lunes, 18 de abril de 2022

Parasha 29 Ajarei Mot 5779 - La prohibición de comer sangre y la sangre del Mesias Yeshua




Parashá 29 Ajarei Mot 5779 
COMENTARIO DE LA PORCIÓN SEMANAL DE LATORÁ
Parashá 29 Ajarei mot / Levítico 16:1 – 18:30

Shalom Javerim:

בס״ד - Bs”D – con la ayuda del cielo, estamos estudiando la Parashá semanal, que nos corresponde esta semana; Ajarei Mot – “después de la muerte”- La cual es sumamente importante ya que la leemos en el día de Yom kipur, pues trata acerca del servicio que realizaba el Cohen Hagadol (Sumo sacerdote) en Yom Kipur (el día del perdón). Entre otros muchos temas, también nos recuerda acerca, de las relaciones sexuales prohibidas y del mandamiento de no comer sangre, del cual me gustaría compartirles ahora.

Nos dice la bendita Torá:

"Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, come sangre, yo pondré mi rostro contra esa persona que coma sangre, y la cortaré de entre su pueblo. "Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación." Por tanto, dije a los hijos de Israel: "Ninguna persona entre vosotros comerá sangre; tampoco comerá sangre ningún forastero que reside entre vosotros." Y cuando algún hombre de los hijos de Israel o de los forasteros que residen entre ellos, que al cazar capture un animal o un ave que sea permitido comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. Porque en cuanto a la vida de toda carne, su sangre es su vida. Por tanto, dije a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la coma será exterminado” (Vayikra / Levítico 17:10)

Antiguamente los gentiles paganos tenían la costumbre de sacrificar a los demonios y beber la sangre de esos sacrificios, pues así podían obtener la fuerza espiritual de los demonios a los que les ofrecían sus sacrificios y finalmente predecir al futuro, pues lograban una unión espiritual con estos espíritus impuros a través de la sangre que bebían. Como está escrito también en la Torá:

“No comas cosa con su sangre, ni hagas uso de augurios o encantamientos” (Levítico 19:26)”.

También recuerdo las palabras de Shaúl de Tarso:

“No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios (1 Corintios 10:21)

La expresión: “La copa de los demonios” podría ser una clara referencia al culto pagano de los gentiles, que bebían sangre para conectar con demonios que les permitieran augurios y encantamientos. Distinto es participar de la copa del Señor. Como veremos en este comentario más adelante.

Por esta razón es que antes de tratar el tema de la prohibición de comer sangre, la Torá nos habla acerca de la prohibición de ofrecer una ofrenda de sacrificio a HaShem, fuera del lugar escogido por el eterno, es decir fuera de la tienda de reunión o Mishkan. Para así dejar en claro que, tanto los sacrificios y el uso de la sangre de estos animales, tendrán un objetivo elevado y además reglamentado por la Torá desde ese momento en adelante.

Hubo antes de la entrega de la Torá y de la construcción del Mishkan la costumbre de ofrecer sacrificios a HaShem, donde la persona quisiera. Tales lugares eran conocidos como “bamá” (במה). Sin embargo, después que el tabernáculo fue construido tales bamot, fueron prohibidas. Y así solo estaba permitido hacer un sacrificio en el lugar determinado por la Torá.

¿Por qué nos está prohibido comer la sangre de un animal?

1.- Si la persona ofrecía un “korban” (ofrenda) a Di-s, no podía beber la sangre del animal. La razón que nos da la torá es: “porque la vida de la carne está en la sangre, y yo la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas” decir – no puedes obtener provecho de la sangre la cual te sirves para la expiación de tus pecados.

2.- Pero, aun así, cuando captures un animal o ave permitido para comer, (es importante aquí resaltar el hecho de que la Torá te habla de animales permitidos para el consumo humano, no considera la posibilidad de otros animales no aptos para el consumo humano – cae de cajón esto, para mencionar que toda vez que en las escrituras se mencione el tema de “poder comer algo” se refiere solo a alimentos permitidos por la Torá.), tampoco podrás comer su sangre. Con lo cual queda claro, que la prohibición, de comer la sangre, no es solo porque la sangre sirva para la expiación del pecado, sino que en este caso el motivo de la prohibición radica en que el alma, del ser que ha sido muerto está en la sangre del animal, por lo cual te está prohibido comer su sangre.

¿Cuál es la importancia de este mandamiento?

La Torá nos dice literalmente: “Yo (Di-s) pondré mi rostro contra aquella persona que coma sangre”. Lo cual quiere decir que HaShem se ocupara personalmente de castigar a esa persona, dejando de lado otros asuntos, como para decirlo de alguna manera que lo podamos entender. Por lo que aprendemos que es un mandamiento muy importante.

En el libro de los Hechos de los emisarios del Mesías Yeshúa, leemos que una de los mandamientos que se les escribía a los gentiles que comenzaban en el camino de la Torá a través de la fe en nuestro Mesías Yeshúa fue la prohibición de comer la sangre de los animales. Leemos:

“Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito, habiendo decidido que deben abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, DE SANGRE, de lo estrangulado y de fornicación” (Hechos 21:25)

Lo cual nos confirma que es un mandamiento importante y base, para el comienzo de la fe en Yeshúa y la observancia de la Torá.

Es importante para aplicar el mandamiento de “no comer sangre” que corresponde al mandamiento negativo número 184, estudiar y aprender las leyes relativas al consumo de carne, y la sangre que contiene la carne. Para lo cual debemos estudiar el compendio de halajot (leyes) del Shuljan Aruj – que les comparto en el siguiente enlace: http://www.shuljanaruj.com/kosher17.asp

También cabe mencionar que no están prohibidas las transfusiones de sangre, ni insinuada su prohibición en las escrituras. Es más, se podría inferir de algunos versículos de las escrituras, que se alienta a dar la vida por otros. Como está escrito: “Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos” y como la vida está contenida en la sangre, en el caso de ayudar a un enfermo a través de la transfusión de sangre estaríamos haciendo un bien, que, desde el punto de vista de este versículo, sería una gran muestra de amor. Tenemos el más claro ejemplo del amor divino, Di-s bendito es él, nos dio a Yeshúa, el hijo de Dios, el cual derramo su sangre por amor a nosotros, a fin de obtener la vida y el perdón de nuestros pecados.

La esencia del animal está contenida en su sangre nos explican los cabalistas, por lo cual, cuando la persona bebía esa sangre se unía a esa esencia animal. Nos dice el comentario del sefer hajinuj que el hombre al ingerir sangre animal permitiría que las características groseras, burdas y animalescas formen parte del alma del hombre que ingiere la sangre. También se nos enseña que al comer la sangre de un animal o de un ser humano, lo que se haría en términos de Torá, es comer el alma que está contenida en esa sangre. Es como si hubiese una especie de canibalismo en el sentido literal y espiritual, un alma comiendo a otra alma. Lo cual al examinarlo es mucho más grave y profundo aún.

Ahora para terminar, leamos el siguiente pasaje:

“Entonces Yeshúa les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. (Juan / Yojanan 6:53-56)

Las palabras de nuestro Mesías Yeshúa son claramente una metáfora que alude a esta fuerza espiritual que hay en la sangre, y que permite la UNIÓN espiritual de dos entes separados. Por esta razón, es que al ser limpiados por la sangre del Mesías Yeshúa, tenemos parte con él, y somos una verdadera unidad con el alma del Mesías, compartiendo parte de su naturaleza divina si nos esforzamos. (2 Pedro 1:3). Ya hemos sido limpiados, y hemos sido acercados, a la fuente Eterna, por la fuerza de la sangre del Mesías Yeshúa. Ahora usemos esta sangre y fuerza para mantenernos unidos y cercanos a él. Y vencer las artimañas del ego y del diablo que operan en el mundo de las tinieblas, pues la sangre del Mesías Yeshúa si tiene poder.

En El tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia (Efesios 1:7) - / Pero ahora en el Mesías Yeshúa, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre del Mesías. (Efesios 2:13)

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