Para muchas personas de la Cristiandad plantear si quiera la idea o la posibilidad de que YHVH prohíba en las escrituras, al ser humano y a su Pueblo Israel (incluyendo desde luego a quienes seguimos y confiamos en la Mesianidad de Yeshúa), comer ciertos tipos de “carnes” o “alimentos”, es una propuesta muy extraña, retrograda y para algunos sin respaldo bíblico. Todo esto consecuencia de la Teología Romana que indica que Yeshúa vino a modificar todas estas leyes antiguas. Por lo cual, venir a tratar este tema en las “iglesias” de hoy, llenas de tanta modernidad, repletas de nuevas doctrinas, y con formas de vida, totalmente separadas a los principios saludables de la Toráh, se convierte en una labor muy difícil, pero a la vez en un bonito desafío, si se logra que puedan abrir sus corazones y entendimientos, venciendo los prejuicios religiosos que de seguro solo nos alejaran de la verdad pura de las escrituras.
Si comenzamos desde el principio, YHVH desde el principio dispuso para el Hombre una dieta saludable. El primer hombre no comía carnes de ningún tipo, solo vegetales, como lo indica la Toráh en Bereshit (Génesis):
“Y dijo Elohim: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. (Génesis 1:29)
Igualmente que al hombre, YHVH dio a los animales, una dieta alimenticia basada en la orden de comer solo plantas verdes (Génesis 1:30). La escritura dice que así sucedió y vio YHVH que era bueno en gran manera. (Génesis 1:31).
No fue sino hasta después del diluvio que YHWH le permitió al Hombre comer carne de animal, debido a que antes del diluvio, “ T od a car ne hab í a cor ro mp id o su cami no” esto incluyo por supuesto a los animales, los cuales si bien quedaron con vida en la tierra pero con la salvedad de que como consecuencia de sus desviaciones, pasaron a ser también parte de la dieta alimenticia que YHVH daría al Hombre después del diluvio:
“Y dijo YHVH: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho (Génesis 6:7)
“Y miró Elohim la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Elohim a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. (Génesis 6:12-13)
Nota: “Sin bien no hay una obligación legal (de la Toráh) respecto de optar por una dieta totalmente vegetariana, el principio divino original es claro: Fue la voluntad divina que el primer hombre viviera en esa dieta, pues lógicamente es mucho más saludable”
Pero continuemos, antes del diluvio YHVH le pidió a Noaj (Noé) que metiera dentro del Arca animales LIMPIOS y animales que NO SON LIMPIOS:
“De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. (Génesis 7:2)
Lo cual quiere decir que Noé ya sabía y podía clasificar cuales era los animales puros y los impuros. Esto serviría de mucho, pues después del diluvio YHVH permitirá al hombre comer “carne de animal”, lógicamente animales puros:
“Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre” (Génesis 9:3-5)
El Eterno está en ese momento introduciendo una legalización mas especifica a todo ser humano respecto de lo que debían o no debían comer. La frase del verso 3: “Todo lo que se mueve y vive os será para mantenimiento” tiene relación con todos los animales puros, de ninguna manera con los animales impuros, pues si fuera la voluntad divina incluir a los animales impuros, debido a que el texto dice: “todo lo que se mueve y vive”, YHVH estaría autorizando comer alimentos que más adelante el mismo prohibiría comer, y por lo tanto primero; sería una contradicción divina, cosa que es imposible, y segundo; al interpretar de ese modo el pasaje, pasaríamos a llevar todo el contexto bíblico donde luego las exigencias divinas serian claras, comer animales impuros es una abominación ante los ojos de YHVH y además contamina el alma, como veremos más adelante.
Otra exigencia importante que se incluye en este pasaje es la prohibición de comer la SANGRE del animal. Aquí en mi país es común para muchos, “beber la sangre del cordero” o “comer prietas” alimento que está creado en base a la sangre de un animal. Así que siendo una costumbre humana comer la sangre de los animales, YHVH prohíbe esta acción pues la sangre es la VIDA del animal. Sin embargo, en gran parte de la cristiandad y se come sangre pasando por alto totalmente está exigencia divina.
De esta manera llegamos a la legalización de todas las cosas agradables y desagradables al Creador. Está escrito en la Toráh que YHVH mando a su pueblo Israel a mantener una dieta alimenticia prohibiéndoles comer ciertos tipos de carne, como se detalla en el libro de Levítico:
“Vosotros haréis una distinción entre el animal limpio y el inmundo, entre el ave limpia y la inmunda; no hagáis, pues, vuestras almas abominables por causa de animal o de ave o de cosa alguna que se arrastra sobre la tierra, los cuales yo he apartado de vosotros por inmundos” (Levíticos 20:25)
YHVH está exigiendo hacer distinción entre los animales limpios y los inmundos, quien coma la carne de los animales inmundos dice YHVH, “Harán sus almas abominables por causa de la inmundicia de los animales” ¿Si YHVH ha “apartado” a esos animales por ser INMUNDOS de sus hijos, querrá que hoy nosotros sus hijos, comamos la carne de esos animales? La respuesta es clara quien coma esas carnes hará su alma abominable ante el Creador. Por lo cual no es posible que él quiera que las almas de sus hijos le sean abominación. Veamos que más nos dice la Toráh:
“No hagáis abominables vuestras personas con ningún animal que se arrastra, ni os contaminéis con ellos, ni seáis inmundos por ellos. Porque yo soy YHVH vuestro Elohim; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. Porque yo soy YHVH, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Elohim: seréis, pues, santos, porque yo soy santo. Esta es la ley acerca de las bestias, y las aves, y todo ser viviente que se mueve en las aguas, y todo animal que se arrastra sobre la tierra, para hacer diferencia entre lo inmundo y lo limpio, y entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer. (Levítico 11:43-47)
Nuevamente vemos como es que comer animales inmundos contamina el Alma del ser humano. Sin embargo como contraparte, no comerlos trae una condición de “santidad” a quien anda según esta regla divina. Notemos como es que YHVH dice que él es “santo” (apartado), así también sus hijos deben ser “santos” (apartados) ¿Cómo se “apartan”? Se separan o apartan (santifican), a través de la obediencia de las una normas divinas. En esta ocasión la norma divina (mandamiento) exige no comer la carne los animales inmundos. Lo que YHVH quiere es que SU PUEBLO, sus hijos, no sean como los demás pueblos y gentes de la tierra que no le sirven, sino que un pueblo especial y separado,
¿Cómo lograría eso YHVH? Lo haría a través de normas elevadas, tales como la de la
dieta santa que le exigirá cumplir a cada hijo de Israel y a cada extranjero que abrace el pacto Eterno. Por lo cual, guardar la dieta alimenticia propuesta por YHVH, hace al hombre “SANTO”, pero no guardarla hace al hombre “ABOMINABLE”.
Bajo todo este contexto escritural donde hay exigencias y normas divinas en cuanto a una dieta establecida y agradable a YHVH es que nos encontramos con el siguiente pasaje de los escritos nazarenos:
“Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended: Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. Si alguno tiene oídos para oír, oiga. Cuando se alejó de la multitud y entró en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola. El les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos. Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre” (Marcos 7:1-23)
Hay varias cosas que podríamos decir respecto del contexto en el cual se está desenvolviendo está historia, veamos:
Si Yeshúa es el Mesías de Israel, no pudo haber enseñando contra los mandamientos de la Toráh que YHWH le dio a Israel, donde se prohíbe comer ciertos alimentos por Ejemplo: Cerdo – Conejo – Mariscos, etc. Porque si así hubiera hecho, entonces no calificaría para ser el Mesías de Israel. Si Yeshúa enseño “que todos los alimentos son limpios” incluyendo dentro de esa afirmación a los alimentos que la misma Instrucción divina declara como alimentos inmundos, estaría negando la Toráh y apartando al Pueblo de la voluntad de YHVH, lo cual lo pondría en la condición de falso profeta. Pues la escritura dice, que si un “Profeta” (Mashiaj también es Profeta), aparta al Pueblo de los mandamientos de YHVH, donde también está la dieta alimenticia que YHVH exige cumplir a su pueblo, el tal es un falso profeta (Deuteronomio 13:1-4)
El debate entre Yeshúa, sus discípulos y los fariseos era sobre la “Ley Oral” no sobre la “Ley Escrita” (Deuteronomio 27:1-4). La “ley oral” era la interpretación de la “Ley Escrita” que hicieron algunos “ancianos” “sabios” de Israel respecto de los mandamientos, pero NO eran los mandamientos de YHVH. El pasaje nos dice que los discípulos no andaban según la tradición de los ancianos, que prohibía comer alimentos sin lavar las manos y sin lavar los utensilios que se usarían para esos alimentos, pues se pensaba que comer “alimentos” dentro de recipientes no limpios, contaminaría al hombre. Ahora bien preguntémonos ¿Andaban los discípulos según los mandamientos de YHVH? Si andaban según los mandamientos de YHVH, pero no según la tradición de los ancianos, pues no hay ningún mandamiento que obligue al hombre a lavarse las manos antes de comer, y no hay ningún mandamiento escrito en la Toráh de YHVH que obligue a lavar los utensilios antes de comer. Por lo cual, lo que los discípulos y Yeshúa mismo están trasgrediendo son las TRADICIONES DE LOS ANCIANOS, respecto de la purificación de algunos alimentos y utensilios, pero nunca trasgrediendo mandamientos de la Toráh, ya que el debate que se estaba dando entre Yeshúa y los Fariseos jamás estuvo centrado en si se puede o no comer alimentos que YHVH hubiera declarado inmundos, sino que como ya dije, en cuestiones de tradiciones rabínicas de la época.
Yeshúa y sus alumnos como Judíos e Israelitas que eran jamás podrían haber considerado la posibilidad de comer carnes declaradas según la instrucción divina (La Toráh) como INMUNDAS pues no hubieran violado nunca esos mandamientos, los cuales según el mismo YHVH, hacen al hombre un hombre “santo”. Por lo cual, el contexto en el que se está desenvolviendo el debate entre Yeshúa y los Fariseos, asume desde siempre como parte NORMAL e INTEGRAL de su cultura, que los alimentos tales como el CERDO, LOS MARISCOS, CONEJO, y otros más, están prohibidos por YHVH, y que por tener la condición de Inmundos y no cumplir las exigencias divinas de purificación no podría ni siquiera discutirse “la posibilidad” de incluirlos en la dieta de un Hijo de Israel. Así que, pensaren que Yeshúa está “llamando limpios a todos los alimentos” incluyendo a los que YHVH llama inmundos es un atentado directo contra la voluntad del Creador expresada desde siempre en las escrituras respecto de cuáles son las carnes limpias y las inmundas declaradas así por el mismo Creador.
Otra cosa importante que cabe destacar aquí, es que la frase del capítulo 7 del escrito de Mordekai (Marcos) en el verso 19, que dice: “Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos” No fue dicha por Yeshúa, sino que añadida por el copista de escrito de Marcos o incluso dicha por el mismo Marcos. No hay ninguna frase similar dicha por Yeshúa en todo el libro de Marcos, tampoco la frase esta registrada en ningún de los otros “evangelios sinópticos” (Evangelios similares) Ni Mateo, ni Lucas, mencionan dicha frase. Usted puede leer todo el capítulo 15 del libro de Mateo, que es el pasaje paralelo a la historia del capítulo 7 del libro de Marcos, y no hallara en el, ninguna frase similar a la del escrito de Marcos. Si es que fue Marcos quien incluyo aquella frase deberíamos entender al escritor dentro del contexto en el que se encuentra. Dicho contexto señala que primero ellos son Israelitas: No comen los alimentos que YHVH prohibió en su instrucción. Segundo si Yeshúa es el Mesías: No puede estar enseñando contra la Toráh de su Elohim. Porque si así hiciera no podría calificar para ser el Mesías de Israel, pasando a ser un falso profeta que aparta al pueblo de los mandamientos de YHVH.
Por lo tanto si es que Yeshúa “declaro limpios TODOS los alimentos” ese “todo” debe entenderse que trata de todos los alimentos permitidos en la Toráh en la dieta alimenticia creada por YHVH. Es decir que en otras palabras lo que aparentemente Yeshúa estaba enseñando era que a pesar de que los “utensilios” y “las manos” no fueran lavados y lavadas, los alimentos son igualmente limpios. De esa manera es que Yeshúa declaraba todos los alimentos que YHVH permite comer, como alimentos limpios, independientes de si los utensilios y las manos este o no lavados antes de comer esos alimentos.
Para termina quisiera decir algo que a mí en lo personal me olía a monje encerrado. La frase “Esto decía” (haciendo limpios todos los alimentos) del verso del capítulo 7 verso19 del libro de Marcos posiblemente según algunas evidencias bíblicas seria una frase “añadida” que cambiaria todo el entendimiento del versículo y el pasaje.
El problema radica en que la mayoría de las traducciones del Nuevo Testamento se basan en un texto griego que fue modificado en algunos puntos. Marcos 7.19 es un ejemplo de ello. El texto griego autorizado del Nuevo Testamento, el bizantino, conserva fielmente la redacción original. La Biblia de Reina Valera (revisión de 1.977) refleja el texto auténtico en este punto: "…porque no entra en su corazón, sino en su vientre, y sale a la cloaca, purificando todos los alimentos" (Los editores de la Biblia de Jerusalén, en una nota marginal, reconocen que el texto griego dice literalmente "purificando todos los alimentos".) Las palabras "esto decía" no aparecen en el texto griego base de las versiones bíblicas contemporáneas. Por lo cual, si las palabras: “Esto decía” no están en el texto griego de la frase del verso 19 de Marcos capitulo 7, el versículo podría entenderse como una enseñanza acerca de la purificación natural del cuerpo humano a través de la defecación de los alimentos. Pues todos sabemos, que el hombre va a la letrina Y SE PURIFICA de todo lo que comió y deja ahí todo lo que al cuerpo no le servía por ser IMPURO. Así que Yeshúa perfectamente podría estar apuntando a eso con su enseñanza: El pasaje sencillamente confirma la capacidad del organismo humano para eliminar partículas de polvo y otras impurezas físicas de los alimentos mediante la eliminación fisiológica.
Shalom en el Mesías.
Excelente manera de retorcer las Escrituras, pero muy peligrosa. De todos modos lo que intentes tapar en un texto saldrá en otros (Hechos 10:9-16; 1 Timoteo 4:3; 1 Corintios 10:25) La explicación de Marcos no está en distinguir la ley oral de los mandamientos de Moisés, sino en distinguir el propósito de la enseñanza: aprender que la impureza está en el corazón. No ver esto en ese pasaje es tragar el camello. El que tenga ojos para ver que sólo Cristo nos puede limpiar de nuestra impureza, que lo vea y se deje de esfuerzos inútiles.
ResponderEliminarQuizás lo que dice de eliminación fisiológica sea un poco descavellado, pero, yo hace rato ya ando en este tema, precisamente porque quiero hallar la verdad de la alimentación y me he dado cuenta de cosas que son más claras que el agua. Las citas que diste, OJO, leyéndolas bien, apuntan a reforzar lo que dice este artículo. Pedro explica bien que esa visión se refiere a los paganos y no a la comida, y en Timoteo, Pablo se refiere a que estas religiones están prohibiendo los animales que Dios dio para comer ( ej. religiones Indias que delaran a la vaca como sagrada y no se la comen, los Budhistas y el casi veganismo que están extendiendo, etc), y finalmente en 1 Corintios Pablo se refiere a comer toda la carne sacrificada a los idolos, PARTIENDO de la base, que esa carne pertenece a la dieta de Dios (Carnes puras). Personalmente, creo que la frase más decidora es la de Pedro, cuando dice que él nunca ha comido nada impuro ni inmundo, porque eso lo dijo después que Cristo murió, de modo, que Cristo NUNCA pudo haberle enseñado a comer carnes impuras.
EliminarExcelente comentario amigo, justamente así es. El Mesías Yeshua no enseño a comer animales prohibidos por la Torá a sus seguidores, de lo contrario, él seria un detractor de su mismo Padre y Dios, quien dio estas leyes en su sagrada Torá. Pero sabemos, que a la luz de los escritos mesiánicos, esto es imposible. Shalom!
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