Rociados por Yeshuá

He aquí, mi Siervo hará actuar sabiamente, Será afamado, exaltado, y se elevará muy alto. De la manera que muchos quedaron espantados a causa de ti, Así será desfigurada su apariencia, Más que la de cualquier hombre, Su aspecto, más que el de los hijos del hombre. Así él rociará a muchas naciones, Y ante Él los reyes cerrarán la boca, Porque verán lo que nunca había sido referido, Y contemplarán lo insólito. (Isaías 52:13-15)

¿Qué significa que el Mesías rociará o esparcirá naciones? Desde un punto de vista apostólico, la aspersión alude a procedimientos de la ofrenda por el pecado de la Torá y los rituales de purificación, como la ceremonia de la aspersión con el agua de la ceniza de la vaca roja. Las naciones están espiritualmente lavadas y santificadas por el Mesías. El Mesías nos salva “por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por medio de Yeshúa el Mesías, nuestro Salvador” (Tito 3:5), a través de la “la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” (Hebreos 12:24). Esta es la “obra santificadora del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Yeshúa el Mesías” (1 Pedro 1:2).

Otra interpretación se entiende en el sentido de que el Mesías va a esparcir a las naciones así como alguien salpica sangre o agua. Ibn Cripsin toma esto como una referencia a las enseñanzas del Mesías: “Por un orador que rocía y dispersa sus palabras hacia sus oyentes” Ramban explica: “su discurso caerá [rociará descendentemente] sobre ellos y ellos abrirán sus bocas ampliamente por la lluvia de su palabra”.

Así lo declara Job:

“Después de hablar yo, nada añadían, Mis palabras destilaban sobre ellos, Las esperaban como la lluvia temprana, Se las bebían como lluvia tardía” (Job 29:22-23).

Como también lo expuso Moshé (Moisés):

“Gotee como la lluvia mi enseñanza, Y como el rocío destile mi discurso, Como llovizna sobre la hierba, Como chubascos sobre la grama” (Deuteronomio 32:2).

Fuente: Mesianicos.cl