Parashá 49 KI
TETZE
Deuteronomio 21:10 – 25:19
Shabat Shalom Javerim:
בס״ד - Bs”D –
con la ayuda del cielo - estamos estudiando esta semana la parashá Ki Tetze (cuando
salgas). En esta oportunidad me gustaría que pudiésemos comentar el
siguiente versículo de nuestra bendita Torá:
“Cuando haya contienda entre hombres, se presentarán a juicio para
que se les juzgue. Justificarán al justo y condenarán al malvado. Si el malvado
merece ser azotado, entonces el juez lo hará echar en tierra y lo hará azotar
en su presencia, según el número de azotes que merezca su maldad. Cuarenta
azotes podrán darle, no más. No sea que, si aumenta mucho los azotes por encima
de esto, tu hermano se degrade ante tus ojos. No pondrás bozal al buey que trilla” (Debarim /
Deuteronomio 25:1-2)
Como leemos en estos versículos, cuando dos personas tenían una
controversia, debían presentarse ante el tribunal de justicia, a fin de ser
juzgada su situación. Si el acusado o malvado, merecer ser azotado, según el numero
de azotes que corresponda a su maldad, le darán el castigo correspondiente,
pero no más de 40 azotes.
Seguido y pegado a estos versículos, se termina el tema con la
frase: “NO PONDRAS BOZAL AL BUEY QUE TRILLA”, ¿Qué tiene que ver esto
con los versículos de más arriba? ¿Cuál es la conexión entre la persona que es flagelada
por una controversia y la persona que pone un bozal al buey que trilla?
La respuesta la encontramos en los escritos mesiánicos, y la
verdad que la explicación que trae el rab Shaúl de tarso es buenísima, veamos:
“Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al
buey que trilla, ¿Le preocupan a Dios los bueyes? (1Corintios 9:9)
¿Le preocupan a Dios bueyes? Que sean una preocupación en la mente
de Dios no, pues les da su vida y sustento, basado en las leyes universales que
rigen el mundo animal. Pero la verdad es que la vida o muerte de un buey no
cambia en nada el mundo. Sin embargo, la vida de un ser humano, si puede
afectar el mundo. Por lo que se debe entender que el versículo no lo dice por
los bueyes, sino por nosotros, los hombres que SERVIMOS a HaShem, como los
bueyes sirven a sus amos, los cuales no pueden poner en sus bocas un bozal, a
fin de que coman. Asimismo, no pondrás obstáculos, ni impedirás que el hombre
de Dios, coma del servicio que realiza al santo bendito.
“Pues fue escrito por causa de nosotros; porque con esperanza debe
arar el que ara, y con esperanza de tener su parte el que trilla. Si nosotros
sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿será mucho si cosechamos de vosotros
lo material? (1Corintios 9:11)
Las personas quizás afectadas por el abuso de poder en cuanto a lo
económico, que hay en las religiones de distintas creencias, han tomado el
prejuicio de no sostener a los hombres de Dios, que le sirven íntegramente, enseñándoles
incluso a ellos mismos la Torá. Pero como vemos, es una obligación de la Torá
sostener a los que sirven HaShem.
Ahora bien, ¿Qué tiene que ver el hombre azotado con el buey
que trilla? La explicación es: Que así, como se castiga a un hombre que fue
hallado culpable en un juicio frente a su adversario por una controversia, con
40 azotes, así también será castigada la persona que ponga un bozal
al buey que trilla. Esa es la razón por la cual están pegados estos versículos,
para enseñarnos que el castigo y la gravedad de poner un bozal al buey que
trabaja en tu campo equivale a 40 azotes.
Pero como hemos visto, la Torá no habla del buey sino de la
persona que le pusiera un bozal, pues Dios no se ocupa de los bueyes, como se
ocupa de las personas. Por un lado, habla del castigo que recibe aquel que le
niega la comida al buey, y por otro lado debemos entender que el buey, es un símbolo
de los siervos de HaShem, que deben ser sustentados.
Por lo tanto, el castigo de los 40 azotes recaerá sobre todos
aquellos que cierran su mano, para sostener al siervo de Dios que les instruye
y los hace participes.
¿Te has preguntado porque constantemente estas siendo castigado
con distintos problemas y dificultades? Enfermedades, problemas de paz
conyugal, falta de dinero y sustento, problemas con distintas personas y malas
relaciones. Todas estas situaciones son en realidad “40 azotes”, se traducen en
sufrimientos que recibe la persona cuando deja de sostener al siervo de HaShem
que le instruye, pensando en que no es su obligación hacerlo.
Claramente HaShem les procura alimento a los bueyes, con mayor
razón le procura el sostenimiento a un siervo suyo, y la forma de hacerlo, es
dejando la responsabilidad en el área de todos aquellos que son enseñados por
el hombre de Dios que les instruye, como está escrito:
¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del
santuario, y los que sirven al altar, participan del altar? Así también ordenó
el Señor a los que proclaman el evangelio, que vivan del evangelio” (1Corintios
9:13-14)
אברהם
בן יעקב
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