sábado, 23 de abril de 2022

Mateo 5:3 / דברי ישוע המשיח / Palabras del Mesías Yeshua

 


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 הַבְּשׂוֹרָה עַל־פִּי מַתָּי

La buena noticia, según Mateo:

Palabras de Yeshua:

Mateo 5:03

 אַשְׁרֵי עֲנִיֵּי הָרוּחַ כִּי לָהֶם מַלְכוּת הַשָׁמָיִם׃

“Felices los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”

Las felicidades del hombre, el sermón del monte como muchos lo conocen, es simbólicamente hablando: “el Monte Sinaí de la Torá de Yeshúa”. Pues aquí comienzan todas las enseñanzas del Mesías relativas al comportamiento y a los mandamientos de la Torá.

Según lo documentado por Mateo, y los demás escritores de los evangelios. Nuestro Mesías comenzó su predicación con estas palabras acerca de la cualidad más importante y difícil de alcanzar; la Humildad.

Parafraseando a Yeshúa, él nos transmitió que “son felices, los pobres en espíritu, los humildes, ya que ellos son dueños del reino de los cielos”. ¿Qué significa esto?

En contraposición a lo que sistema del mundo nos quiere imponer, respecto de que debemos ser competitivos en cada área de nuestra vida, en el trabajo, en la familia, como si existiera una competencia sobre quien tiene la “mejor” familia, o sobre quien tiene o quien deja de tener bienes materiales, o a veces incluso la competitividad en el contexto religioso; quien es el que más brilla sobre los demás, quien es el que sabe más o quien es el que manda y quien es el que obedece. Quien busca todas estas cosas, se causa un daño muchas veces irreparable, que trae como resultado la altivez de espíritu, el ego, y la destrucción emocional, consecuencias que sin duda son una muestra de la inmadurez y el infantilismo que nos domina, y que revela cuan perdidos estamos del objetivo principal de la vida.

Yeshua irrumpe con esta verdad: “los humildes son los dueños del reino de los cielos”. Y es que los humildes se caracterizan por no buscar el honor, no les interesa competir con sus similares, ni les afecta ser llamados “pequeños”. Yeshua enseño diciendo: “de cierto les digo: el más pequeño entre vosotros es el más grande en el reino de los cielos”. Y es que esta la verdad que el Mesías nos está transmitiendo y que él espera que la hagamos nuestra para ser felices verdaderamente, la auténtica cualidad de la humildad es la posesión de la grandeza.

La clave para conseguir esto está en el ejemplo que nos dio nuestro santo Mesías Yeshua quien se “despojo de si mismo”, según nos explica el apóstol Pablo: “se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; quien no estimo ser igual a Di-s, como cosa a la que aferrarse”.

Lo cual significa que Yeshua no estimo el valor de ser rey de Israel, con tal de obedecer a su Padre, incluso si esto implicaba llegar a la muerte de un madero, hasta perderlo todo, para finalmente ganarlo todo, como lo dice el apóstol Pablo seguidamente: “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre”. Mostrándonos con ejemplo de su vida esta inmensa verdad: “Los humildes, son los dueños del reino de los cielos”, a tal punto que a él le fue concedido el lugar ser el rey del reino de los cielos y prontamente coronado como el Mesías Rey de Israel. Todo esto gracias a su humildad y obediencia.

Solo si vencemos la sed de gloria que nos consume, que nos domina para ser vistos de los demás y de ser mimados por todos, podremos elevarnos de nuestra infancia a una madurez más plena, que nos hará libres y felices. Pues ya sabemos que de los pobres en espíritu es reino de los cielos.

“Bendito sea Yeshua el Mesías, por sus palabras*.

אברהם בן יעקב
http://toraetzjaim.blogspot.com/

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