sábado, 12 de marzo de 2022

Parasha 25 Tzav 5780 / Lo que Dios ha limpiado, no lo llames impuro.



Lo que Dios ha limpiado, no lo llames impuro

Shabat Shalom Javerim: 

בס״ד - Bs”D – con la ayuda del cielo - estamos estudiando esta semana la parashá Tzav (Manda).  En esta oportunidad me gustaría que pudiésemos comentar el siguiente versículo de nuestra bendita Torá:

“Y no comeréis sangre, ni de ave ni de animal, en ningún lugar en que habitéis.” (Levítico/VaYikra 7:26)

La porción de esta semana nos trae la mitzva número 148, según el orden de las parashot, establecido en el Sefer Hajinuj, que es la prohibición de comer sangre, de cualquier animal, a excepción la sangre de un pez kosher (que tenga aleta y escamas).  

Cuando la Torá nos dice: “Ni de ave, ni de animal” se refiere a todas las aves permitidas por la Torá, y los animales (ganado) permitidos por la Torá. Por lo que toda idea que pueda venir de alguna interpretación posterior del “Nuevo Testamento”, es un error. Ya que no hay permiso para permitir una prohibición de la Torá.

Y como hablamos de una “prohibición”. De este mismo versículo se desprende la prohibición que los discípulos de Yeshua que hicieran a los nuevos integrantes de la congregación, proveniente de las naciones y que venían a abrazar la Torá, en la fe del Mesías Yeshua.

El versículo nos dice lo siguiente:

“Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre (Hechos 15:19-20) (RV1995)

La prohibición de los emisarios de Yeshuá, es bastante clara, las personas que vienen de las naciones (gentiles y judíos que retornaban), que venían a abrazar la Torá, en la fe del Mesías Yeshua, no debían (ni deben) COMER SANGRE, ni animales estrangulados o ahogados, esto último; quiere decir que también hay una prohibición de comer animales que hayan muerto por ahogo de su propia sangre o estrangulados en su propia sangre.

Ahora bien, existe la idea famosa dentro del mundo de la teología que, Dios hizo limpio a todos los alimentos, y que, por lo tanto, podríamos comer todo animal, no importando como haya muerto, o que tipo de animal sea. Esta idea nace de una incorrecta interpretación del famoso pasaje del libro de Hechos donde Kefas, más conocido como Pedro, tiene una visión, donde se le dice: “Levántate Kefas, mata y come” y luego: “Lo que Dios ha limpiado, no lo llames impuro”.

Sin embargo, es muy difícil hacer coincidir estas palabras del pasaje de la visión de Kefas, con lo que nos dice el versículo de Hechos 15:19-20, donde se prohíbe a los nuevos integrantes de la comunidad, comer sangre, o animales ahogados. Por lo que entonces, debiésemos ver, cual fue la interpretación que el mismo Kefas, tuvo de su visión, después de haberla experimentado.

Así está escrito que sucedió:

“Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar como a la hora sexta.  Tuvo hambre y deseaba comer; pero mientras le preparaban algo de comer, le sobrevino un éxtasis; y vio el cielo abierto y un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado a la tierra por las cuatro puntas; había en él toda clase de cuadrúpedos y reptiles de la tierra, y aves del cielo. Y oyó una voz: Levántate, Kefas, mata y come. Mas Kefas dijo: De ninguna manera, Señor, porque yo jamás he comido nada impuro o inmundo. De nuevo, por segunda vez, llegó a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro. Y esto sucedió tres veces, e inmediatamente el lienzo fue recogido al cielo” (Hechos 10:9-16)

De esta visión de desprenden varias cosas que es necesario puntualizar para que no suceda, lo que sucedió con la interpretación popular incorrecta, que finalmente, uso esta experiencia espiritual, y sentó las bases de una permisividad para comer animales impuros, y que además por consecuencia permitiría comer sangre de cualquier animal, no importando como a sido sacrificado, ya que: “A lo que Dios limpio, no se le debe llamar impuro”, lo cual es una muy mala interpretación de la visión de Shimón Kefas.

Puntualicemos:

1.- En Hechos cap. 15. Shimon Kefas (Pedro), se reúne con todos los ancianos y autoridades de la Kahal de Yeshua. Y en esa reunión no comento nada respecto de este permiso para comer cualquier animal impuro y prohibido por la Torá, sino que su comentario fue respecto de la salvación que ahora había alcanzado los gentiles. Esto es lo que Kefas dijo en la reunión de Yerushalaim, documentada en hechos cap. 15.

“Después de mucha discusión, se levantó Pedro y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis que, desde los primeros días, Dios escogió de entre vosotros que los gentiles oyeran por mi boca la palabra del evangelio y creyeran. Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio a favor de ellos, dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros; y nada discriminó entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones” (Hechos 15:7-9)

Shimon Kefas después de su visión y su visita a Cornelio, él comprende que la salvación de los gentiles ha comenzado, esto es a la luz de las palabras de Kefas en Hechos cap. 15. No es una interpretación personal, ni antojadiza, sino que citamos textualmente lo que fuera su conclusión después de la visión y la visita a Cornelio: “Dios escogió de entre vosotros que los gentiles oyeran por mi boca la palabra del evangelio y creyeran” Por lo cual, metafóricamente hablando, los animales impuros y prohibidos a los cuales HaShem limpio, y de los cuales él dice: “Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro”, son LOS GENTILES, a los cuales en el mismo capitulo 15 de Hechos se les va a prohibir comer sangre de animal, y animales que hubiesen muerto ahogados. Por lo que entonces, el emisario Kefas, nunca pensó que su visión era un “permiso” para comer toda clase de animales, sino que entendió que se trataba de la entrada al pueblo de Dios, de los que habían estado lejos, en sus impurezas, pero que HaShem, les había limpiado, por lo cual ya no debían ser tratados como “impuros”, sino elevados a la categoría de Hijos de HaShem.

2.- En la visión, Kefas nos da algunas frases que son claves, para saber, que tipo de observancia tenía él. Leemos que la respuesta de Kefas, a la voz de la visión es: “De ninguna manera, Señor, porque yo jamás he comido nada impuro o inmundo”

Si Kefas, hubiese interpretado igual como lo hacen quienes piensan que Yeshua autorizo a comer toda clase de animales, en Marcos 7:18-19, donde dice: “Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos” (Marcos 7:18-19) (Leer artículo sobre este pasaje) Entonces jamás hubiese respondido diciendo lo que leímos: “porque yo jamás he comido nada impuro o inmundo”.

Es decir, aún después de la muerte del Mesías Yeshua, en el madero, Shimon Kefas siguió observando la Torá, respetando los mandamientos de la dieta alimenticia prescrita en la Torá. Esto significa, que jamás él entendió que Yeshua el Mesías, diera algún “permiso” para comer todo tipo de carnes, y jamás comprendió que la muerte del Mesías Yeshua, era el comienzo de un nuevo sistema interpretativo, separado de la Torá y de los mandamientos.

Y es que la verdad, no es tiempo para que nos alejemos de la Torá y sus mandamientos. Sino que es tiempo para abrazar mas que nunca la Torá, sus mandamientos, y orar mucho a HaShem, para que nos permita tener el merito de crecer en ella y en la fe del Mesías Yeshua. ¿Por qué razón comenzó todo lo del coronavirus en el mundo? ¿Acaso no fue, por comer animales que están totalmente prohibidos en la Torá, de forma textual? ¡Tenemos la evidencia ante nuestros ojos! Nos ha salido caro, separarnos de HaShem y sus mandamientos. Es hora de que regresemos a él.

Abraham ben Yaácov.

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