sábado, 4 de junio de 2022

Parasha 35 Nasó 5780 / La decisión de ser santos


Parashá 35 Nasó 5780   
 COMENTARIO DE LA PARASHÁ SEMANAL
Números 4:21-7:89

La decisión de ser santo

Shalom Javerim: 

בס״ד - Bs”D – con la ayuda del cielo - estamos estudiando esta semana la parashá “Naso” (Levanta).  Esta oportunidad me gustaría que pudiésemos comentar el siguiente versículo de nuestra bendita Torá:

דַּבֵּר֙ אֶל־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל וְאָמַרְתָּ֖ אֲלֵהֶ֑ם אִ֣ישׁ אֹֽו־אִשָּׁ֗ה כִּ֤י יַפְלִא֙ לִנְדֹּר֙ נֶ֣דֶר נָזִ֔יר לְהַזִּ֖יר לַֽיהוָֽה׃

“Habla a los hijos de Israel, y les dirás: Cuando algún hombre o mujer haga voto especial de nazareo para dedicarse a HaShem” (Bemidbar / Números 1:1)

En los capítulos anteriores, la Torá había tratado el tema de la mujer “sota”, la mujer descarriada. A la cual, su esposo le había ordenado que no estuviera a solas con cierta persona, a fin de librarla del pecado. Luego la torá narra lo que sucedía con una mujer que era hallada culpable de adulterio y que sucedía si la mujer era hallada inocente.

El comentarista Rashí, dice que en realidad viene sobre ella un “shetut”, que es un espíritu de locura, que nubla la razón de la persona, por lo que quien hace este pecado, carece de “razón y entendimiento” de lo que es correcto, pues está nublado por la “locura e insensatez” del mal que hay en él o ella.

Lo cierto es que, si la mujer era hallada culpable, la Torá la llamará con el título de “descarriada” “sotá”. Y claramente, si el pecado lo hace un hombre, la Torá también lo llamará “descarriado”. Pues quien de su propia voluntad se desvía del camino, para ir hacer el pecado. No es más que una persona loca, que está actuando influenciado por la fuerza de la insensatez. Quien actúe de esa forma, verá con el tiempo a todas sus decisiones, como grasos errores de los cuales ciertamente se arrepentirá. Y HaShem quiera, darle la oportunidad, para el verdadero retorno.

Sin embargo, lo contrapuesto al tema de la “sota”, es el siguiente tema de que nos trae nuestra bendita torá, el del “nazir”.

Este nazir toma la decisión razonada, sensata, de transformarse en un santo para HaShem.  De su voluntad él quiere ser mejor para HaShem, y busca en su corazón estar más cerca de él.

Cualquier israelita, incluso las mujeres de Israel, (que no tenían acceso al servicio levítico), podrían haber pensado que ser “santos”, era solo cuestión de los levitas, pero la torá nos viene a mostrar que: “cuando un hombre o una mujer”, deciden en su corazón consagrarse a HaShem, lo lograrán.

Y es que aquí el punto más importante es que la decisión de ser quienes queremos ser está en nuestras manos, y no en las manos del otro a quien miramos como un ejemplo inalcanzable a seguir. Si queremos ser santos, si queremos estar limpios, si queremos ser personas consagradas al Eterno, podemos si queremos realmente.

Por esta razón es que la santidad es una decisión personal, que está en nuestras manos ejecutar. Por eso es la torá dice: “sed santos”. Es decir, hagan el trabajo que les corresponde, “apártense” ustedes y “sean santos”.

La misma idea está en el versículo de apocalipsis:

“El que es injusto, sea aún más injusto, y el que es inmundo, sea aún más inmundo; el que es justo, sea aún más justo; y el que es santo, sea aún más santo” (Apocalipsis 22:11)

El que quiere seguir ensuciándose que lo haga. Es una decisión personal. Pero el que quiere ser más justo, sea aún más justo, el que quiere ser más santo, que separe aún más para HaShem. La torá no apoya el relativismo, HaShem quiere que cada día nos esforcemos por dar más para él, buscando claro primero el honor del cielo, y no la vanagloria de los hombres.

El “nazir” es quien toma la resolución santa de escapar de sus pasiones y deseos. Y por esa razón esa persona merece ser llamada “santo”. Y no “descarriado” lógicamente. Ser santo es querer estar dentro del camino y del carril de la forma más apegada posible a la voluntad del creador. Y HaShem está buscando ese tipo de personas.

El meam Loez, nos trae un bonito comentario: “La torá dice respecto del cohen gadol: “desde que el aceite de unción (nezer) de su Dios está sobre él” (Levítico 21:12). Y lo que dice aquí respecto del nazir: “desde que la corona de nazarita (nezer) de su Dios, (su cabello sin cortar) esta sobre su cabeza” (Números 6:7)

Lo cual alude, a que el cohen lleva la corona de la santidad, por el oficio que HaShem le ha encomendado, a través del aceite con el cual ha sido ungido. Pero el nazir, debido a su merito y esfuerzo propio, es llamado “santo” (Números 6:8).

La torá muestra que solo esta clase de ascetismo “cuando un hombre y una mujer” (Números 6:1), deciden entregarse por completo a HaShem, se les entrega este espacio de tanto honor en las escrituras. La sola decisión que lleva a la acción para lograr la santidad es una de las actitudes más loables del ser humano que se entrega al servicio de HaShem.

El verdadero ascetismo tiene como su propio motivo subyacente el deseo de un hombre o de una mujer, de PROTEGERSE del pecado, y ser santos para su Dios.

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אברהם בן יעקב

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