lunes, 2 de agosto de 2021

Parasha 47 Ree 5774 / No cerraras tu mano

Parashá 47 Ree 5774 
Levítico 25:1 – 26:2
No Cerraras Tu mano

Shalom Javerim:

בס״ד - Bs”D – con la ayuda del cielo, estamos estudiando la Parashá semanal, que nos corresponde esta semana; RE-É  – En la Parsha Behar, leemos acerca de la Mitzvá de prestar ayuda económica en calidad de préstamo sin cobro de intereses y en otros sitios se mencionan las Mitzvot de lo que el campesino debe dejar para el pobre en la época de la cosecha y el diezmo para los necesitados. Sin embargo, en Re-é, hay una aparente contradicción: una cita dice (Devarim 15:4) que "no habrá entre ti pobres..." y, más tarde (Devarim 15:11) se menciona que "no dejarán de haber pobres en la tierra". ¿Es posible imaginar un mundo sin gente carenciada? Esto no se entiende. ¿Cuál es la fórmula? 

Leemos en la bendita Torá: 

“No debe haber necesitado entre ustedes– ya que HaShem tu Dios te bendecirá en la tierra que HaShem tu Dios te está dando como porción hereditaria” (Debarim 15:4) 
Con esta declaración nos muestra la Torá que la voluntad de Hashem es que dentro del pueblo santo no existan “necesitados”. La razón se debe a que dentro de la tierra de Israel el pueblo tendrá la suficiente bendición para cubrir las necesidades de cada habitante de la nación. Por lo cual, la protección economica del cielo, va ha depender de las siguientes condiciones: 

+ Si el pueblo de Hashem guarda los mandamientos habrá prosperidad. 
+ Como el pueblo tiene prosperidad no hay necesitados. 
+ Y si hay necesitados, es una oportunidad para el pueblo de ser bendecidos, necesitados son instrumentos de Hashem para que lo que no tienen necesidad puedan dar de lo que les a sido dado. 

De aqui comprendemos que el rico necesita del pobre, y el pobre necesita del rico: Ambos son instrumentos del cielo para una bendición mutual: Pues está escrito: 

“El que le da al pobre no padecerá necesidad, pero al que cierra sus ojos lo maldecirán (Proverbios 28:27) 

“El que es generoso con el pobre le presta a YHWH; él le pagará a su debido tiempo (Proverbios 19:17) 

¿Pueden exitir pobres dentro del pueblo? La Torá nos muestra lo siguiente: 

“Porque nunca dejará de haber necesitados en tu tierra, por lo cual te mando: ábrele tu mano al pariente pobre y necesitado en tu tierra. (Deuteronomio 15:11) 

Sin embargo, el verso 4 del capítulo 15, nos dice que “para que no haya entre vosotros necesitados” La palabra “para” del verso 15, nos muestra que la no existencia de necesitados es una consecuencia de otra cosa. 

En los versos anteriores del capítulo 15 leemos lo siguiente: 

“Cada séptimo año debes practicar el perdón de deudas. Esta será la naturaleza del perdón: todo acreedor perdonará la deuda que reclama de su prójimo; no debe cobrarle a su prójimo o a su pariente, porque el perdón proclamado es de YHVH. Podrás cobrarle al extranjero; pero debes perdonar todo lo que te deba tu pariente” (Debarim – Deuteronomio 15:1-3) 

Vemos por lo tanto que ÉL PERDÓN de las deudas entre hermanos es una clave para que no exista necesitados entre el pueblo de Hashem. La Torá permite las deudas entre hermanos, pero al mismo tiempo exige el perdón de las deudas entre hermanos. Por otra parte, permite la exigencia de la deuda a uno que no es del pueblo de Hashem. 

Sin embargo, el espíritu de la Torá nos muestra que es mejor el perdón de las deudas a todo ser humano, de esa manera podremos pedir que Hashem también perdone nuestras deudas, fue lo que lo enseño nuestro santo maestro Yeshua: 

“Perdónanos nuestras ofensas (deudas), como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden (deben). Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén. Porque si ustedes perdonan a los demás sus ofensas (deudas), su Padre celestial también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco su Padre les perdonará sus ofensas (deudas)” (Mateo 6:12-15) 

Del mismo modo como la Torá prohíbe que no perdonemos en el año shemita al pobre sus deudas, o que no perdonemos a los deudores, así también nos exige que cuando prestemos dinero a un hermano, no le cobremos intereses: 

“Si le prestas dinero a los del pueblo, a los pobres entre ustedes, no actúes con ellos como un prestamista: no les exijas intereses” (Shemot 22:25) 

La Torá nos muestra en varias oportunidades que los POBRES o necesitados existen en medio del pueblo de Israel, como ya dijimos son instrumentos del cielo necesarios para activar la Buena voluntad, la misericordia en medio del Pueblo del Eterno. Por ejemplo, tenemos: 
“Sin embargo, si es pobre y sus recursos son insuficientes” … (Levitico 14:21)

“Y cuando cosechen el producto de su tierra, no deben cosechar todo hasta los bordes de su campo, ni recoger las espigas caídas de su cosecha; deberán dejarlas para el pobre y el extranjero: yo YHVH soy su Elohim” (Levitico 23.22) 

¿Quién es “Pobre”? en el aspecto económico es una persona NECESITADA, que no tiene los medios posibles a su alcance para cubrir sus propias necesidades ni las de su familia. Para esta persona la Torá usa la palabra hebrea: 

ינע La palabra “ani” tiene las siguientes connotaciones: “deprimido” (figurativamente), de mente (gentil) o circunstancias (necesitado, especialmente santamente):-abatir, afligir, humilde, manso, pobre. 

Como sabemos que tendremos que “siempre tendremos pobres en la tierra”; Debemos saber cómo conducirnos delante del cielo para hallar gracia a los ojos de Hashem y no ser hallados egoistas. Habitualmente estamos solo ocupados de nuestras propias necesidades, nuestra ropa o vestimenta, nuestros alimentos, nuestros deseos, nuetras prioridades son las que cubrimos siempre ¿pero las demas? No nos preocupamos de las necesidades de nuestro hermano. 

Esto es considerado idolatría: 

“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino del Mesías y de Dios (Efesios 5:5) 

La avaricia está totalmente condenada y trae consecuencias graves: 

“Se apresura a ser rico el avaro, Y no sabe que le ha de venir pobreza” (Proverbios 28:22) 

“Cuando te sientes a comer con algún señor, Considera bien lo que está delante de ti, Y pon cuchillo a tu garganta, Si tienes gran apetito. No codicies sus manjares delicados, Porque es pan engañoso. No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas. Como alas de águila, y volarán al cielo. No comas pan con el avaro, Ni codicies sus manjares; Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo” (Proverbios 23:1-7) 
Es importante destacar que la Torá coloca al “Hermano”, o sea al pariente sobre el “prójimo”. Es decir, es más importante darle al hermano o al pariente, que darle al prójimo que no es nuestro pariente o hermano, lo cual no quita que le demos al prójimo. Esto lo podemos graficar de la siguiente manera: 

El hermano o pariente es uno que es de tu parentela, tu familia más cercana, tu hermano que guarda los mandamientos del Eterno, el pertenece al pueblo de Hashem. 
Respecto de esto Shaul escribió: 

“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. (Timoteo 5:8) 

El prójimo es aquel que no siendo tu hermano o pariente familiar, ni tu hermano esta cercano a ti, y le puedes brindar tu ayuda. 

Respecto de esto Yeshua nos enseñó una historia: 

“Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Yeshua: ¿Y quién es mi prójimo? Respondiendo Yeshua, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo, un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Yeshua le dijo: Ve, y haz tú lo mismo. (Lucas 10: 29-36) 

El mundo ha sido creado para que los seres humanos sobre todo el hombre, estemos siempre “dando”, cuando abandonamos esta cualidad tan importante y natural que nos dio HaShem, nos volvemos en una sequedad, pues no se puede recibir nada del cielo, si no nos estamos despojando de lo que hemos recibido. La mujer es la vasija y el hombre es la botella que llena la vasija. La mujer tiene la cualidad dada del cielo de administrar lo que HaShem le da a través del hombre. Estamos constantemente recibiendo, dependiendo de la medida que hemos entregado. 

La función de dar, sin esperar recibir nada a cambio es una de las cualidades del hombre de HaShem que ha alcanzado una vida espiritual elevada. Siempre es mejor dar que recibir. 

En la porción de esta semana vemos que HaShem nos dice en su bendita Torá cuán IMPORTANTE ES DAR, y esto lo sabemos desde el texto hebreo, en el verso 10, donde leemos: “naton titen lo velo ieraa lebabeja” "Dar le darás a él (al pobre), y no se contrairas tu corazón cuando le des a él".
¿Por qué la Torá mencionó dos veces el verbo dar ("dar... darás)? Para enseñarnos que, si la persona dio Tsedaká una vez, por lastima sin alegría, a quien se lo está pidiendo, debe entonces dar otra vez con alegría, para cumplir la Mizvá de tsedaká, que toda persona está obligada a hacerla.

Y también es para enseñarnos que CON TODA SEGURIDAD SE DEBE DAR, es decir “Darás” no cerraras tu corazón, ni tu mano.

La Torá nos pide que no endurezcamos nuestro corazón ante la necesidad de los necesitados, hay personas que lucha en su interior sobre si dar o no, o de si prestar o no a un necesitado, porque la avaricia que es idolatría, no les permite dar. La Torá luego nos pide que no “cerremos nuestra mano” ante la necesidad pues hay gente que extiende su brazo, pero al momento de dar, al momento indicado cierran su mano.

Dar al necesitado es un mandamiento del Eterno. Cuanto más lo será contribuir par a las necesidades básicas de la familia, las necesidades básicas de una Yeshuiva, o de la Kahal donde se estudia la Torá y se sirve al Eterno. Por esta razón es que la Torá nos termina diciendo, como a modo de repetición y consejo:

“Siempre habrá menesterosos en la tierra, por eso te ordeno DICIENDO, QUE HABRAS TU MANO a tu hermano pobre y menesteroso en tu tierra”. (Devarim 15:11)

Rashi comenta que cuando hacemos la voluntad de HaShem “No habrán menesterosos entre ustedes” (verso 4). La expresión “te ordeno diciendo” parece redundante, pero alude a que abrir la mano para el necesitado, si bien es un mandamiento, es una bendición y un consejo del Eterno para el donador, a fin de que lo haga toda voluntad, sin dudar, pues será es su propio beneficio.

No es casualidad que la Parashat Ree siempre es leída alrededor de Rosh Jodesh Elul (comienzo del mes) el mes del arrepentimiento y del perdón, donde nos perdonamos los unos a los otros, y nos preparamos para que dentro de 40 días después entremos al día más solemne de todos, el día de la expiación (perdón) (yom kipur). En Elul, el último mes del año civil Judío, antes de Rosh Hashana, uno debe aumentar sus contribuciones de tzedaka muy por encima de las entregadas en el resto del año. Que Hashem nos ayude a tener corazones dadivosos, generosos, y que tengamos una buena semana.

Shavua Tov (Buena semana)

2 comentarios:

  1. deben haber pobres,para que demostremos nuestra solidaridad,el amor fraternal!!

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  2. deben d haber pobres para demostrar d k estamos hechos realmente si en realidad nos importa nuestro projimo

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