Parashá 35 Naso 5779
COMENTARIO DE LA PARASHA SEMANAL
Números 4:21-7:89
Shalom Javerim:
בס״ד - Bs”D – con la ayuda del
cielo - estamos estudiando esta semana la parashá “Naso” (Levanta). Esta oportunidad me gustaría que pudiésemos
comentar el siguiente versículo de nuestra bendita Torá:
“Habla a los hijos de
Israel, y diles: "Si la mujer de alguno se desvía y le es infiel””
(Bemidbar / Números 1:1)
¿Se puede enderezar un corazón
torcido?
La parashá de esta semana nos trae el tema de la mujer
“Sota”, que es la mujer que se desvía o descarría para serle infiel a su
esposo. El comentario de Rashi en esta sección de la Torá nos dice algo muy interesante:
“La palabra hebrea “sota” “desviada” tiene las mismas
letras que la palabra hebrea “shota” que significa “insensata”. Lo cual nos
enseña que toda desviación de inmoralidad sexual es en realidad una “insensatez”.
Por decirlo de manera mas clara aun, es una locura. Todo lo que se arriesga
perder cuando una persona adultera, en relación con lo que podría ganar del
adulterio, es una verdadera locura e insensatez. No hay ganancia alguna de un
acto de inmoralidad sexual. Sino mas bien una compra de boletos a una vida de
depresión y oscuridad espiritual.
Pablo de tarso en sus cartas recomienda o usa la
expresión “huir” dos veces, para referirse a la idolatría y otra en 1 Corintios
6:18, a la “fornicación”. Lo que nos enseña que la inmoralidad sexual es un
equivalente a la idolatría. La persona debe “huir” de la fornicación y por lo
tanto de cualquier forma de adulterio e infidelidad, ya que jamás será más la
ganancia de esa transgresión, que la ganancia que se obtiene de la abstención,
la fidelidad a la esposa(o), y el temor a HaShem.
Esta “desviación” de la mujer infiel, viene además a
enseñarnos como es el corazón del hombre de forma natural. Como esta escrito en
el sefer bereshit: “que todo designio de los pensamientos del corazón
de ellos era de continuo solamente el mal” (Bereshit/Genesis 6:5). El ser humano
tiene una inclinación o desviación hacia lo malo de forma natural. Es mucho más
cómodo y fácil hacer lo malo, o no hacer el bien, lo que resulta de un estado
pasivo también respecto del mal, que hacer un trabajo activo constante para
hacer el bien y educar al corazón a fin de que este no se desvié y enderecé su
camino.
El sabio Rey Shlomo escribió. “Mira la obra de
Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció?” (kohelet/Eclesiastés
7:3) Pregunta el jajam Shlomo HaMelej: “¿Quién podrá enderezar lo que él torció?
¿Se puede enderezar un corazón torcido? Partamos de la premisa que el corazón
del hombre, por naturaleza esta “sota”, desviado hacia el mal y que, por lo
tanto, al nacer con esta inclinación natural por lo malo, lógicamente hay un
trabajo que hacer para volverlo a su centro correcto.
La porción de esta semana, luego de contarnos acerca
del caso de la mujer sota, nos trae pegado el caso del “nazir”, uno que, por
voluntad propia, se va a abstener de algunas cosas permitidas por la Torá. A
causa de un “voto” que este hombre tomo sobre sí, se hará “nazir”, y no beberá ningún
producto de la vid (vino-uvas-etc), ni se cortará el cabello, a fin de obtener
lo que ha solicitado a HaShem. ¿Qué es lo que esta persona podría pedir HaShem,
que sea digno de imitar? Por un lado, tenemos el caso de una mujer infiel, que
es el ejemplo del corazón del hombre en su estado mas desviado. Alguien que cometió
una locura y nublo su sabiduría para pecar. Y por otro lado tenemos a uno que,
yendo contra la norma, “se abstendrá de los permitido”. Le es permitido beber
vino y cortase el cabello, pero él, por un objetivo más elevado aún, se abstendrá
con tal de alcanzarlo.
¿Quién es este nazir? Es la persona que, habiendo
entendido la necesidad imperiosa de corregir el corazón desviado por el pecado,
no solo cumplirá con lo solicitado por la Torá y sus mandamientos, sino que además
sumará a esa senda, la voluntad de abstenerse de aquello que incluso le esta
permitido. Para mostrarnos que un corazón torcido, si puede enderezarse, e
incluso, ir más allá de lo que se la exigido.
Todas las mañanas al despertar, antes de levantarnos
decimos: “Modé aní lefaneja, mélej jai vekaiam, shehejezarta bi nishmatí
bejemla, rabá emunateja” que significa: “Te doy gracias a Ti, Rey viviente y
Eterno, que me has devuelto mi alma con compasión; ¡Grande es Tu fidelidad!”. Al
final de estas palabras decimos “raba emunateja” es decir: “grande es tu fe”, Nos
referimos a HaShem, él nos tiene fe, y por lo tanto, permanece fiel a nuestro
lado, dándonos un día mas de vida. Esto nos muestra que en realidad la persona
puede cambiar su corazón y enderezar las sendas torcidas de su vida, aun cuando
hubiere caído en los pecados mas bajos, como los pecados de la inmoralidad
sexual, el adulterio y la fornicación.
HaShem espera de nosotros que corrijamos el camino y
nos volvamos a él. Sin duda el camino de retorno es largo, duro, y muchas veces
muy oscuro, pero si la persona a decidido en su corazón enderezar sus sendas,
lo lograra finalmente con la ayuda del cielo, y con su misma voluntad.
¿quién podrá enderezar lo que él torció? (Eclesiastés
7:3) La respuesta es ÉL, HaShem bendito es él, puede enderezar lo que el mismo torció.
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אברהם בן יעקב
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