lunes, 1 de agosto de 2022

Parashat 44 Debarim 5780 - Palabras de amonestación

COMENTARIO DE LA PARASHA SEMANAL
Parashá n°44 Devarim 5780
Deuteronomio 1:1 – 3:22

Shalom Javerim: 

בס״ד - Bs”D – con la ayuda del cielo - estamos estudiando esta semana la parashá “Devarim” (palabras).  En esta oportunidad me gustaría que pudiésemos comentar el siguiente versículo de nuestra bendita Torá:

Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en el Arabá frente al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab” (Devarim/Deuteronomio  1:1)

אֵ֣לֶּה הַדְּבָרִ֗ים אֲשֶׁ֨ר דִּבֶּ֤ר מֹשֶׁה֙ אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֔ל

El ultimo libro de nuestra sagrada Torá, comienza con las palabras (ֵ֣לֶּה הַדְּבָרִ֗ים) “ele HaDebarim” – “estas son las palabras”. Y respecto de esta expresión nuestros sabios de bendita memoria explican que toda vez que un texto de las sagradas escrituras comience con la expresión ַדְּבָרִ֗ים - “devarim” – “palabras” – nos está indicando que las palabras contienen un mensaje de amonestación y reprensión para quienes las reciben.

Así vemos que sucede por ejemplo con el famoso libro de Kohelet (Eclesiastés) que comienza con: דִּבְרֵי֙ קֹהֶ֣לֶת – “debarei kohelet” – “Palabras del Predicador”, pues el contenido del libro en general es una amonestación sobre el sentido de la vida del hombre en este mundo.

La misma expresión la encontramos en el libro del Profeta Jeremías: דִּבְרֵ֥י יִרְמְיָ֖הוּ – “debarei Yirmeyahu” – “Palabras de Jeremías”, ya que el contenido de la profecía que contiene este libro, es un constante llamado al arrepentimiento del pueblo de Israel.

Así que las palabras: “ele hadebarim” “estas son las palabras” – nos vienen a enseñar que el discurso de Moshé contiene un sentido amonestación y una carga de reflexión muy importante que alude al corazón de los Israelitas. Según el comentario de Rashi: “Moshé enumero aquí todos los lugares donde los Israelitas habían pecado” – Es decir cada lugar mencionado estos capítulos de la Torá, son alusiones a aquellas ocasiones en las que el pueblo se revelo contra HaShem, de distintas formas. Por lo que sus palabras tendrían un sentido de amonestación, respecto de aquellas situaciones pasadas, a fin de despertar sus corazones hacia la conversión verdadera.

Aunque el mensaje de reprensión estaba en los labios de Moshé, fue HaShem quien le quería que les reprendiera anticipadamente. ¡Aquí entonces vemos el amor del Padre celestial y del Padre terrenal!

“Y aconteció que, a los cuarenta años, en el mes undécimo, el primero del mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todas las cosas que HaShem le había mandado acerca de ellos” (Devarim/Deuteronomio 1:3)

Y está es la reflexión que traemos esta semana: ¡Que importante son las palabras de amonestación! – No se puede vivir una vida sin reflexión alguna, quien vive así, se transforma en un ser humano involucionado espiritualmente.

Un padre verdadero, no puede dejar a su hijo sin palabras de disciplina y amonestación. ¡Si HaShem no nos amara, nos dejaría sin disciplina y seriamos considerados, como sin padre! – Pero aunque muchas veces parezcan duras las palabras de nuestro Padre celestial (que recibimos a través de nuestros maestros) y nos llenemos de vergüenza – y nuestros rostros se pongan un instante rojos como el fuego – es mejor un momento de esos en esta vida – que un castigo severo el fuego eterno, y quedarnos sin olam haba.

Las palabras de disciplina – constituyen la fuente de nuestra formación personal y del crecimiento espiritual. Y Sin embargo es la rama de las sagradas escrituras menos estudiada por las personas, pues no es para nada popular. Estamos acostumbrados a llenarnos de información. En la red de internet leemos y vemos cientos de millones de videos y artículos sobre distintos temas bíblicos. Muchos de ellos interesantes – gematrías – misterios – asuntos proféticos y temas similares que capturan la atención de millones de personas. Pero, aunque pueden ser muy atractivos e interesantes, no pueden traer una reflexión al corazón de la persona y por lo tanto no cambian su corazón.

¡Un mensaje sobre el infierno tiene mucho menos poder que las palabras de amonestación de un Padre!

Esta escrito en las escrituras, que solo la amonestación de un Padre obtiene el buen fruto de santidad y justicia que HaShem desea de nosotros. En cambio; ni el sermón más aterrorizante sobre el fuego del lago de fuego, ni los miles de estudios sobre las letras hebreas, las gematrías, y muchas cosas bonitas y hermosas de las escrituras, no pueden causar este cambio tan importante en el corazón, que HaShem pide de nosotros. Solo las palabras de amonestación de un Padre y su disciplina lo pueden conseguir

Así está escrito en la carta a los hebreos:

“Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:8-11)

De este pasaje aprendemos:

1.- La disciplina de un Padre Terrenal es digna de respeto - ¡Cuánto más la del padre celestial!

2.- El objetivo de las palabras de amonestación es el más elevado de todos - ¡La vida misma! – Cuya amonestación como Padre de los espíritus, trae vida espiritual a quien la recibe con humildad.
3.- Debemos buscar, indagar más, sobre temas de moral, ética, comportamiento, cualidades, pues estas cosas en si mismas sin parte de las palabras de HaShem que contienen las amonestaciones necesarias para obtener la vida.

4.- Las palabras de amonestación, nos hacen participes de la santidad del HaShem.

5.- Las palabras de amonestación traen consigo un fruto, que contiene paz, no hay bendición sin la paz. Ya dijeron nuestros sabios: ¡El recipiente de la bendición es la paz!

6.- Las palabras de amonestación son un ejercicio. Esto quiere decir que nos debemos sujetar a ellas, probarnos en ellas constantemente, no desecharlas, y ver tras ellas siempre el INMENSO AMOR DEL PADRE CELESTIAL. Pues sin esa comprensión, ¡podríamos pensar que son ataques humanos! – pero no, en realidad es siempre el amor del Padre que busca hacernos mejores seres humanos y mejores personas.

El maravilloso libro de Mishle/Proverbios nos dice:

שְׁמַ֣ע בְּ֭נִי מוּסַ֣ר אָבִ֑יךָ וְאַל־תִּ֝טֹּ֗שׁ תֹּורַ֥ת אִמֶּֽךָ׃

“Oye, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no desprecies la Torá de tu madre” (Mishle/Proverbios 1:8)

De este hermoso versículo aprendemos varias enseñanzas, relativas a nuestro comentario:

1.- El verso dice: “shema beni musar” – “Escuchar hijo mío disciplina-instrucción de tu padre”. La palabra hebrea “musar” que ha sido traducida por “disciplina” o “instrucción” viene de la palabra hebrea “Isur” – que significa “sufrimiento” – Y esto está en armonía con lo que leíamos en la carta a los hebreos: “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza” – Pues que la Torá es sí misma una disciplina que nos trae un sufrimiento, a esa parte o naturaleza humana que no quiere dejarnos crecer.: “A la carne y a sus deseos”, le resultan un “isur” – un “sufrimiento”, el cumplimento de la voluntad de HaShem. Pero como dijo Yeshua: “el espíritu está siempre dispuesto”.

Y aunque vemos que estas palabras causan sufrimiento, pues son en sí mismas un ejercicio moral y espiritual, obtienen como resultado el desarrollo y le elevación de la persona, la vida misma, como lo dice la carta a los hebreos.

2.- El versículo nos dice: “musar abija” – “La disciplina de tu Padre” – y respecto de esto nuestros sabios nos indican, que aquí: “La Torá del Padre” es “la Torá de HaShem”, que nos diera en el Sinaí. Pues está escrito de ella: “la Torá de HaShem es perfecta, que convierte el alma” (Tehilim-Salmos 19:7). Como vemos la Tora del Padre tiene ese poder transformador que convierte el alma. ¡Esas son las palabras de amonestación que necesitamos! ¡Palabras de vida!

3.- El versículo dice: “veal titosh torat imeja” – “y no desprecies la Torá de tu madre” – Al respecto explicaron nuestros sabios que: “la Tora de tu madre”, equivale a las palabras de amonestación de los neviim (profetas) y de nuestros jajamim (sabios). Esto nos enseña la importancia de dejarnos ser enseñados, exhortados, y formados por personas más elevadas que nosotros, de mas experiencia, y que nos den una perspectiva moral y ética de la vida, que nos haga mejores personas, mejores esposos, mejores Padres, mejores hijos de nuestros Padres y Madres, etc.

Tenemos, por lo tanto, que las palabras de musar/disciplina y amonestación, son sumamente necesarias para OBTENER LA VIDA, pues corresponden al nivel de la Torá interna, a los deberes de la conciencia y del corazón que tanto debemos cuidar. Pues sin santidad en él, esta escrito en la carta a los hebreos: “no veréis a Di-s”.

אברהם בן יעקב



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