Parashá 35 Nasó 5780
COMENTARIO DE LA PARASHÁ SEMANAL
Números 4:21-7:89
La decisión de ser santo
Shalom Javerim:
בס״ד - Bs”D –
con la ayuda del cielo - estamos estudiando esta semana la parashá “Naso”
(Levanta). Esta oportunidad me gustaría que pudiésemos comentar el
siguiente versículo de nuestra bendita Torá:
דַּבֵּר֙ אֶל־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל וְאָמַרְתָּ֖ אֲלֵהֶ֑ם אִ֣ישׁ
אֹֽו־אִשָּׁ֗ה כִּ֤י יַפְלִא֙ לִנְדֹּר֙ נֶ֣דֶר נָזִ֔יר לְהַזִּ֖יר לַֽיהוָֽה׃
“Habla a los hijos de Israel, y les dirás: Cuando algún hombre o mujer haga voto especial de nazareo para dedicarse a HaShem” (Bemidbar / Números 1:1)
En los capítulos anteriores, la Torá había tratado el tema de la
mujer “sota”, la mujer descarriada. A la cual, su esposo le había ordenado que no
estuviera a solas con cierta persona, a fin de librarla del pecado. Luego la
torá narra lo que sucedía con una mujer que era hallada culpable de adulterio y
que sucedía si la mujer era hallada inocente.
El comentarista Rashí, dice que en realidad viene sobre ella un “shetut”,
que es un espíritu de locura, que nubla la razón de la persona, por lo que
quien hace este pecado, carece de “razón y entendimiento” de lo que es correcto,
pues está nublado por la “locura e insensatez” del mal que hay en él o ella.
Lo cierto es que, si la mujer era hallada culpable, la Torá la llamará
con el título de “descarriada” “sotá”. Y claramente, si el pecado lo hace un
hombre, la Torá también lo llamará “descarriado”. Pues quien de su propia voluntad
se desvía del camino, para ir hacer el pecado. No es más que una persona loca, que
está actuando influenciado por la fuerza de la insensatez. Quien actúe de esa
forma, verá con el tiempo a todas sus decisiones, como grasos errores de los
cuales ciertamente se arrepentirá. Y HaShem quiera, darle la oportunidad, para
el verdadero retorno.
Sin embargo, lo contrapuesto al tema de la “sota”, es el siguiente
tema de que nos trae nuestra bendita torá, el del “nazir”.
Este nazir toma la decisión razonada, sensata, de transformarse en
un santo para HaShem. De su voluntad él
quiere ser mejor para HaShem, y busca en su corazón estar más cerca de él.
Cualquier israelita, incluso las mujeres de Israel, (que no tenían
acceso al servicio levítico), podrían haber pensado que ser “santos”, era solo
cuestión de los levitas, pero la torá nos viene a mostrar que: “cuando un
hombre o una mujer”, deciden en su corazón consagrarse a HaShem, lo lograrán.
Y es que aquí el punto más importante es que la decisión de ser
quienes queremos ser está en nuestras manos, y no en las manos del otro a quien
miramos como un ejemplo inalcanzable a seguir. Si queremos ser santos, si queremos
estar limpios, si queremos ser personas consagradas al Eterno, podemos si
queremos realmente.
Por esta razón es que la santidad es una decisión personal, que
está en nuestras manos ejecutar. Por eso es la torá dice: “sed santos”. Es decir,
hagan el trabajo que les corresponde, “apártense” ustedes y “sean santos”.
La misma idea está en el versículo de apocalipsis:
“El que es injusto, sea aún más injusto, y el que es inmundo, sea
aún más inmundo; el que es justo, sea aún más justo; y el que es santo, sea
aún más santo” (Apocalipsis 22:11)
El que quiere seguir ensuciándose que lo haga. Es una decisión
personal. Pero el que quiere ser más justo, sea aún más justo, el que quiere
ser más santo, que separe aún más para HaShem. La torá no apoya el relativismo,
HaShem quiere que cada día nos esforcemos por dar más para él, buscando claro
primero el honor del cielo, y no la vanagloria de los hombres.
El “nazir” es quien toma la resolución santa de escapar de sus
pasiones y deseos. Y por esa razón esa persona merece ser llamada “santo”. Y no
“descarriado” lógicamente. Ser santo es querer estar dentro del camino y del
carril de la forma más apegada posible a la voluntad del creador. Y HaShem está
buscando ese tipo de personas.
El meam Loez, nos trae un bonito comentario: “La torá dice
respecto del cohen gadol: “desde que el aceite de unción (nezer) de su Dios
está sobre él” (Levítico 21:12). Y lo que dice aquí respecto del nazir: “desde
que la corona de nazarita (nezer) de su Dios, (su cabello sin cortar) esta
sobre su cabeza” (Números 6:7)
Lo
cual alude, a que el cohen lleva la corona de la santidad, por el oficio que
HaShem le ha encomendado, a través del aceite con el cual ha sido ungido. Pero
el nazir, debido a su merito y esfuerzo propio, es llamado “santo” (Números 6:8).
La torá muestra que solo esta clase de ascetismo “cuando un hombre y una
mujer” (Números 6:1), deciden entregarse por completo a HaShem, se les entrega
este espacio de tanto honor en las escrituras. La sola decisión que lleva a la
acción para lograr la santidad es una de las actitudes más loables del ser
humano que se entrega al servicio de HaShem.
El verdadero ascetismo tiene como su propio motivo subyacente el deseo
de un hombre o de una mujer, de PROTEGERSE del pecado, y ser santos para su
Dios.
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אברהם
בן יעקב
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