Shalom amados amigos y hermanos, esta semana estudiamos la porción “masei” (jornadas), la cual trata en su comienzo acerca de los viajes y campamentos de los hijos de Israel, desde que fueron liberados de la tierra de Mitzraim , hasta que llegaron a las planicies de Moab, exactamente 42 viajes y campamentos.
Dentro de las descripción de los viajes, hay un detalle muy interesante, que nos servirá para dar inicio a nuestro comentario. Leemos en la Torá:
Leemos que la Torá comienza a relatarnos los puntos de partida de los viajes de los hijos de Israel, y dentro de este detalle, nos dice que salieron de Pi-hairot “y pasaron en medio del mar” y luego: “y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras”, aquí en estas dos frases, encontramos una hermosa enseñanza respecto de la tierra de Israel y el propósito con el cual Hashem creo a su pueblo.“Salieron de Pi-hahirot y pasaron por en medio del mar al desierto, y anduvieron tres días de camino por el desierto de Etam, y acamparon en Mara. Salieron de Mara y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí” (Bemidbar – Numeros 33:8-9)
Los hijos de Israel fueron liberados de la tierra de Mitzraim con el milagro poderoso que les permitió a travesar el mar en seco, con el solo propósito de TRANSFORMARSE EN DOCE FUENTES, PARA LAS SETENTA NACIONES DE LA TIERRA.
Luego de los muchos campamentos de los hijos de Israel, la esperanza de esa segunda generación fue poder poseer la tierra física que Hashem les prometió. Pero desde el punto de vista profético, esto debe entenderse con mayor profundidad: El ultimo y gran exodo de los hijos de Israel del mundo (representado por el mar), llevara a los hijos de Israel a la tierra santa (física), para cumplir el propósito original que aguarda la creación entera: Ser las doce fuentes de agua, que sustentan a las setenta naciones de la tierra, mediante el reinado del Mesías.
¿Por qué queremos llevar el comentario de esta semana hacia este punto? Existe la triste idea o doctrina, en algun sector del movimientos de retorno de las raíces hebreas, que propone la idea de que la actual tierra de Israel, es solo un pedazo de tierra más en este mundo, y que ese pueblo que vive ahí, no es el pueblo de Di.s, (amparados en que no han recibido al Mesías). Esta doctrina está haciendo mucho daño, creando mucho odio y antisemitismo. Sin duda se trata de un plan de las fuerzas espirituales del mal (que Di.s permite), contra está pronta restauración final del pueblo del Eterno, todo esto es para bien.
En la parasha de esta semana, Hashem manda a Moshé decir a los hijos de Israel, que saquen de la tierra que él les daba, a las naciones paganas que vivían en la tierra prometida. Nos dice la Torá:
“expulsaréis a todos los habitantes de la tierra delante de vosotros, y destruiréis todas sus piedras grabadas, y destruiréis todas sus imágenes fundidas, y demoleréis todos sus lugares altos” (Numeros – Bemidbar 33:52)
La razón principal de todo esto es que la voluntad de Hashem es que la tierra de Israel sea dominada solo por lo principios de la Torá, y no por las influencia de otras religiones o servicios idolatras. La tierra de Israel ha sido consagrada solo para el servicio a Hashem y para los hijos de Israel. Todo aquel que deseara vivir dentro de esas puertas, debía sujetarse a las leyes de la Torá que deben gobernar a todo el pueblo. Estos requerimientos de la Torá, son los requerimientos de los que depende la paz en Israel. Si todo Israel fuera un pueblo santo, no tendría a sus enemigos en su cuello respirandoles, si Israel se vuelve a la Torá, provocarían el regreso del Mesías y a la redención final del mundo.
Hoy sin embargo, lamentablemente, vemos lo contrario de lo que se exige en la Torá, dado que en Israel, el liberalismo del actual estado judío, permite el funcionamiento de otras religiones separadas de la Torá. Son muchas iglesias cristianas católicas que realizan sus servicios religiosos, con sus cruces y símbolos paganos, lo cual constituye idolatría dentro de la tierra de Israel. Ademas de las muchas mezquitas del Islam, y quizás otros grupos religiosos que sin mayores restricciones operan dentro del país, a pesar del hostigamiento de los grupos religioso judíos que no desean esta situación. Tal cual lo dice el libro de Iehoshua 23:12-13:
“Porque si os volvéis, y os unís al resto de estos pueblos que permanecen entre vosotros, y contraéis matrimonio con ellos, y os juntáis con ellos, y ellos con vosotros, ciertamente sabed que HaShem vuestro Dios no continuará expulsando a estas naciones de delante de vosotros, sino que serán como lazo y trampa para vosotros, como azote en vuestros costados y como espinas en vuestros ojos, hasta que perezcáis de sobre esta buena tierra que HaShem vuestro Dios os ha dado.” (LBLA revisada)
Estas personas se han constituido en aguijón para Israel, por el hecho de permitirles adorar a otros dioses dentro de la santa tierra prometida al pueblo responsable de la Torá. Esta es una de las razones, por las que ha venido sobre Israel toda clase de males, como hoy sabemos.
La porción de esta semana nos muestra lo importante que es la santidad de la tierra de Israel, y lo importante que es en si misma la TIERRA, para Hashem. Esto nos debe hacer meditar en todo lo que el Jumash y la Tanaj nos dice de la tierra, como un lugar de santidad y elegido con fines proféticos de redención para el mundo entero.
¿Habra un reinado físico del Mesías en la tierra de Israel?
Está pregunta se responde fácilmente con muchos pasajes de las escrituras. Nuestro amado Mesías Yeshua enseño:
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mateo5:5)
“Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz” (Tehilim – Salmos 37:11)
Según Filipenses 2:8 la humildad consiste en hacer la voluntad del Padre, como está escrito:
“Y estando en esa condición de hombre, se humilló, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte (por colgamiento) en un árbol.” (LBLA revisada)
Esta enseñanza del Mashiaj Yeshua está basada en la Tanaj y en la Torá, en la obediencia a Di.s. No podemos “espiritualizar” toda la interpretación bíblica, pues ante todo, las promesas de Hashem deben siempre en primera instancia interpretadas de forma literal, pues necesitamos tener testimonio de estas. Por lo que este REINO y esta TIERRA, son literalmente una realidad próxima a manifestarse en nuestros días y los ojos de todos los habitantes de la tierra tendrán testimonio de este reinado mesiánico.
También está escrito:
“Florecerá en sus días justicia, Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra” (Tehilim – Salmos 72:7-8)
“El Espíritu de Hashem ha hablado por mí, Y su palabra ha estado en mi lengua. El Dios de Israel ha dicho, Me habló la Roca de Israel: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, Que gobierne en el temor de Dios” (2Shmuel – Samuel 23:2-3)
“Florecerá en sus días justicia, Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra” (Tehilim – Salmos 72:7-8)
“El Espíritu de Hashem ha hablado por mí, Y su palabra ha estado en mi lengua. El Dios de Israel ha dicho, Me habló la Roca de Israel: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, Que gobierne en el temor de Dios” (2Shmuel – Samuel 23:2-3)
Ambas profecías mesiánicas nos muestran que habrá en el futuro un gobernador físico y literal “entre los hombres” y que dominara: “de mar a mar, hasta los confines de la tierra”. Es de suma importancia que entendamos que Hashem quiere dar testimonio finalmente a las naciones, y a la creación entera, que el pueblo que él eligió para sí, terminara logrando el objetivo espiritual de sustentar como verdaderas fuentes de agua (el agua es la Torá) a las 70 naciones de la tierra. No se trata por lo tanto de un reinado celestial o espiritual solamente, sino que más bien, de la unión entre lo celestial y lo terrenal, a través del Mashiaj. En el olam Haba, habrá una verdadera unión de estas dos esferas, y todo esto ocurrirá ante los ojos de todas las naciones, quienes sabrán que “con ellos está Dios” y que de “Tzión saldra la Torá” (Miqueas 4:2), como lo dicen los profetas. Pero si aun quedaran dudas, mire lo que dice el profeta Ezequiel:
“Y no habrá más zarza punzante ni espina dolorosa para la casa de Israel de ninguno de los que la rodean y la desprecian; y sabrán que yo soy el Señor HaShem. Así dice el Señor HaShem: Cuando yo recoja a la casa de Israel de los pueblos donde está dispersa, y manifieste en ellos mi santidad a los ojos de las naciones, entonces habitarán en su tierra que di a mi siervo Yaakov. Y habitarán en ella seguros; edificarán casas, plantarán viñas, y habitarán seguros, cuando yo haga juicios sobre todos los que a su alrededor la desprecian. Y sabrán que yo soy el HaShem su Dios.” (LBLA revisada)
La segunda venida del Mesías:
Otro tema clave en la interpretación profética, respecto del reinado del Mesías, es su segunda venida, y las cosas que deben suceder en su contexto. La llegada del Mesías, dará inicio al reinado físico del Mesías, en la tierra de Israel, pero para que este reinado comience, deben suceder varias cosas:
1.- Todo ojo vera la venida del Mesías Yeshua.
“Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria” (Mateo 24:30)De esto depende el inicio del reino mesiánico, ¿Cómo pueden decir, que el reinado del Mesías ya está entre nosotros, si no hay una evidencia tacita en medio nuestro de este reino? El reino del Mesías debe traer paz y restauración física. Es decir, todos sabemos que el Mesías ha realizado una obra espiritual y gloriosa en nuestras almas, pero las naciones e Israel, no tienen este testimonio físico, pues la exigencia es TODO OJO LE VERÁ.
“Mirad, viene acompañado de nubes: todo ojo le verá, hasta los que le traspasaron, y por él harán duelo todas las razas de la tierra” (Apocalipsis 1:7)
2.- Los muertos en el Mesías resucitaran primero y los que viven serán trasformados:
“Os decimos eso como Palabra del Maestro: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Soberano no nos adelantaremos a los que murieron. El Soberano mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Elohim, bajará del cielo, y los que murieron en el Mesías resucitarán en primer lugar” (1Tesalonicenses 4:15)
“Prefiriendo [Moisés] ser maltratado con el pueblo de Elohim a disfrutar el efímero goce del pecado, estimando como riqueza mayor que los tesoros de Egipto el oprobio del Mesías, porque tenía los ojos puestos en la recompensa” (Hebreos 11:25) “Elohim tenía ya dispuesto algo mejor para nosotros, de modo que no llegaran ell os sin nosotros a la perfección” (Hebreos 11:40)
Antes de que el Mesías regrese y de inicio a su reinado Mesiánico en este mundo, los muertos en el Mesías, incluyendo a todos los profetas desde Moshé en adelante, resucitaran primero, como testimonio a las naciones y a Israel. Esto no a ocurrido aún, por lo que no es posible sustentar la idea de que el reino del Mesías ya existe, y que no necesitamos un reino físico en la tierra de Israel.
La tierra de Israel actual, fue la tierra prometida para Abraham y sus descendientes ayer, y es la tierra prometida para Abraham y sus descendientes hoy. Por eso está escrito:
“Es una tierra que HaShem tu Dios cuida; los ojos de HaShem tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año.” (Devarim 11:12)
En esta maravillosa tierra han de concretarse en muy poco tiempo, los milagros más asombrosos y la restauración mas maravillosa que haya visto ser humano alguno. Esta escrito que Ierushalaim debe ser alabanza de toda la tierra, y claramente esto no a sucedido aún:
“Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Hashem, no reposéis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra.” (Ieshayahu- Isaias 62:6-7)
Esta misma Ierushalaim terrenal, dará la bienvenida al asentamiento de la Ierushalaim celestial. Esta ciudad, el ombligo del mundo y el centro de toda la tierra (Ezequiel 5:5), la que cambio los decretos del Eterno y muchas veces lo dejo, será finalmente restaurada y su gloria postrera será mayor que la primera. Pues él a prometido no olvidarse nunca de ella, antes que su diestra pierda su destreza, y su lengua se pegue a su paladar, si finalmente él no la enalteciera. (Salmos – Tehilim 137:5-6)
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Shavua Tov – Buena Semana.
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