nuestras maldades? Hay dos respuestas obvias:

1. Confesando un pecado al Todopoderoso, nosotros admitimos nuestra creencia en que El castiga a los pecadores y recompensa a aquéllos que observan Sus mitzvot.

2. Un completo vidui oral fortalecerá grandemente al pecador en su determinación de mejorar su conducta en el futuro, y lo ayudará a persistir en su teshuvá.

Hashem dice, "Tan pronto como un judío admite que él hizo mal, Yo soy misericordioso con él. "Quienquiera que dice vidui antes de morir tiene una porción en el Mundo por Venir. Si no sabe cómo recitar vidui, le es ordenado decir: “Que mi muerte sea una expiación para todos mis pecados."

Hay una mitzvá especial de decir vidui en Iom Kipur, el día del año que tiene el poder de limpiar el pecado. Como podemos imaginarnos todo apunta a Mashiaj Yeshuá y su vida que fue puesta como una ofrenda expiatoria por el pecado. ¿De qué manera, una persona que jamás ha sabido algo de Di.s puede nacer de nuevo si no tiene una remota idea de que necesita una ofrenda que le expié? La respuesta la hallamos en de los pasajes más usados en el cristianismo para sustentar la popular “confesión de fe”, es el pasaje escrito por el Rabino Shaúl de Tarso a la comunidad de romanos:

“Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón:

¿Quién subirá al cielo? (Esto es, para traer abajo al Mesías); o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir al Mesías de entre los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Yeshuá es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo (Romanos 10:5-13)

De este pasaje podemos derivar muchas cosas interesantes respecto del vidui en Mashiaj Yeshuá:

1.- Nos dice que: La Justicia de la Torá es que; el hombre que haga estas cosas vivirá por ellas” mostrándonos que una cara de la Torá es el cumplimiento de los mandamientos por la sola razón sin un el espíritu de ella. Quien los hace, obtiene vida, quien no los hace obtiene muerte. Debemos entender las palabras del Rabino Shaul, y el contexto en el que él las está citando para no formar una falsa doctrina de sus palabras: La Torá ha sido dada para vivamos por ella. Sin embargo la misma Torá no puede cumplirse si no se logra vivir a través de la justicia de la fe que está reservada para los que tienen “emuna” (fidelidad) creer con obediencia. Es decir no ejecutan la Torá mecánicamente, sino que comprenden el espíritu de ella.

2.- Este es el pasaje más completo del Brit Hadasha (El Pacto Nuevo), que trata acerca de la confesión (vidui) en Mashiaj Yeshuá, y en él, el rabino Shaul de Tarso, cita textual expresiones de la Torá, para revelarnos que la conversión en Mashiaj Yeshua no nos separa del cumplimiento de los mitzvot, sino que nos ayuda en el cumplimien to de ellos, pues leemos: “No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (Esto es, para traer abajo al Mesías); o, ¿quién descenderá al abismo? (Esto es, para hacer subir al Mesías de entre los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón” El pasaje corresponde corresponde a Devarim – Deuteronomio cap 30. Y es que en realidad la Torá del Mashiaj es la Torá de Moshé, y no debemos decir que está muy arriba o muy abajo, pues está “en nuestra boca a través del vidui y en nuestro corazón”.

3.- El vidui en Mashiaj Yeshuá es la declaración más importante en la vida de una persona. Pues la persona al declarar que Yeshuá es el Señor, y que Dios le levanto de entre los muertos, está atrayendo al mundo celestial al mundo terrenal y está elevando su vida terrenal al mundo celestial. Como está escrito: “Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Yeshuá es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” . En otras palabras, quien hace el vidui en su corazón está aceptando la “justicia de la Torá” y con su boca confiesa para la salvación de su alma. De esa manera, a través de Mashiaj Yeshuá, la Torá que no está muy arriba ni muy abajo, toma parte esencial de su vida y alma.

4.- A través del viudi en Mashiaj Yeshuá, no hay diferencias, entre judíos y no judíos, todos son parte del mismo pueblo celestial y todos tienen la misma categoría de “Hijos de Di.s”. Ninguno será avergonzado, como está escrito: “Todo aquel que invocare, el nombre de Hashem será salvo”.

El vidui en Mashiaj Yeshuá tiene un poder sobrenatural que conocemos solo en parte hasta el día de hoy. Basta que una persona “confiese” con sus propias palabras que Dios levanto de los muertos a Yeshuá, y esa misma persona será beneficiada con una nueva vida. Basta que una persona confiese que Yeshuá es el Señor, y será sana de sus enfermedades. Basta que nosotros confesemos que Yeshuá es el Señor y que Dios le levanto de entre los muertos, y tendremos las suficientes salvaciones de la Torá. Pues No estamos dejando de lado el cumplimiento de los mitzvot, sino que todo lo contrario, diciendo que quien hace el vidui en Mashiaj Yeshuá, atrae sobre sí la Torá de Hashem, reservada para los que han de recibirla en sus mentes y corazones, como lo dijeran los profetas:

“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Hashem: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo” (Jeremías 31:33)


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