sábado, 24 de julio de 2021

Parashat 46 Ekev 5780 - ¡Quiero que HaShem me ame!

 


COMENTARIO DE LA PORCION SEMANAL DE LA TORÁ
PARASHAT 46 EKEV 5774
Deuteronomio 7:12 – 11:25

 Quiero que HaShem me ame.

 

Shalom Javerim: 

 בס״ד - Bs”D – con la ayuda del cielo - estamos estudiando esta semana la parashá “Ekev” (concecuencias).  En esta oportunidad me gustaría que pudiésemos comentar el siguiente versículo de nuestra bendita Torá:

 

וְהָיָ֣ה ׀ עֵ֣קֶב תִּשְׁמְע֗וּן אֵ֤ת הַמִּשְׁפָּטִים֙ הָאֵ֔לֶּה וּשְׁמַרְתֶּ֥ם וַעֲשִׂיתֶ֖ם אֹתָ֑ם וְשָׁמַר֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ לְךָ֗ אֶֽת־הַבְּרִית֙ וְאֶת־הַחֶ֔סֶד אֲשֶׁ֥ר נִשְׁבַּ֖ע לַאֲבֹתֶֽיךָ׃

וַאֲהֵ֣בְךָ֔ וּבֵרַכְךָ֖ וְהִרְבֶּ֑ךָ וּבֵרַ֣ךְ

 Y si ustedes obedecen estas reglas y las observan cuidadosamente, YHWH su Elohim mantendrá fielmente para ustedes la Alianza que hizo bajo juramento con sus padres. Él te amará y te bendecirá y te multiplicará; (Deuteronomio 7:12-13)

 ¿Quién no desea sacarle una sonrisa a HaShem? Todos en cierto momento de nuestras vidas hemos pensado en como satisfacer al Eterno, y que Él se sienta feliz con nuestra forma de ser, feliz con lo que hemos logrado, feliz porque hemos mejorado. Muchas son las situaciones de la vida en las que nosotros hemos pensado: “quizás, si hago esto, logre que HaShem se ponga contento conmigo”.

 Lógicamente hablamos en términos humanos para intentar expresar ese anhelo de nuestra alma de satisfacer al Eterno o más bien dicho, el anhelo de nosotros sentir satisfacción, cuando logramos hacer algo que sabemos con toda seguridad que HaShem está mirando con mucho agrado.

 Esta semana nuestra bendita tora nos dice: “Y Él te amará” – Lo cual puede entenderse como; “y él se agraciara contigo” o en palabras más nuestras: “estará contento con lo que eres y haces”.

 Pero al leer la Torá, tal cual está: “y él te amará”, pareciera que en ese momento no los amara. Podríamos pensar que en cierto modo HaShem estaba “sentido” con el pueblo de Israel, estoy nuevamente hablando en términos humanos, como para que podamos captar la idea que la Torá nos quiere transmitir. Y es que la verdad, la Torá nos dice que HaShem estaba muy molesto con su pueblo, pues así leemos:

“Y oyó HaShem la voz de vuestras palabras, y enojóse, y juró diciendo: No verá hombre alguno de estos de esta mala generación, la buena tierra que juré había de dar á vuestros padres” (Devarim 1:34-35)

La misión de los espías y la queja gratuita de una gran cantidad de personas, fue la gota que rebalsó el vaso de HaShem. Por lo que la sentencia fue, que no entrarían a la tierra prometida. Esto provocó una distancia entre HaShem y su pueblo. Un disgusto que no pasaría rápido de parte del Eterno. Y es que HaShem no es humano como nosotros, para hablar de “rencor”, es él un Dios perdonador. Pero la Torá quiere enseñarnos que HaShem toma distancia de los seres humanos, cuando persistimos en ciertas actitudes que él no acepta, dada la naturaleza de él, que es TODO lo que necesitamos.

La carta a los hebreos nos trae más luz aún, respecto de esta distancia que HaShem había tomado de con su pueblo. Leemos lo siguiente:

“Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me enemisté con esta generación, Y dije: Siempre divagan ellos de corazón, Y no han conocido mis caminos” (Hebreos 3:9-10)

De esto aprendemos que HaShem puede tomar distancia de nosotros, que nunca ocurra. Puede ser que a Él no le guste la forma en la que nos desenvolvemos en la vida, ¿le has preguntado a ÉL, si tú le eres agradable? ¿Has hecho el ejercicio de humildad, tan necesario, que es preguntarle al eterno: “HaShem yo te agrado”?

Vivimos todo el tiempo siendo tan autocomplacientes, que pensamos que HaShem es como uno de nosotros. Y por lo tanto se comporta como los seres humanos, y que Él no lo quiera, quizás seamos solo un “dolor de cabeza” para el Eterno. Quizas HaShem nos da todo lo que nos da por “lastima” – o en función de la misericordia divina que opera bajo el concepto de: “hace salir su sol sobre buenos y malos” - ¿Pero HaShem sabe quién soy yo? Y este es entonces el reto más importante en la vida, que seamos conocidos de ÉL y finalmente: “amados por ÉL”

Ahí tenemos a toda una generación que le hizo disgustar, de la cual HaShem se distanció, a la cual HaShem tolero, y espero por 40 años. Y aunque ya sentenciados, que no entrarían a la tierra prometida, igualmente cuido, y porque no decirlo: “como un Padre que disciplina a un hijo los trato”.

Y ahora Moshé, en medio de su discurso llama la atención de toda esa nueva generación, los que si entrarían  a la tierra prometida, reciben estas palabras del líder de Israel: “Y ÉL TE AMARA”. Dejándoles ver que a causa de sus Padres había una distancia entre el pueblo y HaShem, pero que aun así, ellos podrían acortar. Pues dicha expresión: “y él te amará” vendría a ser una consecuencia de haber obedecido al Eterno, poniendo por obra sus mandamientos, incluso aquellas cosas y detalles que parecen menos importantes.

Por esta razón es que nuestra parasha comienza diciendo: “como consecuencia de que ustedes escuchen” – haciendo el primer énfasis en “escuchar” -  esto quiere decir, en “tomar atención a los detalles” de cada mandamiento. Ya que quien cuida los detalles está demostrando amor, esfuerzo, apego, solicitud por HaShem.

¿Quién pensó que por haberse quejado el día de la misión de los espías quedaría fuera de la promesa toda una generación? ¡Nadie puso en la balanza el “detalle” de confiar y creer todo el tiempo en HaShem!.

Y es que para algunos “quejarse”, puede ser un “detalle” menos importante, si observa los mandamientos de la Torá. Pero la verdad, es que es al revés. La persona que estudia la Torá, para cumplir los mandamientos, y que luego los cumple, NO PUEDE TENER COMO CONCECUENCIA una actitud quejumbrosa respecto de HaShem. Sino que la conciencia de estudiar tora,  y el cumplimiento de la misma, trae una vida llena de apego Eterno, que se refleja en la emuna y en el bitajon en HaShem.

Y es por esa razón que la carta a los hebreos dice: “Sin emuna es IMPOSIBLE agradar HaShem” – en otras palabras sin una verdadera emuna, que te lleve a la confianza en HaShem, no puedes transformarte en un “amado de ÉL”, o como dice nuestra parasha: “y él te amara” – Sucederá solo cuando la persona logre combinar, el estudio, el cumplimiento de la Torá, más un corazón lleno de confianza en el Eterno y deseo de apego por él.

El comentarista Rashi, aludiendo a la palabra “ekev” – la cual también significa “talón” – dice que las personas con el talón pisotean los detalles que le parecen ligeros de los mandamientos. Y puede ser que para muchos, el tema de la emuna, el bitajon (confianza) en HaShem, sea solo un detalle en las mitzvot. Pero como ya hemos aprendido, son condiciones elementales, son el cuesco de toda la Torá.

Es más, según hemos visto, son el “talón” (ekev) de la estructura espiritual de la persona. Una persona sin emuna y bitajon, en que todo lo que HaShem hace es para bien y para su propio beneficio, carece del soporte espiritual que le sostiene en esta realidad a la que llamamos, “la vida”. ¿Cómo se puede vivir en este mundo sin emuna y sin bitajon en HaShem?

Y es por eso que HaShem se disgustó con toda esa generación, y no se cumplió en ellos la expresión: “y ÉL TE AMARÁ”. Ya que HaShem se complace en aquellos que le creen todo el tiempo, descansan en él, y tienen la SEGURIDAD, de que no están solos en este mundo, sino que cada detalle de sus vidas, son cuidado por el Eterno. Por eso es que la persona debe cuidar cada “detalle”, porque son el talón que sostiene la vida espiritual de la persona.

¿Quieres que HaShem te amé? Entonces amalo tú, confiando y creyendo en él a ojos cerrados. Si hay alguien a quien le puedes confiar tu vida entera, y entregarle tu alma sin restricción alguna, es al que le da vida a tu alma. Bendito sea HaShem nuestro Di-s.

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 אברהם בן יעקב

Año Hebreo 5780

http://toraetzjaim.blogspot.com/

Parashat 46 Ekev 5774 / La consecuencia de obedecer a las leyes sociales

PARASHAT 46 EKEV 5774

Éxodo 21:1-24:18

Las consecuencias de obedecer a las leyes sociales.


La palabra “Ekev” significa “consecuencia” ¿Que es la palabra “consecuencia”, es la “secuencia” de algo que hicimos bueno o malo a los ojos de Hashem? En este caso, se tratará acerca de los frutos de hacer los mandamientos del Eterno. 

Nos dice la bendita Torá: 

“Y como consecuencia de que escuchéis estos decretos (mishpatim) y los guardéis y los cumpláis, HaShem tu Elohim guardará su pacto contigo y su misericordia que juró a tus padres. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará; también bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu cereal, tu mosto, tu aceite, el aumento de tu ganado y las crías de tu rebaño en la tierra que Él juró a tus padres que te daría. Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá varón ni hembra estéril en ti, ni en tu ganado. Y HaShem apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que has conocido, sino que las pondrá sobre los que te odian. Y destruirás a todos los pueblos que HaShem tu Elohim te entregue” (Devarim – Deuteronomio 7:12-16) 

La palabra “Ekev” literalmente significa “Talón”, lo cual nos muestra que cuando se trata del cumplimiento de los mandamientos lo debemos hacer con toda “NUESTRA ACCIÓN”. El Talón nos mantiene en pie, y nos conduce a donde deseamos ir. Si usamos nuestros talones para el bien, solo tendremos consecuencias buenas. 

Estos versículos enseñan que hay condiciones para que HaShem guarde, con los hijos de Israel, el pacto que juró a sus padres. También hablan de las consecuencias de la fidelidad al pacto. Hay unas condiciones y unas consecuencias. Las condiciones son las siguientes: 

- Oír y obedecer (shamá) los mishpatim (leytes sociales). 

- Guardar (shamar) los mishpatim. 

- Cumplir (asá) los mishpatim. Las consecuencias son: 

- HaShem guardará su pacto con Israel. 

- HaShem guardará su misericordia con Israel. 

- HaShem amará a Israel. 

- HaShem bendecirá a Israel. 

- HaShem multiplicará a Israel. 

- HaShem bendecirá los hijos de los israelitas. 

- HaShem bendecirá los productos agrícolas de los israelitas. 

- HaShem bendecirá la producción de los animales de los israelitas. 

- Los israelitas tendrán más bienestar que otros pueblos. 

- No habrá esterilidad en los hombres o en los animales israelitas. 

- No habrá enfermedad entre los israelitas. 

- Las enfermedades alcanzarán los enemigos de Israel. 

- Los israelitas tendrán poder para exterminar las siete naciones. 

Las condiciones para obtener los beneficios del pacto en primer lugar tienen que ver con la fidelidad a las leyes que tienen que ver con el amor al prójimo. La obediencia a los mishpatim, que son las leyes sociales, es una condición para poder recibir el amor de HaShem. Esto nos enseña que el amor que HaShem muestre a nosotros está relacionado con el amor que mostremos al prójimo. El mismo principio se encuentra en los Escritos Apostólicos, donde vemos que el amor que mostramos hacia el prójimo es un reflejo del amor que tenemos hacia el Padre, como está escrito en 1 Juan 3:14, 23; 4:8, 12, 20: 

“Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte... Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Yeshúa el Mesías, y nos amemos unos a otros como Él nos ha mandado... El que no ama no conoce a Elohim, porque Elohim es amor... Si alguno dice: Yo amo a Elohim, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Elohim a quien no ha visto.” 

La relación entre nosotros y el prójimo determina nuestra relación con el Padre. Es imposible servir al Eterno sin amar a los hermanos. Es imposible sacar los beneficios del pacto sin estar bien con los demás. 

“Y HaShem apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que has conocido, sino que las pondrá sobre los que te odian.” – 

La sanidad divina es una consecuencia de la obediencia a las leyes sociales, los mishpatim. Si hay una relación armoniosa entre los integrantes del pacto, tendremos todos los beneficios del pacto, que también incluyen la prosperidad económica, la sanidad divina y el poder sobre los enemigos, incluso los demonios. 

Si tenemos relaciones de enemistad entre nosotros, no podremos hacer frente a los demonios. Si no nos tratamos bien tendremos enfermedades que no van a sanar, escasez económica y sequía espiritual. 

La palabra hebrea que ha sido traducida como “amar” es “ahav”, que significa: “amar”, “desear”, “querer”, “enamorarse”, “sentir cariño, afecto y afección”; “sentir pasión”, “gustar”, “ser leal”, “ser adicto”. Hay dos tipos generales de amor: 

- Amor condicional – que ama dependiendo de las actitudes, de la manera de ser o del comportamiento del otro. Tenemos un ejemplo en las palabras del Rebe en Juan 14:23 donde está escrito: 

“Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará…” 

- Amor incondicional – que ama independiente de las actitudes, de la manera de ser o del comportamiento del otro. Tenemos un ejemplo de ese amor en Deuteronomio 7:7-8 donde está escrito: 

“HaShem no os deseó ni os escogió por ser vosotros más numerosos que otro pueblo, pues erais el más pequeño de todos los pueblos; mas porque HaShem os amó y guardó el juramento que hizo a vuestros padres, HaShem os sacó con mano fuerte y os redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto” 

Otro ejemplo se encuentra en Romanos 5:6-10 donde está escrito: 

“Porque Mashiaj, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Elohim muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Mashiaj murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Elohim por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” 

En el texto de Devarim, que nos ocupa, vemos que el pacto es condicional, de manera que el pueblo tiene que cumplir con los mandamientos para mantenerse dentro del pacto. La idolatría rompe el pacto entre el Eterno e Israel al igual que el adulterio rompe el pacto matrimonial entre los cónyuges. El que comete adulterio quiebra el pacto matrimonial. 

El judío que no cumple con el mandamiento de la circuncisión se sale del pacto de la circuncisión y no puede aprovecharse de sus beneficios. En un pacto hay condiciones para ambas partes. 

El pacto que HaShem hizo con Avraham en Génesis 15 es incondicional. Por medio de ese pacto HaShem puso su propia existencia en juego. Si Él no cumple sus promesas dadas en ese pacto dejará de ser. Esa es la razón por la que Él mismo toma la iniciativa para cambiar e l corazón del pueblo de Israel para que guarden sus mandamientos, con el fin de que las promesas dadas en el pacto puedan ser cumplidas, como está escrito en Ezequiel 36:22-27: 

“Por tanto, di a la casa de Israel: "Así dice Adonai HaShem: 'No es por vosotros, casa de Israel, que voy a actuar, sino por mi santo nombre, que habéis profanado entre las naciones adonde fuisteis. 'Vindicaré la santidad de mi gran nombre profanado entre las naciones, el cual vosotros habéis profanado en medio de ellas. Entonces las naciones sabrán que yo soy el HaShem'--declara Adonai HaShem-- 'cuando demuestre mi santidad entre vosotros a la vista de ellas. 'Porque os tomaré de las naciones, os recogeré de todas las tierras y os llevaré a vuestra propia tierra. 'Entonces os rociaré con agua limpia y quedaréis limpios; de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 'Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. 'Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos (jukim), y que guardéis mis ordenanzas (mishpatim), y los pongáis por obra.” 

En Deuteronomio 7:9 está escrito: 

“Él guarda el pacto y la bondad con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos” 

Esto nos enseña que el pacto sinaítico es condicional. Por otro lado, hay una profecía que dice que Israel seguirá siendo un pueblo mientras existan las leyes naturales, como está escrito en Jeremías 31:35-36: 

“Así dice HaShem, el que da el sol para luz del día, y las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, el que agita el mar para que bramen sus olas; HaShem de los ejércitos es su nombre: Si se apartan estas leyes de mi presencia--declara HaShem-- también la descendencia de Israel dejará de ser nación en mi presencia para siempre.” 

¿Será que Israel no dejará de ser fiel al pacto? Si la existencia de Israel depende de su fidelidad al pacto ¿cómo puede HaShem prometer que Israel nunca dejará de ser? La res puesta es: por causa del remanente. Lo que causó que estas promesas pudieran ser establecidas, es la existencia de un remanente fiel, un grupo reducido dentro de Israel. Siempre ha habido, y siempre habrá, un remanente fiel al pacto. Ese remanente ha sido, y sigue siendo, la salvación para el resto del pueblo. Sin ese remanente, Israel hubiera sido destruido como Sedom, según Isaías 1:9 donde está escrito: 

“Si HaShem de los ejércitos no nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, seríamos como Sedom, y semejantes a Amorá.” 

En Romanos 11:1-6 está escrito: 

“Digo entonces: ¿Acaso ha desechado Elohim a su pueblo? ¡De ningún modo! Porque yo también soy israelita, descendiente de Avraham, de la tribu de Binyamín. Elohim no ha desechado a su pueblo, al cual conoció con anterioridad. ¿O no sabéis lo que dice la Escritura en el pasaje sobre Eliyahu, cómo suplica a Elohim contra Israel: Señor, HAN DADO MUERTE A TUS PROFETAS, HAN DERRIBADO TUS ALTARES; Y YO SOLO HE QUEDADO Y ATENTAN CONTRA MI VIDA? Pero, ¿qué le dice la respuesta divina?: Me HE RESERVADO SIETE MIL HOMBRES QUE NO HAN DOBLADO LA RODILLA A BAAL. Y de la misma manera, también ha quedado en el tiempo presente un remanente conforme a la elección de la gracia. Pero si es por gracia, ya no es a base de obras, de otra manera la gracia ya no es gracia.” 

El remanente que ha habido, y que todavía hay en Israel, es el que ha hecho que los pactos hayan podido seguir vigentes y que HaShem pueda cumplir sus promesas de restauración para Israel en los últimos tiempos. 

Todo esto nos muestra que mientras hay posibilidad de guardar los mandamientos del Eterno debemos hacerlo para tener vida. 

Todos los mandamientos que yo os ordeno hoy, tendréis cuidado de ponerlos por obra, a fin de que viváis y os multipliquéis, y entréis y toméis posesión de la tierra que el SEÑOR juró dar a vuestros padres… el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR. (Deut. 8:1, 3b LBLA) 

En varias ocasiones aparece la expresión “hoy” – en hebreo hayom, םויה – en relación con el cumplimiento de los mandamientos. Los mandamientos han sido dados para ser cumplidos hoy y mañana pero no ayer porque no podemos cambiar el pasado, sólo el presente y el futuro. 

Este texto dice que hay vida como consecuencia del cumplimiento de los mandamientos. De esto aprendemos que el que quebranta los mandamientos está en el camino de muerte y el que los cumple está en el camino de vida. Al que quebranta los mandamientos le espera la muerte dos veces, en esta vida y después de la resurrección, y al que cumple los mandamientos le espera la vida dos veces, en esta vida y después de la resurrección. 

Cuando el ladrón que estaba colgado en el mismo árbol que Yeshúa estaba muriendo, le pidió al Maestro acordarse de él cuando viniera en su reino. Él murió por sus pecados como malhechor y lo reconoció. Al mismo tiempo le pidió al Redentor enviado por el Eterno que le tomase en cuenta en la resurrección de los muertos. Esto muestra que él se arrepentía de sus pecados y reconocía que Yeshúa no había hecho ningún pecado digno de muerte y que iba a ser levantado en alto después de su resurrección. El creía que Yeshúa iba a poder ayudarle a él en la resurrección a pesar de sus pecados. Por ese arrepentimiento, esa confianza y esa confesión fue salvo y Yeshúa pronunciaba una orden por la autoridad delegada que había recibido del Eterno: “De cierto, de cierto te digo hoy: Estarás conmigo en el paraíso.” 

Yeshúa le dio la promesa ese día que un día iba a estar con él en el paraíso, en el día de la resurrección de los muertos. Yeshúa, que era la Torá hecha carne, hablaba como la Torá, diciendo “Yo te ordeno hoy” (Deut. 8:1) mostrando así que lo que dijo era para hoy eternamente. Ciertamente hay vida en los mandamientos porque el hombre vive de toda palabra que sale de la boca del Eterno. 


אברהם בן יעקב 
Año Hebreo 5780 

46 Parashat Ekev – פרשת עקב



46 Parashat Ekev 5780 – פרשת עקב - Yeshua el pan del cielo

 

Parashat VaEtjanan - Rab Yosef Barel

 


miércoles, 7 de julio de 2021

Parashat 43 Masei /La tierra de Israel hoy, es la tierra de Dios del mañana

COMENTARIO DE LA PARASHA SEMANAL
Parashat 43 Masei
Números 33:1 – 36:13

Shalom amados amigos y hermanos, esta semana estudiamos la porción “masei” (jornadas), la cual trata en su comienzo acerca de los viajes y campamentos de los hijos de Israel, desde que fueron liberados de la tierra de Mitzraim , hasta que llegaron a las planicies de Moab, exactamente 42 viajes y campamentos.


Dentro de las descripción de los viajes, hay un detalle muy interesante, que nos servirá para dar inicio a nuestro comentario. Leemos en la Torá:
“Salieron de Pi-hahirot y pasaron por en medio del mar al desierto, y anduvieron tres días de camino por el desierto de Etam, y acamparon en Mara. Salieron de Mara y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí” (Bemidbar – Numeros 33:8-9)
Leemos que la Torá comienza a relatarnos los puntos de partida de los viajes de los hijos de Israel, y dentro de este detalle, nos dice que salieron de Pi-hairot “y pasaron en medio del mar” y luego: “y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras”, aquí en estas dos frases, encontramos una hermosa enseñanza respecto de la tierra de Israel y el propósito con el cual Hashem creo a su pueblo.



Los hijos de Israel fueron liberados de la tierra de Mitzraim con el milagro poderoso que les permitió a travesar el mar en seco, con el solo propósito de TRANSFORMARSE EN DOCE FUENTES, PARA LAS SETENTA NACIONES DE LA TIERRA.

Luego de los muchos campamentos de los hijos de Israel, la esperanza de esa segunda generación fue poder poseer la tierra física que Hashem les prometió. Pero desde el punto de vista profético, esto debe entenderse con mayor profundidad: El ultimo y gran exodo de los hijos de Israel del mundo (representado por el mar), llevara a los hijos de Israel a la tierra santa (física), para cumplir el propósito original que aguarda la creación entera: Ser las doce fuentes de agua, que sustentan a las setenta naciones de la tierra, mediante el reinado del Mesías.

¿Por qué queremos llevar el comentario de esta semana hacia este punto? Existe la triste idea o doctrina, en algun sector del movimientos de retorno de las raíces hebreas, que propone la idea de que la actual tierra de Israel, es solo un pedazo de tierra más en este mundo, y que ese pueblo que vive ahí, no es el pueblo de Di.s, (amparados en que no han recibido al Mesías). Esta doctrina está haciendo mucho daño, creando mucho odio y antisemitismo. Sin duda se trata de un plan de las fuerzas espirituales del mal (que Di.s permite), contra está pronta restauración final del pueblo del Eterno, todo esto es para bien.

En la parasha de esta semana, Hashem manda a Moshé decir a los hijos de Israel, que saquen de la tierra que él les daba, a las naciones paganas que vivían en la tierra prometida. Nos dice la Torá:

“expulsaréis a todos los habitantes de la tierra delante de vosotros, y destruiréis todas sus piedras grabadas, y destruiréis todas sus imágenes fundidas, y demoleréis todos sus lugares altos” (Numeros – Bemidbar 33:52)


La razón principal de todo esto es que la voluntad de Hashem es que la tierra de Israel sea dominada solo por lo principios de la Torá, y no por las influencia de otras religiones o servicios idolatras. La tierra de Israel ha sido consagrada solo para el servicio a Hashem y para los hijos de Israel. Todo aquel que deseara vivir dentro de esas puertas, debía sujetarse a las leyes de la Torá que deben gobernar a todo el pueblo. Estos requerimientos de la Torá, son los requerimientos de los que depende la paz en Israel. Si todo Israel fuera un pueblo santo, no tendría a sus enemigos en su cuello respirandoles, si Israel se vuelve a la Torá, provocarían el regreso del Mesías y a la redención final del mundo.


Hoy sin embargo, lamentablemente, vemos lo contrario de lo que se exige en la Torá, dado que en Israel, el liberalismo del actual estado judío, permite el funcionamiento de otras religiones separadas de la Torá. Son muchas iglesias cristianas católicas que realizan sus servicios religiosos, con sus cruces y símbolos paganos, lo cual constituye idolatría dentro de la tierra de Israel. Ademas de las muchas mezquitas del Islam, y quizás otros grupos religiosos que sin mayores restricciones operan dentro del país, a pesar del hostigamiento de los grupos religioso judíos que no desean esta situación. Tal cual lo dice el libro de Iehoshua 23:12-13:
“Porque si os volvéis, y os unís al resto de estos pueblos que permanecen entre vosotros, y contraéis matrimonio con ellos, y os juntáis con ellos, y ellos con vosotros, ciertamente sabed que HaShem vuestro Dios no continuará expulsando a estas naciones de delante de vosotros, sino que serán como lazo y trampa para vosotros, como azote en vuestros costados y como espinas en vuestros ojos, hasta que perezcáis de sobre esta buena tierra que HaShem vuestro Dios os ha dado.” (LBLA revisada)


Estas personas se han constituido en aguijón para Israel, por el hecho de permitirles adorar a otros dioses dentro de la santa tierra prometida al pueblo responsable de la Torá. Esta es una de las razones, por las que ha venido sobre Israel toda clase de males, como hoy sabemos.



La porción de esta semana nos muestra lo importante que es la santidad de la tierra de Israel, y lo importante que es en si misma la TIERRA, para Hashem. Esto nos debe hacer meditar en todo lo que el Jumash y la Tanaj nos dice de la tierra, como un lugar de santidad y elegido con fines proféticos de redención para el mundo entero.

¿Habra un reinado físico del Mesías en la tierra de Israel?



Está pregunta se responde fácilmente con muchos pasajes de las escrituras. Nuestro amado Mesías Yeshua enseño:

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mateo5:5)

“Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz” (Tehilim – Salmos 37:11)

Según Filipenses 2:8 la humildad consiste en hacer la voluntad del Padre, como está escrito:
“Y estando en esa condición de hombre, se humilló, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte (por colgamiento) en un árbol.” (LBLA revisada)
Esta enseñanza del Mashiaj Yeshua está basada en la Tanaj y en la Torá, en la obediencia a Di.s. No podemos “espiritualizar” toda la interpretación bíblica, pues ante todo, las promesas de Hashem deben siempre en primera instancia interpretadas de forma literal, pues necesitamos tener testimonio de estas. Por lo que este REINO y esta TIERRA, son literalmente una realidad próxima a manifestarse en nuestros días y los ojos de todos los habitantes de la tierra tendrán testimonio de este reinado mesiánico.


También está escrito:

“Florecerá en sus días justicia, Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra” (Tehilim – Salmos 72:7-8)

“El Espíritu de Hashem ha hablado por mí, Y su palabra ha estado en mi lengua. El Dios de Israel ha dicho, Me habló la Roca de Israel: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, Que gobierne en el temor de Dios” (2Shmuel – Samuel 23:2-3)
Ambas profecías mesiánicas nos muestran que habrá en el futuro un gobernador físico y literal “entre los hombres” y que dominara: “de mar a mar, hasta los confines de la tierra”. Es de suma importancia que entendamos que Hashem quiere dar testimonio finalmente a las naciones, y a la creación entera, que el pueblo que él eligió para sí, terminara logrando el objetivo espiritual de sustentar como verdaderas fuentes de agua (el agua es la Torá) a las 70 naciones de la tierra. No se trata por lo tanto de un reinado celestial o espiritual solamente, sino que más bien, de la unión entre lo celestial y lo terrenal, a través del Mashiaj. En el olam Haba, habrá una verdadera unión de estas dos esferas, y todo esto ocurrirá ante los ojos de todas las naciones, quienes sabrán que “con ellos está Dios” y que de “Tzión saldra la Torá” (Miqueas 4:2), como lo dicen los profetas. Pero si aun quedaran dudas, mire lo que dice el profeta Ezequiel:
“Y no habrá más zarza punzante ni espina dolorosa para la casa de Israel de ninguno de los que la rodean y la desprecian; y sabrán que yo soy el Señor HaShem. Así dice el Señor HaShem: Cuando yo recoja a la casa de Israel de los pueblos donde está dispersa, y manifieste en ellos mi santidad a los ojos de las naciones, entonces habitarán en su tierra que di a mi siervo Yaakov. Y habitarán en ella seguros; edificarán casas, plantarán viñas, y habitarán seguros, cuando yo haga juicios sobre todos los que a su alrededor la desprecian. Y sabrán que yo soy el HaShem su Dios.” (LBLA revisada)


La segunda venida del Mesías:

Otro tema clave en la interpretación profética, respecto del reinado del Mesías, es su segunda venida, y las cosas que deben suceder en su contexto. La llegada del Mesías, dará inicio al reinado físico del Mesías, en la tierra de Israel, pero para que este reinado comience, deben suceder varias cosas:

1.- Todo ojo vera la venida del Mesías Yeshua.

“Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria” (Mateo 24:30)

“Mirad, viene acompañado de nubes: todo ojo le verá, hasta los que le traspasaron, y por él harán duelo todas las razas de la tierra” (Apocalipsis 1:7)
De esto depende el inicio del reino mesiánico, ¿Cómo pueden decir, que el reinado del Mesías ya está entre nosotros, si no hay una evidencia tacita en medio nuestro de este reino? El reino del Mesías debe traer paz y restauración física. Es decir, todos sabemos que el Mesías ha realizado una obra espiritual y gloriosa en nuestras almas, pero las naciones e Israel, no tienen este testimonio físico, pues la exigencia es TODO OJO LE VERÁ.


2.- Los muertos en el Mesías resucitaran primero y los que viven serán trasformados:
“Os decimos eso como Palabra del Maestro: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Soberano no nos adelantaremos a los que murieron. El Soberano mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Elohim, bajará del cielo, y los que murieron en el Mesías resucitarán en primer lugar” (1Tesalonicenses 4:15)
“Prefiriendo [Moisés] ser maltratado con el pueblo de Elohim a disfrutar el efímero goce del pecado, estimando como riqueza mayor que los tesoros de Egipto el oprobio del Mesías, porque tenía los ojos puestos en la recompensa” (Hebreos 11:25) “Elohim tenía ya dispuesto algo mejor para nosotros, de modo que no llegaran ell os sin nosotros a la perfección” (Hebreos 11:40)


Antes de que el Mesías regrese y de inicio a su reinado Mesiánico en este mundo, los muertos en el Mesías, incluyendo a todos los profetas desde Moshé en adelante, resucitaran primero, como testimonio a las naciones y a Israel. Esto no a ocurrido aún, por lo que no es posible sustentar la idea de que el reino del Mesías ya existe, y que no necesitamos un reino físico en la tierra de Israel.

La tierra de Israel actual, fue la tierra prometida para Abraham y sus descendientes ayer, y es la tierra prometida para Abraham y sus descendientes hoy. Por eso está escrito:
“Es una tierra que HaShem tu Dios cuida; los ojos de HaShem tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año.” (Devarim 11:12)
En esta maravillosa tierra han de concretarse en muy poco tiempo, los milagros más asombrosos y la restauración mas maravillosa que haya visto ser humano alguno. Esta escrito que Ierushalaim debe ser alabanza de toda la tierra, y claramente esto no a sucedido aún:
“Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Hashem, no reposéis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra.” (Ieshayahu- Isaias 62:6-7)


Esta misma Ierushalaim terrenal, dará la bienvenida al asentamiento de la Ierushalaim celestial. Esta ciudad, el ombligo del mundo y el centro de toda la tierra (Ezequiel 5:5), la que cambio los decretos del Eterno y muchas veces lo dejo, será finalmente restaurada y su gloria postrera será mayor que la primera. Pues él a prometido no olvidarse nunca de ella, antes que su diestra pierda su destreza, y su lengua se pegue a su paladar, si finalmente él no la enalteciera. (Salmos – Tehilim 137:5-6)

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Shavua Tov – Buena Semana.