lunes, 14 de septiembre de 2015

Parashat 52 VaYelej 5774 / El Legado de los Tzadikim (Justos)

COMENTARIO DE LA PARASHA SEMANAL

Parashá 52 VaYelej

Deuteronomio 31:1-30


Nos dice la Bendita Torá:

“Moisés acabó diciendo estas palabras a todo Israel: "He cumplido 120 años. Ya no puedo salir ni entrar. Y Adonaí me ha dicho: Tú no pasarás este Jordán (Deuteronomio -Devarim 31:1-2)

Según la tradición del Pueblo de Israel, en el Talmud está documentado que Moshé murió un día 7 del mes de Adar, justo el día de su cumpleaños número 120. Bien dice el texto de la Tora: “He cumplido 120 años”

En mi opinión, Moshé vivió 120 años porque sus meritos cubrieron a las 12 tribus de Israel de forma proporcional. Es decir, la justicia de Moshé, fue tal, que Hashem le permitió vivir hasta esa edad, con tal de cada uno de sus años y días sirvieran como ofrenda y mediación por toda cada una de las almas de las 12 tribus de Israel. Moshé vivió 120 años, por que 10 años de la vida de Moshé, sirvieron para perdonar la vida de una de las 12 tribus de Israel.

Que importante es intentar vivir de manera tal, que nuestra vida sea una ofrenda agradable a Hashem, que tenga la capacidad de mediar por otros. En el libro del profeta Isaías está escrito respecto de la virtud de los Justos, y de cómo es que ellos con su vida nos atraen una hermosa cobertura:

“El justo perece, y a nadie le importa; mueren tus siervos fieles, y nadie comprende que mueren los justos a causa del mal. Los que van por el camino recto mueren en paz; hallan reposo en su lecho de muerte (Isaías 57:1-2) (Versión NVI 1994)

Para todos la “muerte” es un momento de la vida muy triste por el que todos tendremos que pasar. Pero, la escritura nos muestra, como es que la muerte de un “Justo” puede ser en beneficio de muchas personas. Moshé no vivió más de 120 años, no solo porque ya estaba cansado y viejo, sino porque ya había cumplido su misión, y esta era la de ser el líder de Israel, el pastor, el Maestro, y el mediador más cercano al cielo que existió en Israel y en el mundo, antes de que naciera el Mesías Yeshua.

La vida de Moshé representa un Legado para todo judío y también para todo no-Judío que quiere agradar y servir al Dios de Israel.

¿Qué obtenemos de la vida de Moshé? Sin duda un sin número de beneficios para todo Israel, pero sobre todo; la misericordia de Hashem, el perdón divino que el Pueblo recibió a pesar de ser soberbios y testarudos. De la misma manera un Justo hoy puede ser en beneficio de una comunidad, de un pueblo, de una ciudad, de un país, y porque no, beneficio del mundo entero.

En la tradición Judía se dice que en el mundo por lo menos hay; “36 Tzadikim ocultos” los Tzadikim Nistarim, y es uno de los conceptos más arraigados en la Cábala, pero ¿Cual es la base de esta creencia? La hallamos en el Talmud, en el Tratado de Sukah 45b:

"El mundo no tiene menos de treinta y seis hombres justos que reciben la Divina Presencia todos los días, pues se dice: “Dichosos los que esperan lo [para él]” y el valor numérico de “lo” es de treinta y seis. "

Sin duda alguna Hashem, se ha provistos de varones Justos dentro de Israel, de un remanente que le sirve y le ama a diario, y que sin duda nos permite a todos los seres humanos, seguir viviendo.

Pero no podemos olvida que el Justo Más Elevado de Israel, ya habito con nosotros, y vimos su gloria, como el Hijo más elevado del Padre. Si 36 Justos son el valor numérico mínimo para que las generaciones vivan, con todo, ningún Justo se asemeja a la Justicia del Mashiaj, y son esos meritos en los cuales hoy descansamos, en los cuales creemos que somos hechos Hijos de Dios, y perdonados de toda nuestra maldad.

El emisario Shimón Kefa escribió a la comunidad, respecto de esta hermosa misión del Mashiaj:

““Porque también el Mesías padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1Shimon Kefa (Pedro) 3:18)

La vida no se hizo para desperdiciarla viviendo contra la voluntad de Hashem, pues escrito esta:

“El conoce nuestra condición, se acuerda que somos polvo". Como la hierba son los días del hombre.* Florece como la flor del campo, que apenas pasa el viento por ella, perece, y su lugar no se conoce más. (Tehilim-Salmos 103:14-16)

¿Porque a pesar de que han pasado miles de años de la muerte de Moshé, nos seguimos acordando de él? ¿Qué hizo Moshé para que su vida estuviera en nosotros como una bendita memoria?

Sin duda la clave es la siguiente:

“Una voz dijo: "Da voces". Yo pregunté: "¿Qué tengo que decir a voces?" "Que toda carne es hierba, y toda su gloria como la flor del campo, "La hierba se seca y la flor se cae, cuando el aliento del Eterno sopla en ella. Ciertamente la gente es como la hierba. "La hierba se seca, la flor se cae; pero la Palabra de nuestro Dios permanece para siempre" (Ieshaya-Isaías 40:6-8)

La palabra de Dios que permanece para siempre (La Tora bendita de Elohim) es la que Moshé aprendió, vivió, enseño, y por la cual también murió. Esa es la palabra que hace que la vida de Moshé siga tan permanente hoy como si él estuviera vivo y presente en cada relato de la Torá. Cada ser humano, que se esfuerza por vivir en los mandamientos, y principios de la Tora (que es la palabra de Dios) permanecerá para siempre, pues él y la palabra de Dios, serán una misma cosa.

Pero el profeta Ieshayahu (Isaías) no fue el primero en proclamar está verdad, ¿Cuál? La que de que la vida del hombre es CORTA, en el Libro del Tzadik Iov (Job) está escrito:

“El hombre, el de mujer nacido, corto es de días y harto de desventuras! Sale como una flor, y luego es cortado”. (Job 14: 1-2 V.M.)

La sección de esta semana viene a recordarnos que la importancia de vivir agradando a Elohim, pues la vida es Corta. Teniendo en cuenta que vivimos y en un segundo ya no estamos más, debemos plantearnos, ¿Qué es lo que queremos dejar en este mundo? ¿Cuál es el legado que dejaremos? Los justos son recordados, como hasta hoy lo es Moshé, pero los impíos son dejados en el olvido, y nadie los recuerda para bien.

El Sabio Moshé escribió la siguiente Tefila (Oración), que está incluida en el libro de los Canticos (Tehilim):

Oración de Moshé: “Señor, tú ha sido nuestro refugio de generación en generación. Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde la eternidad y por la eternidad, tú eres Dios. Vuelves al hombre al polvo, y dices: "Convertíos, hijos de Adán". 4 Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer, que pasó como una vigilia de la noche. Tú arrebatas al hombre, y es como un sueño, como la hierba de la mañana. En la mañana florece y crece, y a la tarde es cortada, y se seca. Porque con tu furor somos consumidos, y turbados con tu ira. 8 Pusiste nuestras maldades ante ti, nuestros pecados ocultos, a la luz de tu rostro. Todos nuestros días declinan a causa de tu ira, acabamos nuestros años como un suspiro. Los días de nuestra edad son setenta años, y si en los más robustos son ochenta; con todo, lo mejor de ellos es fatiga y trabajo, porque pasan aprisa, y volamos. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu enojo como los que te veneran? Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Vuélvete, oh Eterno, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos. Sácianos de mañana con tu amor, para que cantemos y nos alegremos todos nuestros días. Alégranos en la medida de los días en que nos afligiste, y de los años en que vimos el mal. Manifiesta a tus siervos tu obra, y tu gloria a sus hijos.* Descanse la bondad del Eterno nuestro Dios sobre nosotros. Confirma la obra de nuestras manos, la obra de nuestras manos confirma”. (Tehilim 90:1-17)

No olvidemos amados, la vida es corta, de los impíos no se tiene memoria, los impíos mueren de distintas formas y maneras trágicas. Pero en la vida de Moshé vemos reflejadas otras experiencias: Su vida fue de 120 años, cubrió a Israel con sus meritos,

10 años por cada tribu. Aun tenemos recuerdo de él, de su vida y enseñanzas, nos dio el legado de la Tora a Israel y a las naciones. Milagrosamente Moshé murió no por estar enfermo, ni porque alguien lo asesino, murió en su lecho, simplemente murió, o como dice un Misdrah “Murió de un beso de Hashem”, y dice el texto de la Tora: “Y Hashem lo sepulto”.

“La memoria del justo será bendita: Mas el nombre de los impíos se pudrirá” (Proverbios 10:7)

Shavua Tov (Buena Semana)

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