הַבְּשׂוֹרָה עַל־פִּי מַתָּי
La buena
noticia, según Mateo:
Palabras de Yeshua:
Mateo 4:19
וַיֹּאמֶר אֲלֵיהֶם
לְכוּ אַחֲרָי וַאֲשִׂימְכֶם לְדַיְּגֵי אֲנָשִׁים׃
“Y Les dijo: Venid en pos de mí,
y os haré pescadores de hombres.”
Comentarios:
Es indudable que en estas
palabras vemos reflejada la pasión del Mesías por el hombre. Yeshúa no tuvo una
actitud pasiva respecto del estado espiritual del ser humano, él quería salvar
a los hombres, él quería hacernos sentir, amados, únicos e imprescindibles para
Di-s. Tanto así, que estuvo dispuesto a morir por ese ideal.
Di-s ama al hombre, a todos los
hombres. Ningún hombre nace malo, todos somos potencialmente un justo o un
malvado. Y es por eso que a pesar de la maldad que puede haber en nuestros corazones,
Yeshúa sabe que al ser creación de HaShem tenemos la oportunidad de cambiar.
Pues él enseño diciendo: “el que viene a mí, no le echo fuera”.
Las palabras “venid en pos de
mí”, revelan el proceso que experimenta un alumno verdadero del Mesías
cuando se apega a su maestro. Llegar a ser uno con el Mesías, es más que creer
en él, es estar dispuestos a ser como él, negarse como él se negó. Vivir como
él es sufrir como él, y luego dar gloria a Di-s por ello. ¿Quién da alabanzas a
Dios por sus problemas?...
El alumno de Yeshúa que acepta el
designio divino, tal y como está para su vida, dispuesto a no dejar la senda
del Mesías a pesar de sus pruebas, podrá realmente “ir en pos de él”,
para avanzar a la segunda etapa: “os haré pescadores de hombres”.
Ser pescador de hombres es ser un
colaborador de Di-s, bendito es él. Es alguien que sabe el valor de un alma,
que valora el trabajo en el reino de HaShem, que es parte de sus prioridades en
la vida. Quien vive así, no puede tener otra vida, que no sea sirviendo a los
demás, porque en ello encuentra todo su propósito.
¿Cuántos pescadores de hombres
hay hoy en día? Personas que están dispuestas a crecer, a ser mejores seres
humanos, mejores padres, mejores esposos, mejores hermanos, mejores amigos,
transformarse ellos mismos primero en pos y aras del Mesías Yeshúa, para luego
salir a impactar vidas, con el mensaje transformador de las buenas noticias de
la Torá.
Tenemos muchos que llevan su
propio honor y sus ministerios para ser vistos de los muchos. Pero, amor al ser
humano, pagar el precio, vivir la humillación, hacer el trabajo duro, pasar
frio y hambre, ¿Cuántos están dispuestos a vivir algo así? ¿Por amor al Mesías
Yeshúa, somos capaces de mirar en menos nuestra carrera en este mundo, para ser
un pescador de hombres?
Pensemos en esto, ¿Cuántas horas
del día, cuantos días de la semana, ocupo para salvar a otros? Quizás, la
salvación no esté en salir a predicar al otro lado del mundo, pero si está en gesto
muy bien intencionado, una bonita palabra al desvalido, una oración por quien
tu sabes que necesita, o un “Di-s te ama” fortuito por ahí de camino mientras
haces tus labores diarias. Di-s ama al hombre, y ese amor, en sí mismo es la
salvación que todo ser humano necesita. ¿Pero cómo hacemos para difundir su
amor? Cada vez que alguien elige entregar el amor de Di-s, se convierte en un
pescador de hombres, en la caña que Dios usa, dispuesta y lista para salvar
vidas.
“Bendito sea
Yeshua el Mesías, por sus palabras*.
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