sábado, 9 de mayo de 2020

Comentario a las mitzvot a la luz de los escritos mesiánicos / N°1


תרי ג מצוות לאור הברית החדשה



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Numero de la mitzva :1 
Nombre de la mitzva :Emuna Hashem / Creer en Dios.
Referencia :Sefer Hajinuj mitzva 25
Parasha: Yitro / Vaetjanan.
Pasaje de la Tora: Éxodo/Shemot 20:2 – Deuteronomio/Devarim 5:7 

"Yo soy el Señor tu Dios que te saque de la tierra de Egipto" (Éxodo 20:2)

La mitzvá a la luz de los escritos mesiánicos: 

Rabenu Yeshuá y sus emisarios, enseñaron que creer en H", implicaba por defecto creer en Yeshuá como ÉL enviado de HaShem.

"Yeshuá clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió" (Juan-Iojanan 12:44-45)

"Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Yeshuá el Mesías, a quien has enviado" (Iojanan-Juan 17:3)

"Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Yeshuá el Mesías, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él" (1 Corintios 8:6)

Esto significa que la creencia en HaShem, tiene un canal de revelación que es único, y es clave para la redención final del mundo y de todo Israel. Es decir, la creación toda, comenzando por todo Israel, depende de esta revelación y creencia. Cuando todo Israel declare con voz clara. "¡Baruj haba veshem Adonai!" (¡Bendito el que viene en el nombre de Adonai!), la mitzva de Creer en HaShem, logrará tener su máximo cumplimiento, y su máximo impacto en todo el mundo, al punto que la redención final habrá llegado. Como fue dicho: "Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor." (Mat 23:39). Ya que ÉL, ha querido que nuestra creencia en él, tenga como piedra angular, la revelación del Mesías Yeshuá. Como está escrito en el Tanaj:

"La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo. De parte de HaShem es esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos" (Tehilim - Salmos 118:22-23)

"NO se turbe vuestro corazón: creéis en Dios, creed también en mi" (Iojanan-Juan 14:1)

¿Podía el Mesías declarar que la creencia en él era el equivalente de creer en Dios, y con esto no pasar a llevar la mitzva de Creer en Dios? Esa fue sin duda una de las declaraciones más sorprendentes que hizo Mashiaj Yeshuá. Sin embargo, vemos que la revelación divina es gradual, a lo largo de la historia del pueblo judío, y que esto está contenido en las escrituras. Basados en las escrituras, los alumnos de Yeshuá, pudieron entender que creer en Dios es el equivalente de creer en él, como su enviado, y que creer en Yeshuá como Mashiaj, es el equivalente de Creer en Dios, como la fuente de todas las cosas.

Está escrito en nuestra bendita Torá: "Yo soy HaShem tu Dios..." Lo cual nos muestra que el principio más fundamental de las escrituras es DI-S mismo. La voluntad más perfecta del Creador es que todas las personas, sean judías o sean de las naciones, puedan “apegarse a Di-s”, y esto solo puede comenzar cuando la persona cree que su existencia radica en que hay una existencia única y verdadera, la cual es Di-s y que solo de él dependen todas las demás “realidades”.

La persona debe creer que es Dios quien hizo los cielos, la tierra, y todo cuanto hay podemos ver, y también aquello que no podemos ver. Los rabinos nos enseñan que uno de los tres preceptos, por el cual la persona debería dar la vida, al punto de perderla, es el precepto de la creencia en Di-s. Es decir, antes de negar nuestra fe en Di-s debiésemos estar dispuestos a morir. Esto nos muestra que, para los sabios judíos, y para las sagradas escrituras, el precepto de creer en Dios es sumamente importante y profundo. Yo diría que creer en Di-s, bendito es, es la diferencia entre la vida y la muerte, es tener una vida con “emuna” (confianza en Di-s) que es infinito he limitado, o tener una vida sin “emuna”, (negando su existencia) pensando que el hombre es suficiente para resolver todos sus dilemas, y lograr su propia felicidad apoyado en que solo él es la persona que hace la única realidad comprobable. Lo cual, ya está demostrado que es un terrible error, pues más allá de toda la inteligencia del ser humano, y de sus tremendas capacidades que puede tener, el ser humano finalmente dejara de existir, y sus habilidades, inteligencia, y todo lo que tiene llegara a su término en este mundo, junto con su muerte o con alguna tragedia en vida. Pero Di-s NO, es la única existencia real, por la cual se sostienen todas las demás realidades, y la persona que cree en esto logrará finalmente trascender todas las barreras de los miedos, los temores y los problemas, pues tiene puesta su confianza en aquel que es la esencia de la vida, y la raíz suprema de todas las cosas.

La persona puede elegir vivir su vida como que Di-s no existe, alegando con sus acciones que no necesita nada de él, ignorando las señales de la vida, los sufrimientos, y reaccionando con una actitud autosuficiente a todo lo que le sucede. O bien, puede elegir vivir su vida demostrando que cree en la existencia de Di-s, y por eso, vivir haciendo un trabajo espiritual diario, apegándose al Creador, a través de las buenas acciones a los demás, a través de la tefila (oración) en privado, a través de las acciones de gracias, a través de la caridad, y de tantos medios que permitirán que logremos el fin del “Y te apagaras a ÉL” (Deuteronomio 10:20). Si la persona logra entender que no hay ninguna otra realidad que no sea Di-s: Sonidos, olores, colores, razas, lenguas, dinero y pobreza, salud y enfermedad, bien y mal. Entonces sabrá también, que sus sufrimientos y necesidades en este mundo, tienen un solo propósito. Hacer que Di-s se apegue a él y que él se apague a Di-s.

El precepto de Shemot 20:2: " Yo soy HaShem tu Dios, que te saco de la tierra de Egipto." nos sugiere que este precepto de la creencia en Di-s, no tiene que ver solamente, con "una creencia", sino que con una demostración de Di-s, y una aceptación por parte de la persona, de que Di-s "que nos saco de la tierra de Egipto" hace milagros, e INTERVIENE siempre en las realidades humanas, y no solo las realidades de los judíos, sino que en las realidades de todas las personas del mundo. La Torá dice: (Deuteronomio 04:35). "Se te ha mostrado, con el fin de conocer, que HaShem, Él es el Di-s no hay otro fuera de Él." 

אברהם בן יעקב

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