Como Judío Yeshua debía hacer
todas las ordenanzas de la Torá (Instrucción) dada por Dios a Moshé (Moisés) y
por Moshé al pueblo de Israel. Si miramos en los “evangelios” vemos que Yeshua
nació de su Madre Myriam mujer descendiente de la tribu de Judá, y además
descendiente por vía de Yosef (José) de la familia Judía del Rey David.
Yeshua nació como todo niño Judío
nacería, a los ocho días fue circuncidado según la exigencia de la Ley de Dios,
un ángel le dijo a su Padre Yosef;
"él salvara su pueblo Israel de sus pecados", a los 12 años
estaba en el Gran Templo de Jerusalén discutiendo temas concernientes a la
Instrucción (Torá) de Dios con los ancianos de su pueblo. Como todo joven Judío
a su edad, ya se había convertido en un "hijo de los mandamientos"
(Bar Mitzva), que era el proceso de Mayoría de edad 12 a 13 años, que debían
hacer todos los hijos de Israel, según la traición de su pueblo. A los 30 años,
asistía a la Sinagoga, los días de Shabbat (sábado-reposo), y ahí leía la Torá
y a los profetas Hebreos. Vivió procurando salvar y rescatar a los perdidos de
su Pueblo Israel, y reprendió duramente a los hombres hipócritas que habían
dejado los principios fundamentales de la Torá; la fe, la justicia, y el amor.
Camino por las calles de Jerusalén diciendo: "cuantas veces te quise juntar como la gallina junta a sus
polluelos" y antes de morir celebro la fiesta de Pesaj (Pascua) como
todo Judío lo haría perpetuamente según el pacto de la Torá, y dijo que su
muerte era en favor de una nueva alianza, esa misma alianza que estaba predicha
por los profetas que Dios haría con Israel. Murió, resucito, y antes de subir a
la diestra de Dios, sus discípulos le preguntaron: "¿Cuando restauras el REINO A ISRAEL?” y él les dijo: "No les toca a ustedes conocer los
tiempos que Dios ha puesto en su sola potestad". Hoy es el tiempo de
la restauración de Israel, y a través de Israel, la restauración de la FE
de Israel en todas las naciones, en todos los gentiles que aman, temen, y
sirven al Dios de Abraham, Itzkak (Isaac), y Yaacov (Jacob). Todos pueden
venir, todos están invitados, la puerta es el Mesías de Israel, y está por
ahora aún abierta para ti.
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