lunes, 15 de septiembre de 2014

Un Cristo Cristiano y un Mesías Judio


Según la creencia popular cristiana, Jesucristo es parte de la deidad que está compuesta de tres personas divinas y Jesús el Cristo es la segunda manifestación de la TRINIDAD cristiana. Según las palabras documentadas de Jesús el Cristo Cristiano él no vino a abolir la Ley de Moisés, sin embargo los seguidores de este Cristo cristiano si abolieron la Ley de Moisés, porque entendieron ignorando el trasfondo hebraico de sus palabras que la Ley es un yugo imposible de seguir, que es maldición y que está clavada en la cruz y muchas ideas más. De igual manera, Jesús el Cristo cristiano tiene un pueblo diferente al pueblo de Israel, “La Iglesia” que ha reemplazado a Israel, y muchas cosas más.

Pues bien, el problema está y ha estado siempre en la forma, manera y métodos de estudiar los dichos, enseñanzas y acciones del personaje histórico real llamado Yehoshúa. Este personaje nació aproximadamente en Israel en el siglo I e.C, vivió en Israel, habló Hebreo y Arameo el idioma de Israel, su ministerio fue en Israel, sus enseñanzas fueron dirigidas a israelitas, su fe era israelita. ¿Qué era lo natural para estudiar sus palabras, dichos y enseñanzas? Pues estudiar el contexto religioso, cultural e histórico en el que Yehoshúa el personaje real interactuó. Y no hay que dar muchas vueltas, su contexto religioso era el judaísmo del periodo del segundo Templo, su cultura era la cultura judía, su contexto histórico el de un pueblo de Israel bajo el dominio romano. La diferencia entre Yeshúa y Jesús, es que Jesús el Cristo cristiano nació desde conceptos greco-romanos, de filosofía greco-romana, el Yeshúa real e histórico fue revestido de la cultura greco-romana, los conceptos de divinidad, fe, deidad, fueron aplicados desde la perspectiva greco-romana y aplicadas a la realidad hebraica de Yeshúa el personaje real, el resultado de asimilar todos estos conceptos y todas estas perspectiva GRECO-ROMANAS tuvo como resultado a un “Cristo Cristiano” Mírelo de esta manera:

¿Qué sucedería si su maestro de historia le pide un ensayo bibliográfico sobre un personaje real de los Estados Unidos de América? Analice lo siguiente, si usted tuviera que hacer este ensayo sobre Abraham Lincoln ¿acaso abordaría la historia desde la perspectiva, británica? ¿Acaso su sapiencia le indicaría abordar y entender las palabras de Abraham Lincoln desde la perspectiva mexicana de la época? ¡Verdad que no! Pues amigos míos, la religión posterior a los primeros seguidores de Yeshua, hizo exactamente eso, asimiló, entendió y usó métodos diferentes a los hebraicos para comprender las palabras, enseñanzas y acciones del personaje judío llamado Yeshúa, que vivió en Israel en el siglo I e.C. el resultado es una distorsión teológica (por usar este término familiar) entre el personaje real hebraico y una invención greco-romana.

La diferencia pues entre Yeshúa y Jesús es una diferencia teológica, una diferencia de 2000 años, una diferencia entre el día y la noche, una diferencia entre lo que es real y lo que es inventado, una diferencia entre el pensamiento hebraico y el pensamiento helénico. 

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